Javier Ayala: “No es malo hacer la moción de censura contra Ayuso y perderla”
Entrevista con el alcalde de Fuenlabrada, quien cree que "en Madrid se necesita que haya un debate de alternativa".
El alcalde socialista de Fuenlabrada, Javier Ayala, se ha erigido en contrapeso al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. La mascarilla no impide que la voz de este cordobés de 48 años, licenciado en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid, suene con fuerza cuando lamenta que las administraciones no hayan aprovechado los últimos cuatro meses para coger experiencia y evitar la segunda ola del coronavirus que está golpeando con fuerza a su ciudad: 766 casos de covid-19 por 100.000 habitantes en los últimos 14 días el pasado 6 de octubre, aunque llegó a superar los 1.100.
“Teníamos que haber puesto los métodos para haberlo cortado las administraciones. Y, en este caso, la administración competente en materia de Sanidad tenía que haber cortocircuitado con rastreadores, con centros de atención primaria… y no se hizo”, explica el regidor, que llegó a la alcaldía hace poco más de dos años, tras la jubilación de Manuel Robles, y que conservó tras las municipales del año pasado.
Ayala también sube el tono dentro de su partido, al que anima a hablar de una moción de censura que intente poner fin al Gobierno de coalición de PP y Cs y que, aunque no logre el respaldo suficiente, al menos sirva para abrir un debate sobre cómo se debe gobernar una región que mantiene confinados en sus municipios a 4,8 millones de ciudadanos. Mientras el PSOE da con un diputado más beligerante en la Asamblea para hacer oposición a Díaz Ayuso, los madrileños perciben a Ayala como el azote coyuntural al Gobierno autonómico.
¿Quién está haciendo más oposición a Díaz Ayuso?
Creo que no es una cuestión de hacer oposición. En este momento, los alcaldes de la zona Sur que hemos estado afectados por el primer confinamiento nos hemos rebelado ante una situación que no nos parecía ni igualitaria respecto a otros municipios ni de fácil ejecución. No sé si eso es oposición o no. Lo que sí hemos defendido es un planteamiento distinto.
¿Y qué está haciendo su partido?
Lo que debería estar haciendo es intentar poner encima de la mesa una alternativa política. Creo que es lo que se está planteando desde el Partido Socialista de Madrid. Otra cosa es que consiga los apoyos necesarios para esa moción necesaria. He venido reclamando un debate más abierto: hablar de la moción de censura no es malo. No sé si es el momento o no, pero no es malo. Es un instrumento que existe en democracia para poner encima de la mesa la valoración de cómo está actuando el Gobierno y, en este caso, el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
¿Y usted qué hace para propiciar la moción?
Este planteamiento lo he transmitido también en el seno de mi partido. El hecho de decir que creo que no es malo hablar de la moción de censura. Es más, incluso no es malo perderla. Las mociones de censura están para ganarlas o para perderlas. Creo que en Madrid se necesita que haya un debate de alternativas. Está clara cuál es la alternativa de la presidenta Díaz Ayuso y creo que tenemos que poner encima de la mesa cuál es nuestra alternativa como partido. Siempre he dicho que el gran valor que tiene nuestro partido para enseñar cuál es nuestro modelo son los ayuntamientos que gobernamos en ciudades de 200.000 habitantes. Frente al modelo de Díaz Ayuso, el modelo de los ayuntamientos socialistas.
¿Cuál es ese modelo?
Es un modelo basado básicamente en la protección social. Yo creo que cuando hemos vivido el primer confinamiento tuve la sensación de tener mucho trabajo desarrollado. Medidas en cuanto a becas se refiere a los chicos y chicas de 0 hasta la universidad en Fuenlabrada, que somos el municipio con más amplio espectro de ayudas a la educación. O tener una estructura con los mayores que nos ha permitido darle la atención que les prestábamos estando confinados. Estamos viendo que el modelo de la Comunidad es que decisiones que toma genere desigualdades. Por ejemplo el confinamiento por áreas sanitarias; unas áreas sí, unas áreas no. Las áreas de unos municipios sí y las de otros municipios del norte no. Frente a esto nos rebelamos.
¿Se romperá la alianza en el Gobierno autonómico?
No lo sé. Lo que veo es un PP intentando aplicar las tesis de Génova y un Cs de palmero del PP. He hecho un llamamiento a Inés Arrimadas, porque creo que esto sobrepasa todos los límites del partido de Cs a nivel de la Comunidad de Madrid. Hemos visto como el vicepresidente pues no se enteraba prácticamente de nada. Eso es lamentable.
¿Si tuviera al lado al señor Aguado qué le diría?
Le diría que en política venimos a hacer cosas, que creo que cuando uno termina su mandato político los vecinos te tienen que recordar por haber hecho algo y que a él le van a recordar por ser un palmero de Ayuso.
¿Qué ha hecho mal el Gobierno de la Comunidad de Madrid?
No escuchar a los ayuntamientos. He echado de menos tener un diálogo previo para poder establecer una serie de pautas. Y lo que ha hecho muy mal ha sido llegar tarde. En el mes de julio ya había indicadores del nivel contagio que nos hacía presagiar que íbamos a estar en esta circunstancia y lejos de potenciar los rastreadores, lejos de potenciar los centros de atención primaria, lo que se ha hecho ha sido continuar y esperar a llegar a una situación de contagio comunitario. Ahora es más complicado, las medidas son más costosas y más dolorosas económicamente también.
¿Por qué Fuenlabrada tiene los datos que tiene?
Sumado a los rastreadores y a la falta de centros de salud, que tenemos tres centros de salud cerrados, se une también que somos una ciudad con mucha movilidad. Evidentemente, hay un tanto por ciento muy elevado de ciudadanos que se desplaza en transporte público a Madrid a trabajar. Y luego también somos una ciudad muy joven. Somos una de las ciudades más jóvenes de España. Y sabemos que el sector joven ha sido el más indisciplinado a la hora de cumplir con esas medidas.
¿Cómo cree que afecta a la disciplina de los ciudadanos la batalla política entre instituciones?
Creo que ahora mismo los ciudadanos lo que quieren es salir cuanto antes de esta situación. Y sabemos que el mejor sistema es intentando reducir la movilidad. Es verdad que la confrontación política no ha sido muy constructiva, pero no es menos cierto que creo que había que tomar medidas importantes. Nadie tiene la fórmula secreta para parar los contagios. Pero es más fácil confinar una ciudad que confinar un barrio de una ciudad. Los vecinos lo que necesitan es claridad en las medidas, certeza y rapidez. Yo creo que son los tres requisitos que nos están demandando. Entonces, ¿que no ha ayudado la batalla? Yo creo que no ha ayudado. También es verdad que es un debate que tampoco podemos eludir.
¿Por qué es mejor confinar poblaciones enteras que zonas de salud? Se podía haber comunicado mejor en qué área sanitaria vive cada uno...
Es verdad que ahora mismo es muy fácil comunicar, pero a un cierto sector de la población. Yo no sé un señor de una cierta edad si va a ser consciente y conocedor de a qué área sanitaria pertenece o qué no. Son barreras territoriales que nosotros no tenemos en la cabeza. Yo creo que todo el mundo sabe en qué municipio vive, pero no todo el mundo sabe en qué área sanitaria vive.
¿Con qué armas cuenta un alcalde para frenar esta pandemia?
A pesar de no tener competencias en materia sanitaria, hemos tomado iniciativas para ayudar. Quiero recordar el hospital de campaña que ha sido de los mejores que ha habido a nivel nacional, donde pusimos a disposición del hospital de Fuenlabrada o las medidas sociales que también han ayudado. Nosotros en pleno confinamiento pusimos una serie de medidas… dar tablets a los chavales para que pudieran tener sus clases virtuales o llevar comida a los mayores a domicilio… Ese tipo de asistencia creo que también ayuda a paralizar los contagios.
Lleva poco más de dos años al frente de la alcaldía, ¿qué le ha enseñado toda esta crisis?
Creo que esto nos va a marcar a todos. Creo que de alguna forma, cuando es alcalde, sabe perfectamente, tiene su diseño del año, los presupuestos destinados a una serie de cuestiones… y esto lo que ha venido a ser consciente de que cuando te sientas en el sillón de la alcaldía puede pasar cualquier cosa. Yo siempre explico que he tenido dos momentos. Uno, que fue el de parar una ciudad como Fuenlabrada que tiene muchísima actividad y había que frenarla para que la gente se quedara en casa Y el otro, durante la subida del pico, que fue de mucha tensión porque veíamos que los servicios públicos no llegaban y estaba al límite el hospital.
¿Qué haría diferente?
Intentar adelantarse. Nosotros tuvimos la capacidad y no fue mérito del ayuntamiento, sino del hospital de Fuenlabrada, de actuar prácticamente diez días antes que el resto y eso facilitó estar en mejores circunstancias. Con lo cual, sí que he echado de menos que las administraciones debíamos ser mucho más rápidas e intentar prever. Yo no entiendo esta segunda ola. Hemos tenido cuatro meses, cogiendo experiencia, sabiendo más o menos lo que había que hacer y que nos encontremos en esta circunstancia, porque alguien no ha hecho sus deberes...
¿Y qué ha pasado? ¿Solo que alguien no ha hecho sus deberes en otra administración?
Creo que la OMS nos decía que esto iba de rastreadores y de detección precoz de contagios y no se ha hecho. El contagio es exponencial.