Juan Antonio Delgado (Por Andalucía): "Hay que ilusionar a la gente, no meterle miedo con la ultraderecha"
Entrevista al diputado de Podemos y candidato a las andaluzas: "Moreno usa el modus operandi de Ayuso con la Sanidad".
“Soy el primer guardia civil que llegó al Congreso de forma democrática. El anterior entró con una pistola”. Así describe Juan Antonio Delgado (San Fernando, Cádiz, 1971) su entrada en política hace ya seis años, cuando un entonces desconocido agente de la Guardia Civil fichaba por Podemos para formar parte de sus listas electorales.
Entró al Congreso y desde entonces se le conoce como ‘el guardia civil de Podemos’, apelativo que a Delgado no le molesta. Al contrario, considera que ha servido para hacer “pedagogía” tanto con la derecha como con la izquierda.
Seis años después de su llegada a la Cámara baja, Delgado volverá a su tierra, Andalucía, donde será cabeza de lista por la provincia de Cádiz de Por Andalucía, la coalición de izquierdas que lidera Inma Nieto y que tanto costó formar para las elecciones del próximo 19 de junio.
A él, como candidato de Podemos, le tocó formar parte del proceso negociador que acabó con “malestar” entre los morados por cómo se gestó todo, quedando la formación fuera del registro por haberse hecho fuera de tiempo.
Delgado dice haber olvidado todo aquello y estar centrado en unos comicios que la izquierda afronta con malos augurios por parte de las encuestas, que apuntan a una clara victoria del PP del actual presidente, Juan Manuel Moreno Bonilla, que tendría que apoyarse en la ultraderecha para gobernar.
Pintan bastos para la izquierda en Andalucía, según las encuestas.
Bueno, las encuestas, ya sabe que en los últimos cuatro años no ha acertado ni una. Si estuvieran en Bolsa, se habría arruinado todo el mundo. Cuando entró en Andalucía la ultraderecha, les ponían uno o dos diputados, no doce. Y llevamos seis años que no dan una. Yo no miro las encuestas. Hay que ir barrio a barrio. Estoy hablando con la gente. Veo ilusión, veo ganas. Veo también preocupación por la extrema derecha. Y eso, entre propuestas importantes, recorrerte los barrios, hablar con la gente y Olona que nos está ayudando tanto a que nos vaya bien la campaña...
Porque el andaluz no tiene un sentimiento independentista, pero sí un sentimiento como andaluz, y esas tomaduras de pelo de estoy empadronado, pero no estoy empadronado, ahora dejo el acta, pero no la dejo... Esto no es por ser o no andaluza, es porque es una tomadura de pelo. Ir un domingo a ponerte una peineta y cosas de esas, esto no es un cortijo como hace 200 años.
Pero, poniéndonos en el caso de que acierten las encuestas, ¿qué ha pasado para que Andalucía, un territorio tradicionalmente de izquierdas, o socialista, pueda convertirse en la segunda región del país con un gobierno de la derecha con la ultraderecha?
Yo quiero ponerme en que va a haber un Gobierno progresista, estamos trabajando para ello. Es verdad que el PSOE ha estado 37 años gobernando en Andalucía y ha hecho cosas buenas, pero ha metido la pata muchas veces. Los ERTES, la privatización de los hospitales, los problemas de desempleo... Andalucía con el PSOE no terminó de despegar, estaba a la cola y ahora estamos a la cola de la cola. Moreno Bonilla ha venido y maquilla los datos. Dice que la Sanidad funciona perfectamente. Sí, la Sanidad privada sí, pero la pública no y los datos están ahí encima de la mesa. Andalucía es la que tiene menos camas de toda España, 2,3 por cada mil habitantes; la que invierte menos por paciente, 1.388 euros; la que tiene menos médicos especialistas. La Sanidad es lo más ilustrativo de la etapa de Moreno Bonilla, que está usando el mismo modus operandi de Aguirre y Ayuso: debilitan la Sanidad Pública y la gente se va a la privada. Menos personal, menos servicios, esto no funciona, la gente se cabrea...
Menciona a Aguirre y Ayuso, pero el talante de Moreno Bonilla parece distinto, es como otra rama del PP, ¿cree que ese estilo moderado le puede servir para frenar el crecimiento de Vox?
