"La última foto": la dura campaña para acabar con las percepciones erróneas sobre el suicidio
Porque "a veces no se ve como todos pensamos".
La cuenta de Twitter @mienfermerafavo ha alcanzado una gran repercusión al mostrar la dura campaña sobre el suicidio titulada La última foto. Según explica, se trata de una exposición producto de una iniciativa de la ONG británica Campaign Against Livin Miserably (CALM) “para concienciar de que ’los suicidas no siempre parecen suicidas’”.
“La última foto, una campaña que demuestra que el suicidio a veces no se ve como todos pensamos. Pero detrás de estas fachadas se encuentra una dura realidad: son las últimas fotos que estas personas se hicieron antes de quitarse la vida”, ha explicado en el primer tuit del hilo.
En esta primera publicación ha acumulado ya más de 37.700 me gusta y 15.900 retuits.
“Las protagonistas de las fotografías se ven celebrando su cumpleaños, en su fiesta de graduación o saliendo a tomar algo con sus amigos y familiares”, se puede leer en la imagen que acompaña al segundo tuit, en la que también se ve una de las fotografías de la exposición.
A continuación, explica que actualmente “el suicidio produce más muertes en nuestro país que los accidentes de tráfico. Convirtiéndose en la primera causa de muerte no natural entre los jóvenes de 14 a 19 años”.
Por ello, “la campaña busca acabar con estas percepciones erróneas y el gran estigma que rodea al suicidio, a la vez que se da consejos y herramientas prácticas para hablar de él y prevenirlo”, concluye.
“Además de la exposición, la organización también ha puesto en marcha una campaña en televisión, cine, exterior, medios impresos y redes sociales para amplificar su mensaje: ‘Suicidal dosen’t always look suicidal’ (Los suicidas no siempre parecen suicidas)”, ha agregado.
Y en el último de los tuits del hilo muestra uno de los vídeos de la campaña junto a un aviso: “Contenido sensible”.
En España, El 024, la línea telefónica para la asistencia y prevención del suicidio, atendió en su primer día activo unas mil llamadas, con un tiempo medio para cada una de ellas de 25 a 30 minutos. Dos semanas después se atendieron una media de 500 llamadas diarias.