La delirante llamada telefónica en 'El Hormiguero': una rima inesperada y giro final
El cantante Raphael ha sido el invitado de este lunes.
Raphael ha ido a divertirse este lunes a El Hormiguero. El cantante ha hablado de sus 60 años de carrera y ha presentado el doble disco Raphael 6.0, que recoge sus actuaciones en el Wizink Center del pasado diciembre. Además, el cantante ha sido el encargado de entregar los 3.000 euros de la tarjeta del programa, cuando se ha vivido un momento delirante.
Tras dos primeras llamadas fallidas ya todo parecía encarrilado cuando a la tercera respondieron al teléfono y el cantante hizo la pregunta: ”¿Sabe usted qué es lo que quiero?”. “Sí, la tarjeta de El Hormiguero”, respondía alguien al otro lado de el aparato.
En ese momento ya todo era fiesta en el plató, Raphael sonreía y mostraba contento la tarjeta a la cámara. “A la primera”, han comentado, “pero ella no se lo cree, no se lo cree nada”, ha comentado Pablo Motos. Y efectivamente, justo en ese momento se ha escuchado que colgaban el teléfono.
″¿Se lo lleva o no se lo lleva?”, ha preguntado unas de las hormigas en ese momento y el Motos ha decidido que sí y han vuelto a llamar. Sin embargo, el resultado parecía cada vez más increíble.
Nada más descolgar se ha escuchado a una voz diferentes exclamar “cállate, ostias”. Desde el plató han pedido calma y han comenzado a explicar que llamaban desde El Hormiguero, pero no esperaban la respuesta que recibirían. “Sí, el que tengo entre los huevos”, ha exclamado entonces ante la risa de incredulidad del cantante y el presentador.
“No digas palabrotas porque te quitamos los 3.000 euros”, le ha advertido entonces Barrancas, y le han pedido que pusiera la televisión para comprobar que no era una broma telefónica.
Tras un momento de jaleo y confusión en el que Motos ha señalado que “tiene un escándalo tremendo”, Raphael le ha preguntado que a dónde están llamando y han confirmado que se encuentran en La Palma.
Finalmente, Motos ha tenido que colgar y volver a llamar para tratar de hablar con más calma con el joven. Este ha afirmado que se llama Antonio y, aunque no parecía terminar de creerse del todo la llamada, se ha llevado los 3.000 euros.
La reacción de los espectadores ante el extraño momento ha ido de la risa al enfado, pero no ha dejado indiferente en la red del pájaro azul.