INSTRUCCIONES PARA... Montar el despacho de tus sueños
Porque teletrabajar es tendencia.
Teletrabajar hoy es una imposición pero dentro de unas semanas puede ser una opción que muchos, por voluntad propia o ajena, recibirán con satisfacción porque permite conciliar, ahorrar tiempo e incluso ahorrar dinero.
Teletrabajar exige dedicar un espacio de tu casa a esa actividad, un lugar hasta cierto punto aislado para mantener la concentración y en el que poder disponer un escritorio y mobiliario que nos permita tener ordenado el material.
¿Tú también te has dado cuenta de que necesitas habilitar un despacho que te permita teletrabajar cómodamente? ¿Qué cosas debes tener en cuenta para sacar el máximo provecho a ese espacio?
Te lo contamos:
Por una cuestión de concentración, elige la habitación con menos ruido, la más tranquila o la más alejada de la zona con mayor actividad de la casa si vives con más gente.
“Será el espacio en el que pases mucho tiempo, por eso tiene que ser amplio y cómodo, con una temperatura adecuada para estar a gusto y pensar solo en trabajar”, nos recuerda la interiorista de Ikea, María Lizarraga.
La mesa es el elemento central de este rincón. Busca una mesa ideal, que se adapte bien al espacio que tienes y que tenga el tamaño adecuado para trabajar. Recuerda que sobre ella tienes que colocar el ordenador y debes poder tomar notas y escribir.
Si la mesa es lo bastante grande, distribuye por encima cajas y cubos de almacenaje donde guardar y tener todo ordenado para que el ambiente sea menos caótico.
Si por una cuestión de espacio, en la mesa no puedes colocar nada, opta por una cajonera donde tener todo organizado.
Vas a pasar muchas horas sentado en esa silla, así que no escatimes ni en tiempo ni en dinero a la hora de elegirla.
Es importante que cuente con refuerzo lumbar, que sea regulable en altura y que el respaldo se pueda inclinar para que busques la comodidad según pasa el tiempo.
En cuanto al material, que el asiento esté acolchado y que no nos de calor son dos de los aspectos que hay que valorar.
Tu despacho no puede ser un sitio aséptico, como el que tienes en la oficina, así que imprime tu sello en él a la hora de decorarlo -pero no te pases para no distraerte demasiado-.
Por ejemplo, coloca alguna foto o lámina enmarcada, alguna planta, un ‘collage’ de fotos... cosas que pueden ayudar a inspirarte.
Y de nuevo nos recuerda María Lizarraga que es mejor “usar colores neutros para crear un ambiente agradable y relajante. Si usas colores vivos quizás lleguen a activarte demasiado y te produzcan fatiga visual”.
Aprovecha siempre que puedas iluminación natural y coloca la mesa cerca de una ventana. Ahora bien, evita que quede a tu espalda para que el sol no se refleje en la pantalla.
Una luz en tu escritorio es imprescindible y lo recomendable es que sea fría y neutra, aunque lo mejor es que instales una bombilla regulable para que puedas adaptarla a tu gusto.
Si el espacio te lo permite, coloca un sofá o sillón para parar de vez en cuando, tomar un café o un té, leer un poco o desconectar. Coloca una mesa cerca para poder dejar libros, revistas, la taza...
Y ya lo mejor de lo mejor, si te lo puedes permitir, es poner un sofá amplio para poder tumbarte un poco y relajarte.
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