Moreno Bonilla es más educado. Aguirre y Ayuso son más... Pero la política es la misma: privatizar la Sanidad, la Educación también. Es la misma. Los diputados andaluces del PP en el Congreso han votado no a la reforma laboral, no a los ERTE, no a la subida de las pensiones. Han votado no a todo cuando estábamos en lo peor de la crisis en este país. Además, cuando hablamos de Moreno Bonilla con la ultraderecha, él es presidente con el peor resultado de la historia del PP y no tuvo escrúpulos en pactar con la extrema derecha y es presidente como consecuencia del apoyo de la extrema derecha. ¿Por qué ahora no lo va a hacer? Si ya le han apoyado los Presupuestos.
Y las encuestas, aunque no me gusten, no dicen que vaya a haber mayoría absoluta para nada. Por tanto, Mañuec..., bueno, me ha salido... Moreno Bonilla está en el mismo punto que estaba Mañueco, negando. Pero ya tiene en la cabeza que si los datos le dan, será la segunda comunidad autónoma donde la extrema derecha esté en las instituciones. Y me parece muy peligroso, porque dicen que van disolver la comunidad autónoma, que es imposible.
Moreno Bonilla ha dicho que hay ciertas líneas rojas que no quiere pasar.
Bueno, va a intentar negarlo, decir que no, que no va a entrar la ultraderecha, pero si los datos les dan, la ultraderecha estará en las instituciones. Y además, en un Gobierno de coalición la ultraderecha le va a imponer y Moreno Bonilla no va a poder decir que no, porque quiere seguir siendo presidente. Y ya sabemos cómo son los Gobiernos de coalición, aquí, en Europa y en todos sitios. La ultraderecha no va a venir para decir, no te preocupes, te votamos y vamos a ser buenos. Va a imponer políticas. Y en muchas cosas son lo mismo: no son partidarios de lo público, quieren acabar con Canal Sur, con la autonomía, con los colectivos LGTB, niegan la violencia machista...
¿Cómo puede hacer la izquierda para que todo esto que está diciendo sobre la ultraderecha y el balance que ha hecho del Gobierno de Moreno Bonilla cale en la ciudadanía y dar la vuelta a las encuestas?
Lo primero, a la gente no hay que ir con el miedo. No voy a ir a decirles que viene la ultraderecha. Hay que advertirlo y ponerlo sobre la mesa. ¿Esta gente quiénes son? ¿Qué proponen? Hablan de que los inmigrantes son muy malos, que a los homosexuales hay que ponerles corrientes para que se curen, que la violencia machista es mentira, el pin parental... Es decir, nos quieren retrotraer a la Andalucía de los señoritos, del cortijo. Esto hay que decírselo a la gente, porque es lo que es.
Pero, aparte de eso, la gente quiere propuestas. Hay que analizar la situación con datos reales. Mire usted, la Sanidad no funciona, han dejado en la calle a 8.000 sanitarios, en la Educación se han perdido muchísimos profesores. El otro día estuve en una manifestación de limpiadoras de un hospital que tienen el servicio externalizado con una empresa de Florentino Pérez. Y una mujer casi llorando decía que pedían que les subieran 30 euros el salario. Hay que explicarle esto a la gente. Yo no soy partidario de meterle miedo a la gente, hay que ilusionarla y, con un análisis riguroso, explicar nuestras propuestas.
¿Pesan demasiado los 40 años del PSOE en Andalucía?
Hombre, lógicamente, si lo estamos viendo aquí en el Congreso. El otro día me decía un compañero tuyo que llevaba temas del Gobierno y yo le decía de broma, ‘¿del Gobierno o de oposición al Gobierno?’. ¿Cuántas veces no tenemos que empujar un poquito al PSOE para que tire para adelante? Un Gobierno de 37 años no es bueno de ningún color. 37 años al final te encajas y el PSOE ha hecho cosas negativas en Andalucía, por eso es importante que en las próximas elecciones, dentro de un Gobierno de coalición, nosotros estemos por encima, porque lo hemos visto aquí en el Congreso.
