La casa dónde Donald Trump pasó su infancia se alquila en AirBnb
La residencia, situada en Queens (Nueva York) se alquila por unos 620 euros la noche y en su biblioteca sólo hay un libro.
Quienes planifiquen visitar Nueva York y estén buscando dónde alojarse, pueden tener la solución en la web de alojamientos AirBnB, que alquila por 725 dólares la noche (unos 617 euros) la casa donde el presidente Donald Trump pasó sus primeros cuatro años de vida.
Como informa el diario New York Post, la casa, ubicada en el distrito de Queens, es de un sencillo estilo Tudor, tiene cinco habitaciones, tres baños y un aseo, su cocina original y una biblioteca donde sólo hallarán el libro The art of the Deal o El arte de la negociación, una obra que publicó el mandatario en 1987.
No falta la conexión a internet ni la televisión por cable y, como extra, una imagen de cartón de tamaño real de Trump.
La casa con patio, construida por Fred Trump, padre del presidente en los años 40, fue vendida el pasado diciembre por sus entonces dueños, que la habían adquirido en 2008, por 708.000 dólares. El inversor mobiliario Michael Davis fue quien compró la propiedad, que puede albergar hasta a 20 personas, por 1,39 millones de dólares (1,2 millones de euros) y la vendió por 2,14 millones (1,82 millones de euros) el pasado marzo.
Pese a haberla vendido, Davis y su socio decidieron alquilar la propiedad al actual dueño, tras lo que decoraron la casa "con muebles presidenciales" y la anunciaron en el portal AirBnB, que precisamente no es del agrado del mandatario, señala además el rotativo, en referencia a una anterior entrevista de Trump.
La web señala que alojarse en la vivienda "es una oportunidad especial y única para quedarse en el hogar de un presidente en funciones". También destaca que la residencia no tiene nada que ver con la Casa Blanca, el presidente o las organizaciones de Trump, aunque este tenga una importante presencia.
La residencia tendrá este fin de semana sus primeros inquilinos, que no podrán fumar, hacer fiestas ni llevar mascotas, pero no estarán solos, ya que el socio de Davis ocupa uno de los dormitorios. "Creemos que mucha gente va a querer quedarse ahí", afirmó Davis al Post.