La crisis catalana hunde las ventas al por menor
El desplome del negocio de los comercios en la zona centro de Barcelona está superando el 20%.
La preocupación por la crisis en Cataluña sigue en aumento. No solo por el impacto que puede tener en la economía de la región la salida de la sede fiscal de las grandes empresas —lo que implica que sus impuestos coticen en otras comunidades autónomas—, sino la caída de pedidos de productos y la retracción en el consumo de bienes que no sean de primera necesidad.
"En la cesta de la compra, en general, hay muy poquitas variaciones porque las familias están acostumbradas a gastar lo mismo en comida. Pero en el resto de productos, sí se está viendo una contracción", aseguran fuentes del sector de los supermercados. Aún con todo, en las ventas de productos gourmet sí se ha visto una disminución en el gasto y la atención se centra ahora en lo que pueda suceder de cara a las navidades. "Si esto se alarga en el tiempo, también se verá una caída significativa".
Hace unos días El Independiente publicaba una bajada de las ventas cercanas al 40% en El Corte Inglés situado en la plaza de Cataluña. Los productos que vende son, fundamentalmente, perfumería, ropa y complementos. "La recuperación en este establecimiento es imposible este año", según fuentes de la dirección. Los principales clientes de este emblemático centro son vecinos de la zona, pero sobre todo turistas. El sector hotelero de la ciudad ha perdido algo más de un 22% de pernoctaciones en un mes y medio. "Si además pensamos que se trata de un turismo de más calidad que el que nos visita en verano, que suele tener un presupuesto mas restringido, la preocupación es máxima", aseguran los hoteleros.
Según datos del Ministerio de Economía, el desplome de las ventas de los comercios en la zona centro de Barcelona está superando el 20%. Y lo mismo ocurre en los grandes centros de distribución como Ikea.
El turismo en la Ciudad Condal es una fuente fundamental de ingresos y "las ventas en este sector se pueden desplomar hasta en un 30% desde octubre hasta final de año", aseguraba el ministro Luis de Guindos. De hecho, aerolíneas como American Airlines, con vuelo directo desde Nueva York a Barcelona, recomendaba a los ciudadanos estadounidenses no viajar a la ciudad condal por la "inestabilidad que se está viviendo". El comunicado, hecho público con motivo de la huelga en el Prat en agosto, se incrementó tras los atentados terroristas en Barcelona. Y las movilizaciones populares con motivo del referéndum incrementaban aún más los avisos.
La preocupación en el sector de las PYMES catalanas es evidente. Llega la temporada navideña, en la que se vende el 60% del total de los productos, y los pedidos ya hechos se empiezan a cancelar. El 80% de las ventas de Cataluña se llevan a cabo en el resto de España.