Juan, un voluntario español en la guerra de Ucrania
Lleva cinco meses con los de Zelenski, que le ha visitado en el hospital en el que cura sus heridas. Militar con 13 años de experiencia, ha sido instructor y francotirador.
La historia de Juan, un voluntario español que se sumó a la lucha ucraniana contra los invasores rusos, es un ejemplo de otras muchas historias de personas que siguieron el llamamiento del presidente de Ucrania Volodimir Zelenski de ayudar a la resistencia.
“Si fuera rico hubiera donado para ayudar a Ucrania. Si fuera médico, habría venido a tratar a los heridos. Pero puedo pelear bien así que decidí ayudar de la mejor manera posible”, dijo Juan a Efe desde el hospital donde está siendo tratado por heridas de guerra y donde fue visitado por Zelenski.
Las credenciales de Juan antes de sumarse a la lucha contra los rusos eran 13 años de experiencia militar. Ahora, tras cinco meses de luchar contra los invasores, Juan considera a Ucrania prácticamente como su hogar
Juan ayudó a repeler el intento de Rusia de capturar Kiev y luego se unió a la unidad “Arey” del Ejército de Voluntarios de Ucrania, cuyos soldados pertenecen a la defensa territorial de Kryvyi Rih. Durante algún tiempo se desempeñó como instructor, pero luego luchó como francotirador de la unidad en una zona rural en la región sur de Jerson.
Juan no habla mucho de los combates pero una foto en su cuenta de Instagram muestra una pequeña casa atravesada por docenas de balas donde estuvo “a punto de caer en la batalla”.
En respuesta a una pregunta sobre el número de rusos que ha abatido dijo que no es algo de lo que haya que jactarse.
Sin embargo, el jefe de Estado Mayor de su unidad, Stepan Kovalchyk, dijo a Efe que los soldados ucranianos lo vieron alcanzar objetivos en batalla varias veces.
Juan dice que es el único extranjero en su unidad. Ha aprendido algo de ucraniano y también se comunica a través de Google Translate. En la mayoría de los casos, ha sido fácil para los soldados experimentados cooperar en el campo de batalla.
El edificio donde Juan y sus compañeros soldados se quedaron durante las últimas semanas fue golpeado regularmente por la artillería rusa mientras la unidad impedía que los rusos intentaran cruzar el río cercano.
Múltiples proyectiles explotaron cerca de él antes de que uno extraño volara adentro a través de una ventana.
“Mi corazón se detuvo dos veces camino al hospital. Me salvaron mis compañeros y paramédicos que me reanimaron”, dijo.
Pasó cinco días en una UCI y fue trasladado a un hospital en Odesa para ayudar a tratar sus heridas. Perdió partes de los dedos de la mano derecha y parte del músculo del muslo derecho. También tiene el hígado y un riñón dañados.
Juan se sorprendió al ver a Zelenski aparecer el 29 de julio en el hospital. El presidente le agradeció su servicio y se tomó una foto con él.
Además, le dijo que volverá para entregarle personalmente una condecoración por haber salvado a tres soldados ucranianos en combates.
“Vi un dron justo encima de ellos. El dron llevaba unos explosivos, que se disponía a soltar sobre los soldados, como se puede ver en muchos vídeos de internet”, dijo Juan que agregó que ante ello había disparado contra el dron.
Juan dice que nunca ha tenido miedo en la batalla pero si respeto ante la guerra y que por más precauciones que se tomen si ha llegado la hora no hay nada que se pueda hacer.
El soldado español dice que la situación en el frente sigue siendo difícil. “Se necesitan más soldados extranjeros experimentados que amen a Ucrania para ayudarla a ganar”, dijo Ucrania, según él, también necesita mucha más artillería, tanques y aviación.
No hay otra forma de detener a Rusia que seguir luchando, explica Juan. “Renunciamos a Crimea y parte de Donbas antes, pero Rusia no se detuvo”, dijo.
Después de cuatro meses con la unidad, sus soldados son como hermanos para Juan. Espera poder regresar allí de alguna manera, tal vez como instructor, si no como combatiente.
El sentimiento es mutuo. Stepan piensa muy bien del soldado español. “Un profesional como él, con su experiencia, sería capaz de enseñar mucho a otros soldados”, dijo.
“Además, me prometió que algún día me llevaría una vuelta por Ibiza”, cuenta Stepan en tono más ligero. “Estoy esperando a que se mejore y regrese muy pronto”, agregó.