Israel carga contra las marchas en la frontera de Gaza y se tensa el alto el fuego
Hay 41 palestinos y un soldado israelí heridos, en el choque más grave desde la ofensiva contra la franja del pasado mayo.
El Ejército israelí bombardeó la madrugada de este domingo la franja de Gaza después de que la tarde del sábado cientos de palestinos protestaran en las inmediaciones del muro que rodea el enclave durante un acto organizado por Hamás para recordar el incendio en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, hace 52 años.
El ataque aéreo se produjo después de que los militares israelíes dispararan contra la concentración para tratar de prevenir su acercamiento hasta el muro fronterizo. Los manifestantes lanzaron cócteles molotov, quemaron neumáticos y trataron en algunos casos de trepar por el muro fronterizo, según la agencia France Presse. Durante los enfrentamientos, 41 palestinos resultaron heridos, entre ellos 10 niños, uno de ellos con un disparo en la cabeza. También resultó gravemente herido de bala un francotirador israelí.
Estos últimos encontronazos llegan tres meses después de que Israel y Hamás firmaran un alto en fuego en Gaza. Auspiciado por Egipto, el acuerdo sirvió para cerrar los 11 días de guerra abierta entre ambos bandos, que se saldó con la muerte de 289 palestinos y 13 israelíes, a lo que habría que añadir la destrucción de miles de viviendas y otras infraestructuras en la Franja.
La reconstrucción no ha comenzado. Israel ha condicionado esta vez la entrada de ayuda a la entrega por parte de Hamás de los cadáveres de dos soldados israelís fallecidos durante la ofensiva y la liberación de dos de sus ciudadanos que estarían bajo custodia de Hamás desde que accedieran clandestinamente a Gaza hace unos años. Los islamistas reclaman a cambio la liberación de cientos de presos palestinos.
La semana pasada Israel autorizó el envío de fondos desde Catar a Gaza, suspendidos a raíz de la última gran operación militar. El acuerdo, negociado bajo los auspicios de Naciones Unidas, permitirá al emirato del Golfo transferir 10 millones de dólares mensuales a Gaza, con la intención de ayudar a unas 100.000 familias palestinas. Las transferencias se realizarán a través de bancos supervisados por la ONU. Israel había reclamado que la Autoridad Nacional Palestina se implicara en las transferencias para evitar que el dinero llegara a los beneficiarios sin pasar por Hamás.