Para convencer a los ciudadanos hubo un debate este lunes en TVE, ¿qué le pareció?
Moreno Bonilla fue al debate como si las elecciones ya estuvieran ganadas. Sus asesores le habrán dicho que no se meta en nada. Y eso creo que es un fraude para los ciudadanos, porque tú tienes que ir a debatir y a hacer propuestas para los ciudadanos. Por supuesto, Inma [Nieto, candidata de Por Andalucía] me gustó mucho porque tiene mucha solvencia. Es una mujer que sabe lo que dice. Y del resto ya están los comentaristas (ríe).
Una de las que más destacó fue Teresa Rodríguez, ¿se podían haber hecho desde Podemos las cosas de otra manera con ella y su grupo?
Bueno, a ver, recapitulando y haciendo un análisis rápido, había un objetivo: que toda la izquierda fuésemos juntos. Fácil no es. ¿Poner a seis partidos de acuerdo? Lo vemos aquí para votar algunas veces. Claro que es difícil. Si a eso le unes que en la izquierda somos muy pasionales... Porque la derecha entre maletines y sobres en B, lo arregla de otra manera. El objetivo era que fuésemos juntos y vamos juntos. Objetivo cumplido. Quien no se ha sumado, le tendrás que preguntar. Yo lo que puedo decir es que la diferencia entre Adelante Andalucía y Por Andalucía en el programa electoral es poca. Lo hemos intentado, pero habrá que preguntarle a Adelante Andalucía por qué no se ha querido sumar.
¿Qué tal van las primeras semanas de coalición en Por Andalucía? ¿Cómo es su relación con Inma Nieto?
Perfecta, perfecta. Con todos. Se nos está viendo en todos los actos. Estamos muy ilusionados, esperanzados en lograr un buen resultado el día 19 de junio.
Tras el acuerdo de coalición de Por Andalucía hubo una crisis tras los problemas con el registro de Podemos y Pablo Iglesias habló de que había malestar en Podemos, ¿se han cerrado ya esas heridas?
Yo ya ni me acuerdo de eso. Estamos todos trabajando y centrados en Andalucía. Yo ya he dicho que somos muy pasionales, le ponemos mucha pasión. Dinero no. Dinero, los otros. Los maletines, las cloacas... Pero cuando dicen, es que mira la izquierda la que ha liado. Bueno, vamos a ver, si en un bloque de vecinos se lía muchas veces para pintar una puerta, ¿cómo no va a ser difícil entre seis partidos políticos? Es que eso es normal. ¿Metemos la pata? Sí, pero no la mano. Y eso la derecha no lo puede decir. Hay mucha gente en la cárcel y los órganos judiciales lo han dicho, que el PP actuaba como una organización criminal. Eso de la izquierda no lo pueden decir.
Claro que las cosas son difíciles, pero ahora estamos implicados al 100% con la campaña andaluza y con muchas ganas de que llegue el 19 de junio. La verdad es que te ilusiona mucho, porque vas por todos los pueblos y provincias y mucha gente te conocen porque te han visto en un cartel o en una entrevista y esa gente vale mucho, porque es la que confía y la que se queda con lo importante de todo esto.
¿Cuál sería un buen resultado para Por Andalucía?
Un buen resultado sería que Por Andalucía estuviese en el Gobierno de Andalucía. Los andaluces han dicho que no quieren mayoría absoluta de nadie. Es decir, que quien hable de mayorías absolutas está engañando a la ciudadanía. El último día del bipartidismo fue el día en que se fue Rajoy. Un buen resultado sería que Por Andalucía estuviese en el Gobierno, pero además por encima de otros partidos.
¿Por encima del PSOE?
Bueno, por la experiencia que estamos teniendo aquí (señala el Congreso), sí, claro.
¿Para conseguir más cosas?
Para conseguir más cosas. Porque además yo creo que, dentro del Gobierno de coalición, la parte más progresista, la que hace más políticas pensando en la gente, ha sido Unidas Podemos. Sólo tienes que ver las medidas. Cuando hablan de la oposición dentro del Gobierno, es que a veces el PSOE parece que defiende otros intereses más que los progresistas y de izquierdas. Entonces bueno, mejor así: ellos por debajo, nosotros por encima y no habrá problema.
