La colonia penitenciaria donde Franco reprimía a los homosexuales
La Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía aplicó un macabro sistema de detención, torturas y vejaciones a personas gays.
La Fundación 26 de Diciembre ha iniciado una petición en Change.org para conseguir que la antigua Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía (Fuerteventura) sea declarada Patrimonio Mundial. Este lugar fue considerado un campo de concentración durante el franquismo, donde se “reeducaba” a personas homosexuales.
En 1979, la UNESCO incluyó “Auschwitz-Birkenau. Campo de Concentración y Exterminio Alemán Nazi, 1940-1945” en su lista de Patrimonio Mundial, como “evidencia del esfuerzo inhumano, cruel y metódico de negar la dignidad humana a grupos considerados inferiores”. En la misma lista figuran otros lugares que han sido testigo de las mayores atrocidades del ser humano, como la isla senegalesa de Gorea -durante casi tres siglos principal centro de venta de esclavos a América- o Chichén Itzá -en su momento escenario de sacrificios humanos-.
Tefía, dice la fundación, tiene deméritos propios para estar en esa lista. Como el de Tefía, hay otros lugares en España donde se torturó a miles de personas LGTBI con total impunidad y cuya memoria sigue olvidada. De hecho, la llamaban Auschwitz por las terribles condiciones de vida que se vivieron en aquel campo de concentración, conocido como colonia penitenciaria y que abrió sus puertas en enero de 1955.
Mediante esta petición, la Fundación 26 de Diciembre quiere promover que las administraciones competentes inicien los trámites para presentar ante la UNESCO la solicitud de Patrimonio Mundial para la Antigua Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, porque es un lugar que ejemplifica el odio vivido por las personas LGTBI bajo cualquier régimen totalitario.
“Es un gesto que recuperará la memoria marginada en el relato colectivo y así reclamar verdad, justicia y reparación. España mantiene una deuda histórica con la comunidad LGTBI”, indica en una nota de prensa.
La dictadura franquista empleó la reforma de la Ley de Vagos y Maleantes de 1954 y la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social de 1970 para detener a alrededor de 5.000 personas, acusadas de “homosexualismo”. Bajo el amparo legislativo y con el apoyo de la Iglesia y de parte de la comunidad médica, el régimen franquista estableció un macabro sistema de detención, torturas y vejaciones a personas homosexuales. Se crearon campos de concentración (Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía), cárceles específicas (una para pasivos en Badajoz y otra para activos en Huelva), pabellones exclusivos en prisiones, así como terapias de aversión y lobotomías. En la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social se establecía:
En la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social se establecía:
“A los homosexuales, rufianes y proxenetas, a los mendigos profesionales y a los que vivan de la mendicidad ajena, exploten menores de edad, enfermos mentales o lisiados, se les aplicarán para que cumplan todas sucesivamente, las medidas siguientes:
a) Internado en un establecimiento de trabajo o colonia agrícola. Los homosexuales sometidos a esta medida de seguridad deberán ser internados en instituciones especiales, y en todo caso, con absoluta separación de los demás.
b) Prohibición de residir en determinado lugar o territorio y obligación de declarar su domicilio.
c) Sumisión a la vigilancia de los delegados
“La Lgtbifobia promovida desde el Estado no buscaba quedar solamente en la esfera institucional. El discurso de odio, menosprecio y burla hacia los invertidos fue propagado desde púlpitos y aulas, y logró calar en la sociedad moralista del momento, que extendió a ámbitos familiares y sociales la marginalización de las personas gais, lesbianas, bisexuales o transexuales”, indica el comunicado de la fundación.
Ese discurso “asumido e interiorizado” por una amplia mayoría de la sociedad se mantuvo casi intacto hasta los primeros años de la democracia española. Ni los intentos tanto legislativos (indulto del 25 de noviembre de 1975, o la amnistía del 31 de julio de 1976) como sociales o históricos contemplados en las distintas leyes, han incorporado la represión sufrida por las personas LGBTI, ni su reparación.