Juzgado un padre en Zamora por 96 violaciones y 418 abusos a hijas menores
Ha dejado visto para sentencia.
La Audiencia Provincial de Zamora ha dejado visto para sentencia el juicio contra un padre como presunto autor de 96 delitos de agresión sexual y 416 de abusos sexuales a una de sus hijas y otros dos delitos de abusos a otra, ambas menores de edad cuando ocurrieron los hechos.
La Fiscalía y la acusación particular han elevado a un total de 5.620 años de prisión la petición por estos delitos, a razón de 15 años por cada violación y diez por cada delito de abusos, mientras que la defensa ha solicitado la libre absolución, según han informado a Efe fuentes de las partes personadas en la causa.
Alternativamente, en el caso de que el tribunal no acceda a su petición inicial, la acusación particular, que ejerce el abogado de la propia víctima, ahora mayor de edad, y el fiscal han considerado los hechos constitutivos de un delito continuado de agresión sexual por el que solicitan 20 años de cárcel y otro delito continuado de abusos sexuales por el que pide otros 15 años de prisión.
Además, el Ministerio Público ha solicitado en su escrito de conclusiones provisionales 30.000 euros de indemnización civil a una de las víctimas y 6.000 a la otra mientras que la acusación particular eleva la indemnización por daños morales hasta los 630.000 euros para la joven que sufrió las violaciones.
Por su parte, la defensa ha pedido como pena alternativa que se considere el caso como un delito continuado y no se contabilicen de forma independiente las distintas agresiones y abusos sexuales.
Durante el juicio, que se ha celebrado a puerta cerrada para preservar la identidad de las dos jóvenes, han declarado una decena de testigos.
Entre ellos han figurado tanto la madre de las víctimas y mujer del enjuiciado, así como otros hijos de la pareja, familiares del padre y personal de los Servicios Sociales.
Las dos víctimas han ratificado los hechos que en su momento confesaron ante la policía y en el juzgado que instruyó los hechos, descubiertos a raíz de la confesión de una de las niñas a una compañera de clase y la denuncia posterior de familiares de esta última.
En el juicio, una de las víctimas relató las violaciones y abusos sufridos durante siete años, desde que tenía doce, a lo que se sumaron agresiones físicas y amenazas del padre con ánimo intimidatorio, según relató.
La otra víctima también ratificó los hechos y el relato de ambas fue coherente, se ajustó a lo manifestado en anteriores declaraciones y se realizó "sin quiebra en su testimonio", según ha asegurado a Efe el abogado de la acusación, Javier Ramos Álvarez.
Por su parte, el acusado, que ingresó en prisión en febrero del año pasado, cuando se denunciaron los hechos, ha negado las agresiones y los abusos sexuales y únicamente ha reconocido que era un padre "autoritario".
El abogado de la acusación se ha mostrado estremecido por lo ocurrido y ha sostenido que este caso tiene ciertos paralelismos con el denominado "monstruo de Amstetten" (un hombre austríaco que retuvo y violó durante 24 años a su hija).