¿Se cree las palabras de Juan Espadas [candidato del PSOE] de que no hará presidente a Moreno Bonilla?
No del todo, porque le vemos en los debates diciendo ‘vamos a llegar a un pacto de no sé qué’. Pero bueno, ¿que no te has enterado todavía? Que la derecha de este país, en el peor momento de la pandemia, estaba votando contra la ciudadanía por ir contra el Gobierno. No puedes ir a un debate a sí pero no. Titubeos, no. ¿Sí o no? Porque a la ciudadanía no hay que engañarla. Si tú quieres después pactar con el PP, pues lo dices. Y después, el que te haya votado sabe que tú ya ibas a pactar. Pero no puedes estar ahí con que puedes llegar a algunos acuerdos. Nosotros, desde luego no con la derecha. Con la ultraderecha ni hablamos. Es que hemos visto al peor PP durante la pandemia. Cuando estaba la gente muriéndose, estaban haciendo negocio. El PP se tiene que regenerar y democratizar. Cuando ya los veamos peleándose como nosotros, entonces podemos decir, ahora (ríe). Pero mientras estén calladitos es que están pensando en sobres.
Usted entró en Podemos en un momento de pleno auge de la formación hace seis años, ¿cómo ve ahora al partido?
Pues muy bien, lo veo madurado. Esto es como la cantidad y la calidad. Al final, ¿qué somos, menos diputados? Pero tenemos influencia, estamos en el Gobierno, se pueden hacer cosas. Desde que nacimos siempre nos daban por muertos, pero hemos estado en los ayuntamientos más importantes, en comunidades autónomas, estamos en el Gobierno, que decían que era imposible... Esto es una ola y yo veo una recuperación importante. Hay Podemos para largo.
Hace unos días en la Cadena SER dijo Aitor Esteban, portavoz del PNV, que la relación en el grupo de Podemos no es buena, que las aguas no bajan calmadas, que por un lado está Yolanda Díaz y por otro Belarra y Montero, y que todo eso se nota en el Hemiciclo.
Yo creo que Aitor Esteban tiene que tener cuidado, que igual EH Bildu le come la tostada. Es decir, que esté más pendiente de lo suyo que de lo nuestro. En fin, no me parece tampoco muy bien hablar de las situaciones de otros partidos. Que hable de la situación de los partidos del País Vasco. En todos sitios cuecen habas y en la mía calderadas, ¿no? Entonces, que no diga eso.
¿Es Por Andalucía un primer ensayo de un futuro frente amplio?
Bueno, yo creo que los periodistas sois inteligentes, hacéis vuestras crónicas... Yo estoy centrado en Andalucía, no voy a entrar en qué es esto o no. Por primera vez en 40 años nos hemos juntado muchos partidos de izquierdas, estoy muy ilusionado, trabajando en eso y otros tipos de proyectos tienes que preguntar a las personas que lo forman.
Si todo va bien a Por Andalucía, usted conseguirá escaño en el Parlamento Andaluz y dejará el Congreso después de seis años, ¿cómo valora su paso por esta Cámara?
Que todo irá bien. Es más, yo creo que casi seguro esta es la última entrevista que voy a dar en el Congreso de los Diputados. Para mí ha sido un orgullo estar en el Congreso, no todos los ciudadanos tienen esa oportunidad. He sido ponente de una ley, algo que nunca pensé. He aportado mi granito de arena en las comisiones de Interior, Defensa y Seguridad Nacional; he pertenecido a la delegación española de la PESCO, es decir, la estrategia y la seguridad europea; de Europol; soy vicepresidente primero de la Comisión de Sanidad, donde he aprendido muchísimo...
Para mí es un aprendizaje importantísimo. Y por lo menos he intentado trabajar todo lo que he podido, ser honesto, decente y poner mi granito de arena. Aquí todos hacen su trabajo, desde el que se cree más importante hasta el último diputado. He hecho todo lo que he podido, humildemente.
Usted es conocido por ser el ‘guardia civil de Podemos’, ¿le molesta le sigan llamando de este modo?
