Hungría bloquea las negociaciones sobre el embargo de la UE al petróleo ruso
Los de Orbán, más Eslovaquia o República Checa, se plantan ante su enorme dependencia del crudo de Moscú.
La países de la Unión Europea fueron incapaces de lograr este domingo un acuerdo para prohibir las importaciones de petróleo de Rusia como respuesta a la guerra de Ucrania, por las dificultades que plantea para algunos socios su dependencia del crudo de Moscú.
El encuentro de los embajadores de los Veintisiete ante la UE comenzó aproximadamente a mediodía y se prolongó durante una hora y media, explican fuentes diplomáticas, sin que las capitales europeas consiguiesen desbloquear las reservas de países como Hungría, Eslovaquia o República Checa.
El embargo al petróleo sigue siendo la principal dificultad para sacar adelante el sexto paquete de represalias del bloque contra el Kremlin, a pesar de que la propuesta original de la Comisión Europea contempla un plazo genérico de retirada que va hasta final de año y da un año más a Hungría y Eslovaquia por su dependencia en las importaciones de crudo ruso por oleoducto.
Durante las últimas horas se han logrado “avances muy importantes” sobre “la mayoría de los elementos” que conforman el paquete, pero “queda trabajo” para lograr el acuerdo, precisan las mismas fuentes.
En particular, sobre las garantías que buscan Budapest, Bratislava y Praga para asegurarse un suministro suficiente de este hidrocarburo cuando renuncien al crudo ruso, del que son muy dependientes a través de importaciones por oleoducto.
El objetivo del club europeo, por tanto, es proseguir con los contactos “a todos los niveles” a comienzos de la próxima semana para conseguir “lo más rápidamente posible” un acuerdo sobre el sexto paquete de sanciones.
La propuesta del Ejecutivo comunitario, presentada el miércoles, aspira a prohibir las importaciones de petróleo ruso en la UE seis meses después de la entrada en vigor de las sanciones, mientras que en el caso del petróleo refinado el plazo se amplía a ocho meses.
En el caso de Hungría y Eslovaquia, gozarían de un plazo mayor, hasta el 31 de diciembre de 2023, pero a ambos países les parece corto y a ellos se unió también República Checa, que pidió que fuera de tres años.
En todo caso, las sanciones también vetarían toda posible asistencia técnica, directa o indirecta y todo servicio de intermediación, incluida la financiera y los seguros, que estén relacionados con la prohibición al petróleo ruso.
Además, para evitar que los petroleros rusos puedan esquivar las sanciones, el texto pide prohibir el transporte de petróleo ruso en todas sus modalidades, incluidas las trasferencias de carga “de barco a barco” de naves rusas a cargueros de otro pabellón.
Por otro lado, Bruselas propone añadir a la lista de bancos rusos excluidos del sistema internacional de transacciones Swift a Sberbank, el mayor del país, así como al Banco Agrícola de Rusia, participado al cien por cien por el Estado, y al Banco de Crédito de Moscú.
Bruselas ha propuesto también sancionar a individuos, como al coronel ruso conocido como “el carnicero de Bucha” o el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, y a una veintena de empresas vinculadas al Ministerio de Defensa o el Ejército ruso, así como a tres medios de comunicación.