Lo que espera España de Joe Biden
El Gobierno español habla de una “nueva época” tras la marcha de Trump y espera aunar fuerzas en temas cruciales como la economía o el cambio climático.
“Una nueva etapa, una nueva era, un nuevo momento, tanto interno como externo”. Esta es la sensación que recorre al Gobierno de Pedro Sánchez sobre la llegada de la Administración Biden-Harris al poder. Soplan aires nuevos en Washington y en Madrid creen que van a cambiar muchas cosas.
En el Ejecutivo de Sánchez, según fuentes diplomáticas, esperan una relación “intensa y positiva” como aliados transatlánticos y estrechamente comprometidos. Y ese nuevo rumbo, confían, se verá en las relaciones bilaterales y en los organismos multilaterales, a los que no hacía especialmente caso Trump y contra los que cargaba en muchas ocasiones.
El Gobierno español habla de lo “extraordinariamente compleja” que ha resultado la transición entre las administraciones de Trump y de Joe Biden, con los hechos incluidos del asalto al Capitolio. Por ello entiende la diplomacia española que el nuevo presidente norteamericano y su equipo necesitan una concentración importante en todos los asuntos internos. En temas como la pandemia en el país más golpeado por el Covid y en el proceso de “trabajo de unificación de la nación ante la fractura que hay en estos momentos”. Las fuentes destacan los mensajes que han lanzado desde la nueva administración sobre salud, educación e infraestructuras también.
“Esperamos una relación muy constructiva con la nueva Administración, vamos a poner lo que sea necesario para que así sea, tanto en la agenda comercial y económica como en la más política, tanto bilateral como internacional”, indican estas fuentes diplomáticas.
Una de las preguntas que surgen durante estas horas es cuándo veremos una fotografía entre Biden y el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez. Todavía es “prematuro”, señalan las fuentes, hablar de fechas y planificar agendas porque hay un proceso de ratificación incluso de equipos en Washington.
Lo que recuerdan las fuentes es que los reyes de España tenían prevista una visita de Estado a los EEUU, invitados por el presidente saliente, pero que no se pudo realizar por la pandemia. Esa idea se puede retomar, añaden. Pero recuerdan que debido a la situación, los movimientos son muy limitados en la escena internacional, lo que hace muy difícil adelantar agendas internacionales, y comentan que todavía muchas reuniones de la UE se hacen vía telemática. Europa está coloreada en rojo por la alerta sanitaria.
Pero las fuentes señalan que hay varias citas internacionales en el radar que pueden permitir contactos directos entre las administraciones en los próximos meses. Es habitual que un nuevo presidente de EEUU se reúna con los líderes de la OTAN y de la UE, además hay prevista una cumbre del G-7 en junio en Cornualles, siendo Reino Unido el anfitrión. Son oportunidades de “saltos transatlánticos”, apostillan. Otras citas son las reuniones de ministros de Exteriores y de Defensa de la OTAN en este primer semestre de 2021.
El Gobierno español ve con muy buenos ojos la coincidencia en temas con la nueva Administración que marcarán las relaciones internacionales, como la lucha contra el cambio climático. En Madrid se celebra la vuelta al Acuerdo de París por parte de Biden: “La agenda verde es fundamental”. Al final del año se celebrará la COP 26 y en el Ejecutivo se subraya que Biden ha elegido a John Kerry para pilotar estos temas (que estuvo en la cumbre de Madrid como parte de la sociedad civil y con el que hay hilo directo).
El aspecto económico es también muy importante para España. Estados Unidos es el primer socio comercial extracomunitario, según datos de Exteriores, con una tendencia creciente en los últimos años de las exportaciones españolas. Todo esto en un contexto de crisis económica por los efectos del covid-19. “Nos parece fundamental una agenda de recuperación económica. Debe ser una prioridad, encontrar ejes de acción”, comentan las fuentes, que esperan superar los momentos de choque en temas como los aranceles entre EEUU y Europa de la época de Trump.
Al hilo, uno de los puntos que quiere mejorar el Gobierno es que España sepa encontrar “foros para dinamizar su presencia en Estados Unidos” porque muchas veces se quedan en estructuras de la UE allí.
En Madrid también saben que, en el lado político, es muy importante la relación y el “nuevo concepto estratégico en la OTAN”. “Tenemos que reforzar ese vínculo”, explican las fuentes, que además aprecian que a partir de ahora entrará más en juego y tendrá más importancia el conocido soft power (frente a las formas de Donald Trump), con temas como la cooperación al desarrollo y una diplomacia que va más allá de la tradicional.
No se adelanta desde el Gobierno qué va a pasar en las negociaciones sobre las bases militares en España, un tema que está en manos de Defensa en estos momentos. Pero se ahonda en que Washington valora “muchísimo” a España por sus relaciones defensivas y de seguridad, especialmente por la cooperación en la lucha contra el terrorismo.
En este mapa geopolítico, EEUU y España miran muy atentos a Venezuela. Estados Unidos tiene que decir qué va a hacer a partir de ahora, pero Madrid apunta que Washington tiene muy en cuenta al Gobierno en este tema por su historia y sus contactos en la región. España será propositiva y activa en cuanto al rumbo que debe tener la acción internacional con respecto a Caracas, “siempre en el marco de la UE”. “El objetivo es contribuir a que la solución política de la gravísima crisis la resuelvan los venezolanos”, inciden las fuentes. Y siempre con especial atención por la situación humanitaria.
Bienvenido, Mr Biden.