Iker Jiménez y Carmen Porter viven una noche de terror en sus vacaciones en Japón
"En el momento preciso en que el aire silba con fuerza".
"Acaba de sonar una sirena de esas que te transporta totalmente a la Segunda Guerra Mundial", así introducía Iker Jiménez su relato sobre el inesperado episodio que le ha tocado vivir durante las vacaciones que está pasando en Japón junto a su mujer, Carmen Porter, y su hija Alma, de seis años.
Un tifón sorprendió el pasado viernes a la familia y los ha tenido encerrados en la habitación de la planta 32 de un hotel de Tokio durante todo el fin de semana.
Ante esta adversidad, el comandante de la Nave del Misterio optó por ir contado su experiencia mediante un hilo en su cuenta oficial de Twitter como si se tratase de uno de los escalofriantes casos que habitualmente trata en Cuarto Milenio (Cuatro).
"En el momento preciso en que el aire silba con fuerza. Son las 23.55 y el tifón llega a Tokio poco a poco".
Jiménez tranquilizó a sus seguidores afirmando que a pesar del peligro que supone verse envuelto en un fenómeno meteorológico adverso, como un tifón, ellos estaban seguros. "Los cristales son buenos, no hay problema ni peligro aquí dentro. Están acostumbrados", escribió.
A pesar de la alarma creada por la extrema precaución de las autoridades del país nipón, Jiménez y su familia pasaron la noche más o menos tranquilos. "No hay tempestad ni nada que se le parezca y eso que los informativos estaban venga a informar de ello", aseguró, y se despidió prometiendo que si al día siguiente ocurría algo importante, lo contaría.
Y ocurrió. Un día después, al fin llegó la tormenta.
Sin embargo, esta mala experiencia con el clima no ha conseguido mermar la admiración de Jiménez por la cultura y el civismo de los japoneses y, una vez más, el periodista ha insistido en la impecable conducta que está observando en la conducta de la gente.
"Lo más importante, con o sin tifón, es que las muestras de respeto, educación y civismo te dejan k.o. Por simple comparativa. Un ejemplo gráfico: En Japón se puede beber en la calle. Ayer por la noche pasé por una con miles de personas jóvenes de botellón. No había ni un papel en el suelo. Cero basura. Cero", decía uno de sus tuits.
Tras dos días de viento y tormenta azotando la ciudad, el tifón dejó de ser una amenaza y la familia pudo este domingo volver a salir a la calle con normalidad. Porter daba la buena noticia a sus fans con una bonita foto con su hija. "El tifón ha pasado y ha salido el arcoíris en forma de algodón de azúcar".