El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) ha alertado este lunes de la detección de varios grupos registrados en la red social Telegram en los que se ofrece ayuda para conseguir, de forma ilegal, el certificado de vacuna covid-19 o de PCR negativa.
El instituto, con sede en León, precisa en un comunicado que los propios usuarios que han intentado obtener dicho certificado se han convertido en víctimas de un fraude tras haber realizado el pago para su obtención.
El Incibe recomienda a quienes hayan intentado obtener un certificado de vacuna o de PCR negativa de forma ilegal eliminar la conversación y bloquear el contacto a través de Telegram o de la plataforma por la que haya contactado.
En caso de que se haya contactado con el perfil y facilitado datos personales, la indicación es la de realizar una búsqueda de su nombre y otros datos personales en el buscador (egosurfing) de forma periódica.
En caso de haber realizado el pago solicitado por el delincuente, se recomienda contactar lo antes posible con la entidad bancaria
El centro tecnológico añade que si se detecta que se está utilizando indebidamente información las personas afectadas pueden ejercer sus derechos de acceso, rectificación, oposición y supresión al tratamiento de tus datos personales siguiendo las pautas que proporciona la Agencia Española de Protección de Datos.
En caso de haber realizado el pago solicitado por el ciberdelincuente, se recomienda contactar lo antes posible con la entidad bancaria para informarle de lo sucedido, y permanecer atento y monitorizar periódicamente los movimientos bancarios.
Se aconseja a quienes hayan sido víctima de este fraude recoger todas las evidencias posibles (capturas de pantalla, e-mails, mensajes...) y contactar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) o el propio Incibe a través de la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI).
El coronavirus mata: esta es la prueba gráfica
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
Un empleado del crematorio recoge las cenizas de un fallecido por covid en el tatatorio de Mémora, Girona.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
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El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.