Keira Knightley critica a Kate Middleton y su imagen perfecta tras dar a luz
La actriz inglesa, también madre, ha hablado sin pelos en la lengua.
En esta época en la que se promueve la aceptación del cuerpo tal y como es, la actriz Keira Knightley ha querido alzar la voz en un ensayo colectivo titulado Feminists Don't Wear Pink (and other lies) (Las feministas no van de rosa... y otras mentiras), publicado el pasado 4 de octubre.
En el capítulo que ella escribe, El sexo débil, la actriz menciona las diferentes apariciones de la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, tras sus partos, y especialmente tras el nacimiento de su segundo hijo, la princesa Carlota.
Ese 2 de mayo de 2015, apenas unas horas después de haber dado a luz, la duquesa Catalina hizo su aparición perfectamente arreglada, con un vestido blanco con flores amarillas, en tacones, con unas ondas impecables y maquillada para la ocasión. La esposa del príncipe Guillermo no parecía recién salida del paritorio, ni mucho menos.
En esos momentos, Keira Knightley acababa de pasar por lo mismo —dio a luz un día antes— y recuerda asistir estupefacta a ese espectáculo mundial. "En la tele, la vemos salir del hospital sólo 7 horas después de haber dado a luz, maquillada y con tacones. La imagen que el mundo quiere ver. Esconde. Esconde nuestro dolor, nuestro cuerpo mutilado, nuestro pecho rebosante de leche, nuestras hormonas enloquecidas. Ten un aspecto perfecto, con estilo, siete horas después de tu combate entre la vida y la muerte, siete horas después del desgarramiento de tu cuerpo, de que una pequeña vida sangrienta y llorona haya hecho su aparición. No muestres nuestra lucha, Kate. No la muestres, no digas nada. Estate ahí, con tu hija, lista para ser inmortalizada por una marabunta de fotógrafos hombres", lamenta la intérprete de Colette.
La actriz cuenta además cómo fue su parto, para mostrar el inmenso abismo que, aparentemente, la separa de la duquesa de Cambridge.
"Se me rompió la vagina. Tú saliste con los ojos abiertos y los brazos tendidos hacia mí llorando. Te pusieron sobre mí, cubierta de sangre y grasa, con la cabeza deformada después de salir de mi vientre. Guerrera, jadeante, escandalosa. Te agarraste a mi pecho al instante, hambrienta. Me acuerdo del dolor. De tu boca enganchada a mi pezón para chupar la leche. Me acuerdo del vómito, de la sangre, de los puntos de sutura. Me acuerdo de ese campo de batalla. Tu campo de batalla y tu vida palpitante. Superviviente. ¿Acaso soy yo el sexo débil?", se pregunta la actriz como conclusión de su texto.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Francia y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano