La izquierda confía en una movilización récord para dar la vuelta a las encuestas por un puñado de votos
PSOE, Más País y UP concentran sus esfuerzos en que salgan a votar los barrios y municipios del sur de manera masiva.
La situación es complicada, las encuestas no reman a favor, pero los partidos de izquierdas apuran las últimas horas de la campaña pensando que todavía hay margen. Queda partido, repiten. Una competición que entienden en el PSOE, Más País y Unidas Podemos que depende de movilizar al electorado progresista para frenar a Isabel Díaz Ayuso y Vox.
Lo tienen claro en el ala izquierda: si salen a votar en tromba los barrios del sur y los municipios del sur de la comunidad, puede haber cambio de Gobierno. Los tres partidos han intensificado sus actos en esas zonas, desde Villaverde a Parla pasando por Fuenlabrada. Ángel Gabilondo, candidato del PSOE, ha hecho hasta públicamente las cuentas: “Estamos a 50.000 votos como mucho”. Con otra cifra en la cabeza: el 20% está indeciso todavía.
Una recta final marcada especialmente por la tensión y por la crispación, con sobres con balas y proyectiles. Desde la derecha se acusa a la izquierda de “circo” y de “sobreactuación” para rentabilizar en sufragios ese clima, aunque fuentes del PP calculan que tampoco se están detectando mucha fuga de votos y que los únicos que pescan algo son Unidas Podemos y Vox. No obstante, las últimas encuestas publicadas, de El País y de ABC, siguen marcando la tendencia de que Isabel Díaz Ayuso podría sumar mayoría absoluta con Rocío Monasterio.
“Va a estar todo en un puñado de votos”, resumen fuentes de la candidatura de Ángel Gabilondo, que subrayan sobre el estado de los bloques: “Ni estamos tan mal como lo pintan ni ellos tan bien”. “La clave es la participación en los barrios humildes. Si toda nuestra gente va a votar, están fastidiados”, emiten desde la lista del PSOE madrileño.
Los socialistas no creen que UP salga tan bien parado como dicen los ‘populares’ en estos momentos, y se detecta más colisión de voto con Más Madrid. No obstante, desde el PSOE son tajantes y niegan que pueda haber un sorpasso de los de Errejón: “Ni de coña, el PSOE es el PSOE”. “Mónica será una buena compañera de viaje”, añaden.
En la candidatura de Gabilondo creen que la participación va al alza en estos momentos complicados porque la izquierdas se “mueve más por valores” a la hora de ir a votar. Y dan importancia a los apoyos que están consiguiendo en los últimos días, como el del presentador Jorge Javier Vázquez (que acudió el fin de semana pasado). Lo que sí se ha despejado es la política de alianzas, ahora con el PSOE abierto a pactar con Pablo Iglesias tras el desconcertante primer movimiento en el que decía que quería un Gobierno con Cs y Más Madrid.
Desde Unidas Podemos entienden que Gabilondo no tiene otra opción si dan los números y que el hecho de estar o no en el Gobierno o apoyar desde fuera no lo puede decidir Ferraz, sino el propio partido ‘morado’. Iglesias también confía en la movilización de las zonas de izquierdas para lograr el vuelco. El panorama es complicado, admiten en su entorno, pero creen que ahora hay más partido que hace dos semanas y que se ve movilización en los barrios durante los actos.
La sensación en Más Madrid es que ellos, como señalan las encuestas, son los que más están creciendo dentro del bloque progresista. “No hemos tocado techo”, afirmaba el líder de Más País, Íñigo Errejón, durante una entrevista con El HuffPost. Una de las bazas que tienen, señalan desde la candidatura, es que Mónica García está jugando un efecto sorpresa y que gana más votos cada día que la conocen más los madrileños con su estilo de propuestas concretas y de la vida cotidiana. Con una constante: si se vota igual en Fuenlabrada o en Villaverde que en La Moraleja o en el barrio de Salamanca, puede haber un Gobierno distinto a partir de la semana que viene.
La izquierda echa el resto estos días para lograr esa participación que podría ser récord, pero que tiene un factor en contra: el martes es laborable, aunque sea festivo para los colegios. Esto hace que la clase obrera, entienden, tenga más difícil ir a votar. No obstante, los sondeos dan cifras muy altas: casi un 80% considera el CIS o del 76% apunta GAD3 para ABC (ocho punto más que en las elecciones de 2019). El martes se sabrá el final.