Kiki Morente: "Un botellón no es el mejor escenario para escuchar mi música"
El hermano pequeño de Estrella y Soleá Morente presenta su nuevo disco, 'El Cante', en medio de los rumores que le relacionan con Sara Carbonero.
Todo el mundo —o casi todo el mundo— ha oído hablar de Kiki Morente. Su nombre saltó a la actualidad cuando el pasado julio se empezó a especular con un posible romance entre Sara Carbonero y el cantaor.
José Enrique Morente, el hijo pequeño del gran cantaor Enrique Morente, hermano de Estrella y Soleá, sabe lo que es la fama porque ha crecido y ha vivido siempre entre artistas. Pero la popularidad que le ha envuelto en estos últimos meses no le sienta del todo bien y sabe que la promoción de su nuevo trabajo, El Cante, le puede poner en una incómoda tesitura cuando los medios quieran saber detalles sobre su vida sentimental.
El cantaor nos recibe en las oficinas de su compañía, Universal Music, vestido con un vaquero pitillo negro, zapatillas y camisa blanca, y luciendo su característica melena rizada castaña clara. Lleva un aro de oro en una oreja y las gafas de sol que se quita y se pone parecen servirle de escondite.
La promoción de El Cante le lleva a encadenar una entrevista con otra, y él parece enfrentarse con aparente calma a cada una de ellas, agradeciendo la atención prestada, e insistiendo en lo emocionante que le resulta todo.
El Cante es tu segundo disco. ¿A qué le canta Kiki Morente en este disco?
A la libertad de expresión, a la libertad creativa, a la inquietud, a la búsqueda en la música y, por supuesto, le canto a mi cultura, al flamenco. El flamenco representa la libertad musical porque es innato, muy de la tierra, muy de raíz. Yo tengo la suerte de haber tenido cerca esa libertad musical, de haberla nacido, de haberla vivido. Este disco es una búsqueda y un encuentro conmigo mismo y en el que me tomo la libertad de querer expresar un sonido, mi sonido.
¿Te has rodeado de lo mejorcito del panorama flamenco?
No te creas, no hay tantas colaboraciones. Igual que en el primero estaban los genios de la guitarras flamencas, en este trabajo hemos tirado más de la música electrónica y de sonidos psicodélicos. Hemos contado con Pájaro Jack, un grupo de Granada que está haciendo cosas chulísimas, y con José Romero, que es un muchacho que hace una música guay. Eso sí, tengo la suerte de tener a mis hermanas, Estrella y Soleá. Y cuento con la voz de mi padre, porque también canto una canción él. ¡Vale, es verdad que sí hay grandes colaboraciones!
¿Hay una canción en este trabajo que sea la mejor representación de Kiki?
El Vito, la que he hecho con las niñas.
Las niñas son tus hermanas… ¿Eres el hermano pequeño mimado, verdad?
Sí, sí, soy el hermano pequeño mimado. ¡Pero también me dan mucha cera! Siempre me han tenido como el renacuajo hasta que me he hartado.
Tu primer disco Albaycín era un disco en homenaje “al flamenco más clásico” y en este trabajo has querido dar un paso más, es un flamenco más actual. ¿Este es el flamenco nuevo? ¿Esta es la evolución natural?
No sé si es natural, pero en mí sí lo ha sido. Es mi nuevo flamenco. Hay muchas maneras de expresar ese nuevo flamenco y hay gente que lo está haciendo increíble y gente que lo hará mucho mejor. Este es mi nuevo flamenco, lo que yo he querido contar, y sobre todo he querido poner mi granito de arena para intentar hacer flamenco de otra manera.
Perteneces a una de las familias más reputadas del flamenco. El otro día Sara Baras me decía que para triunfar en este mundo no sólo es necesario tener duende, hay que estudiar y trabajar mucho. En tu caso, con una familia llena de duende, el aprendizaje también fue un proceso sencillo, ¿no? Tenías muchas fuentes de las que aprender…
Existen las dos cosas. En mi casa, tenemos la suerte de hacer lo que nos gusta. Mis principios fueron fáciles porque tenía a mi padre y a mis hermanas que me ayudaron a subir al escenario y me enseñaron a pasármelo bien. Pero cuando vi que era el momento de emprender mi carrera en solitario, tuve que empezar a trabajar. Oye, de chiquitito tuve que estudiar mucho, estudié guitarra flamenca y carrera musical en el conservatorio.
¿Tu padre, Enrique Morente, era muy exigente con eso?
Mi padre era un hombre que trabajaba mucho, un hombre que nos enseñó que la disciplina y el trabajo tienen que estar a la orden del día para poder echar un proyecto pa’lante. Con la magia y el duende, por supuesto, pero no sólo eso vale.
¿Crees que vosotros lo habéis tenido más fácil que tu padre?
Hombre, con lo que trabajó ese hombre en aquellos tiempos, con la cantidad de gente buena que había cantando. Y sin los medios y las facilidades para darse a conocer. Esa carrera tan sólida y tan fuerte de mi padre es un milagro. Estos casos sólo se dan con los genios.
Tus hermanas Estrella y Soleá no necesitan presentación. Ahora llega el hermano pequeño: ¿cómo es Kiki el artista?
Es una suerte hablar de mis hermanas, escuchar hablar de ellas y siempre aprender de ellas. Siempre cogiendo de las dos, y los tres de mi padre, y siempre aprendiendo también del resto de la música y del mundo… Yo llego intentando buscar mi sonido a través de lo que me rodea.
¿Y cómo quieres que suene Kiki?
Yo quiero sonar a frescura, ahora que tengo pelo y estoy joven —bromea—.
Hablando de jóvenes, ¿es más difícil ahora que el flamenco se abra paso entre la gente joven?
Yo creo que viene un poco de atrás. Nos han desafinado un poco el oído… Los jóvenes están desarrollando el oído y tienen que escuchar lo correcto, si escuchan lo incorrecto pues ahí se quedarán. Ahora hay un movimiento, encabezado por compañeros, y movimientos en ciertos tipos de músicas que sí están llegando a la gente joven. Creo que se ha abierto una puerta por la que tenemos que entrar los flamencos.
¿Quieres que tus canciones se escuchen en un botellón?
Si es de vino en vez de whisky, mejor —ríe—. Quiero que se escuche allá donde se pueda apreciar, donde se pueda escuchar y entiendas lo que estás escuchando.
¿Entonces el botellón no es el mejor escenario?
Por eso, no es el mejor escenario.
Además de flamenco, ¿qué música escuchas?
Fado, blues, jazz, pop… Escucho de todo, todo tipo de música.
¿La última canción que has escuchado?
La última canción que he escuchado... ¡Ay, que no quiero meter la pata! Una de mi hermana Soleá, Anoche me preguntaba.
¿Los músicos estáis todo el día escuchando música?
Sí, aunque hay rachas que necesitas desconectar y necesitas descansar la cabeza. Oye, que también somos personas y pensamos en fútbol, en chicas…
Ser objetivo de la prensa del corazón, uno de los más buscados y perseguidos, ¿cómo lo llevas?
Me mantengo al margen… Yo me escondo, me escondo en la música. Yo voy a lo mío, a mi trabajo y lo demás, ahora mismo, no me preocupa. Sinceramente, no me gusta, yo quiero cantar.