No menosprecies el testimonio de Rocío Carrasco
"Necesitamos más mujeres que den el paso al frente".
En casi cuatro horas de programa, y tras 25 años de silencio, Rocío Carrasco pasó de ser un ‘diablo’ y “una mala madre” para muchos espacios del corazón y audiencia a ser una víctima. Su testimonio en la serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva, emitido en Telecinco, ha sido más que revolucionario. No sólo en la calles: en las redes sociales seguía siendo uno de los temas más comentados 24 horas después del programa. “Es lo que le pasa a todas las mujeres que han sufrido violencia de género. No les creen nunca. De hecho, muchos de los que participaron en la tertulia rectificaron su opinión y se han dado cuenta de lo que hay. No por lo que cuenta ella, sino porque empiezan a entender cosas”, explica Gregorio Gómez Mata, secretario de la Asociación ALMA.
Entre otras muchas declaraciones, Rocío Carrasco dijo mirando a cámara entre lágrimas y con síntomas visibles de ansiedad sobre su exmarido Antonio David Flores: “Nunca se le ha cuestionado, siempre se ha dado por veraz lo que esta persona ha dicho de mí. Si no hubiese tenido a mis hijos no me habría importado, pero eso es lo que recibían mis hijos día a día y con lo que ellos han crecido, con ese ’mala madre”.
Su dolor es, sobre todo, el que surge después de que le hayan arrancado “lo más importante” de su vida, sus hijos. Carrasco aseguró que el colaborador, del que Telecinco ha decidido prescindir en sus programas, le increpaba cuando llegaba a su casa a dejar a los niños. La hija de Rocío Jurado está diagnosticada desde 2011 de un síndrome ansioso-depresivo moderado y grave cronificado en el tiempo.
Como apunta a El HuffPost la ministra de Igualdad, Irene Montero, la importancia de esta entrevista no sólo reside en la cantidad de gente a la que ha llegado y en las mujeres que se puedan sentir identificadas, sino también en todas “las que sufren o han sufrido violencia machista y no lo han denunciado por miedo a no ser creídas, como dicen los datos de la macroencuesta que presentamos”.
Datos, indica la ministra, que son preocupantes: “De media se tardan 8 años y 8 meses en denunciar la violencia machista. El ‘Yo sí te creo’ es una manera de ensanchar esas puertas de acceso, y más cuando se tiene una repercusión a tan gran escala. Que todas esas mujeres que han visto el programa y viven una situación de violencia machista sepan que no están solas”.
No hay un “prototipo” de mujer maltratada
Es importantísimo “señalar que en la cuestión del maltrato a las mujeres no hay ninguna barrera, ni que seas rico ni que seas pobre, ni que tengas una madre famosa o anónima”, indica la expolítica y abogada Cristina Almeida. De ahí también la importancia de que se emita en una cadena como Telecinco, en la que más de 9,5 millones de personas vieron alguna parte del programa este domingo. De hecho, Gómez Mata reconoce que ALMA ha recibido ya varias llamadas a raíz del documental de mujeres que se han visto reflejadas.
“Con la audiencia que tiene y con el tipo de programas que emite en los que todo ha sido siempre a favor del padre, que alguien diga ‘ahora voy a hablar yo’, independientemente de las razones que le muevan, es importante. Desgraciadamente, sólo en estos casos la trascendencia es tan grande, y hace ver que el maltrato es algo muy cotidiano”, puntualiza Almeida.
Incluso políticos como Íñigo Errejón, líder de Más País, Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE, y también Irene Montero se pronunciaron sobre el testimonio de la hija de Rocío Jurado en Twitter.
Aunque esto no es nuevo. Cristina Almeida ya vivió esta situación hace años con Carmina Ordóñez, recuerda. “Denunció a Ernesto Neyra y el juez dijo que ‘no era el prototipo de mujer maltratada’. No hay un prototipo, este tipo de cosas demuestran que el maltrato es consustancial a las mujeres de todo el mundo por una cuestión heteropatriarcal y machista que está en todas las sociedades”, relata la abogada.
En el caso de Rocío Carrasco, “siempre ha tenido una visibilidad en los medios relacionada con otros asuntos y no con este problema”, por eso para Almeida es tan importante su discurso como que “su supuesto maltratador —una figura que siempre cuida su imagen hacia el exterior y que consigue la distancia emocional de la que no se desprende la víctima, según los expertos— ya no esté en en todos los programas, hablando de todo el mundo y acallando el problema, como si no pasara nada. Necesitan su reproche y Telecinco se lo ha dado”.
Como ha apuntado Carlota Corredera este lunes en Sálvame, los protagonistas de estas tragedias también son los hijos, porque el maltrato está vinculado también a la maternidad. En este punto coincide el secretario de la asociación ALMA: “El pacto de estado está guardado en un cajón. Rocío Carrasco habla en el documental de la manipulación que sufren sus hijos. El pacto de estado decía que en el momento que hubiera una denuncia por violencia de género la custodia compartida se eliminaría, pero sigue ahí”. Como en el caso de Rocío Carrasco y Antonio David Flores.
“Su testimonio demuestra que la violencia de género no depende de estatus sociales ni de formación, ese es el error que comete la sociedad, afecta a cualquier mujer. En Rocío se ve cómo es el proceso de la manipulación. Necesitamos más mujeres que den el paso al frente”, sentencia Gregorio Gómez Mata.