Al contrario. Yo creo que estoy haciendo mucha pedagogía. ¿Ves? Esa parte sí es mía. Ese mérito sí me lo voy a poner. Soy el primer guardia civil que llegó al Congreso de forma democrática. El anterior entró con una pistola. Y además estoy muy orgulloso y yo siempre he sido de izquierdas, progresista y feminista. Creo que he contribuido a hacer esa pedagogía. El de Vox en un debate me decía, ‘usted no es más andaluz que yo’. Y yo le dije, ‘ni usted más español que yo’. Enfrentarse políticamente a un guardia civil no es lo mismo. La derecha al final se apropia de la patria, de los símbolos... He hecho mucha pedagogía también para la izquierda, que hemos tenido muchos prejuicios con la Guardia Civil, con la bandera...
¿Se puede ser de izquierdas en la Guardia Civil, la Policía y el Ejército?
Yo desde que llegué a Podemos en 2015 no me he sentido de menos con mis compañeros. Ellos necesitaban también un referente, algo que te identifique con la patria, con tus símbolos. He hecho pedagogía por las dos partes. Los símbolos no son de la derecha, este país es de todos, porque lo hemos construido entre todos, sobre todo las clases más populares. El otro día cuando salía el obispo de Huelva en el Rocío, sólo le faltó decir que había que votar al PP y a Vox. Bueno, pues en fin, os lleváis la derecha al obispo de Huelva. Yo prefiero al papa Francisco.
¿Votaría a Podemos el papa Francisco?
Seguro, no me cabe la menor duda. Por las cosas que dice y hace, yo creo que votaría a Podemos. Pero claro, no está empadronado. Le pasa como a Olona. Y los obispos andaluces sí. Y esta gente sí vota. Me molesta que se apropien del Rocío, porque es de todos, me gusta, es la cultura de mi tierra. Como la Semana Santa, es nuestra cultura, es nuestro patrimonio histórico. Esos prejuicios, entre que la derecha se lo apropia y que la izquierda se lo regalamos... yo no regalo nada de lo que es nuestro.
¿Es la política lo que se esperaba?
En algunas cosas sí y en otras no. Me han sorprendido cosas... es que, claro, esto da para un libro. Yo siempre digo que esto es el taller de hacer leyes. Claro, se hacen leyes que cambian la vida de toda la gente y es muy importante. ¿Lo que yo me esperaba? No lo sabía, porque nunca había estado. Y como mi objetivo no era llegar al Congreso, nunca me lo pregunté. Ha sido una etapa bonita de aprendizaje, he conocido a muchísima gente, periodistas, ujieres, las limpiadoras, la gente que nos da de comer. Y políticos de otros partidos: del PP, del PSOE, de Cs, de ERC. Coincides en las comisiones y haces un poquito de hermanamiento, aunque sabes que nunca le vas a votar. Algunas veces coincides y te pagan un café o se lo pagas tú. La gente siempre pregunta si es teatro. Unas veces sí, pero otras no es tanto. Aquí se pasan muchas horas y no vas a ir diciendo que si este es del PP no le hablo. La gente es normal y los políticos también son personas.
Con lo que sabe hoy, ¿qué le diría a su yo de 2015 cuando se metió en esto?
Ya me lo dijo mi madre: no te metas en política. Al final, desde atrás es muy fácil ver las cosas. Me tocó, pues ya está. Si vienes con buenas intenciones, siendo honesto, honrado, no engañando a la gente.... En eso sí que tengo la conciencia tranquila, que no he engañado a nadie. He hecho lo que he podido y me hubiese gustado hacer muchas más cosas. Como guardia civil, me hubiese encantado que se hubiese aprobado la libertad sindical para los guardias civiles. Me voy con la pena de los militares con 45 años, que los echan a la calle. Pero bueno, en fin, Margarita [Robles, ministra de Defensa] está ahí... Yo pensaba que era cosa del PP, pero el PSOE, cuando se ponen de acuerdo los dos... Y muchos compañeros me han dicho, joder, te has olvidado de nosotros. No, lo que pasa es que estar en el Congreso no es tener una varita mágica. Yo estaría encantado de hacerlo. Me llevo esa cosita agria de que no he podido. Pero bueno.