Para la reina Isabel II, 95 años no son tantos. Al menos así lo parece, porque la monarca británica se siente demasiado joven para admitir que se le conceda el premio Oldie of the Year (El viejito del año). Conclusión: lo ha rechazado.
El secretario privado de Isabel II se encargó de enviar una carta a la cabecera para explicar su postura. “Su Majestad cree que uno es tan mayor como se siente, por lo que considera que no cumple los requisitos necesarios para aceptar el premio y espera que encuentren a alguien que lo merezca más”, dice el escrito.
Por su parte, la esposa del príncipe Carlos mostró una postura opuesta. “Ver a los hijos crecer, disfrutar de los nietos, tener más tiempo para leer y asistir a almuerzos tan alegres como este” es para ella envejecer.
“No hay nada mejor para la moral que recordar que los años pasan cada vez más rápido y que las piezas han comenzado a salirse de su montura original”, bromeó el duque de Edimburgo cuando recogió su galardón.