El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha hecho un llamamiento a los europeos para que reduzcan la calefacción en sus casas, para intentar cortar los lazos económicos con Rusia por su invasión militar en Ucrania.
El jefe de la diplomacia comunitaria ha asegurado en un debate en el Parlamento Europeo que la ciudadanía necesita que “el ruido de las bombas a las 5 de la mañana al caer sobre Kiev” sirva para despertarles de “su sueño de bienestar”.
Borrell ha defendido la necesidad de aislar económicamente a Rusia y para ello ha justificado la posibilidad de bajar la calefacción en las casas, comparándolo con el uso de la mascarilla durante la pandemia del coronavirus: “Hay que hacerlo con Ucrania”.
Es un compromiso colectivo ante una tarea histórica
“Corte el gas en sus casas, disminuyan la dependencia de quién ataca a Ucrania. Es un compromiso colectivo ante una tarea histórica. Hemos empezado tarde, pero más vale tarde que nunca”, ha asegurado el Alto Representante de la UE para Política Exterior.
El jefe de la diplomacia comunitaria ha definido el ataque de Vladimir Putin en Ucrania como la apertura una nueva era histórica que servirá para marcar las políticas europeas las próximas décadas. Aunque también ha advertido que las sanciones aplicadas contra Rusia tendrán que reforzarse y mantenerse en el tiempo.
Borrell también ha invitado a la UE a repensar “que quiere ser” en materia militar y cree que debe avanzar los trabajos para construir una seguridad y defensa colectiva, reclamando a los Estados miembros un aumento del gasto militar.
“Todos preferimos la mantequilla a los cañones”, ha dicho, en referencia a lo difícil que es anunciar más inversión en Defensa, pero ha insistido en que, tomando como ejemplo a Alemania, en el contexto actual sería “negar la realidad”.
El drama de Ucrania, en 30 imágenes
Un refugiado trata de calentarse con un fuego en la frontera ucraniano-polaca
Una mujer adulta abraza a una pequeña a su llegada a la estación de Przemysl en Polonia, punto de entrada masiva de refugiado
Un núcleo de viviendas, derruidas a escombros tras un bombardeo sobre Bucha, cerca de Kiev
El cadáver calcinado de un hombre, en Bucha
Un mural en Cardiff (Gales), en apoyo del pueblo ucraniano
La mirada fija de una persona de avanzada edad en un refugio de la ciudad de Sievierodonetsk, en la región de Lugansk
Un grupo de civiles ucranianos colabora en el envío de armamento sobre un río tras el hundimiento de un puente
Un militar ucraniano saluda subido a un tanque
Un ciudadano se adentra en lo que era un club de ocio en Kiev para preparar cócteles molotov
Dos hermanas se abrazan en Berlín después de que tuvieran que abandonar Kiev
Los servicios de emergencia tratan de apagar el fuego tras el bombardeo ruso a la torre de televisión en Kiev
Una madre y su hijo esperan un tren para salir de Ucrania desde la estación de Leópolis (Lviv)
Refugiados ucranianos llegan a Polonia con lo que han podido rescatar de sus casas
Buena parte de la ciudad de Járkov, convertida en escombros por las bombas
Una refugiada ucraniana, espera con la mirada perdida en la frontera de Polonia
Vecinos de Zaporiyia preparan una reserva de cócteles molotov para combatir a los rusos
Una familia se abraza dentro de una tienda de campaña en Leópolis (Lviv)
Varios refugiados se hacinan en un improvisado centro de acogida junto a sus pocas pertenencias
Un refugio en Kiev sirve como almacén de cócteles molotov para combatir a las tropas rusas
Soldados ucranianos, en una morgue de Brovary
Destrozos en un edificio en Donetsk
Un hombre cruza un río en Kiev tras el derrumbe del puente
Una mujer trata de recoger lo que queda de una casa prácticamente destruida tras una explosión
Una familia de refugiados ucranianos camina por la frontera entre Moldavia y Ucrania
Refugiados ucranianos descansan, como pueden, en una estación de tren en Polonia
Una manta cubre el cadáver de una persona fallecida en el bombardeo de la plaza central de Járkov
En un punto de control en Brovary
Una refugiada ucraniana llega con sus pertenencias y su mascota a Hungría
Una refugiada ucraniana llega con sus pertenencias y su mascota a Hungría
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Uno de tantos peluches abandonados en la huida masiva de población de Kiev y otras ciudades