HRW denuncia ejecuciones de civiles por parte de las fuerzas del Gobierno iraquí en Mosul
La ONU insiste en que unos 200.000 inocentes permanecen atrapados en la ciudad, que fue el principal feudo del Estado Islámico en el país.
La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes que fuerzas progubernamentales han llevado a cabo ejecuciones sumarias de civiles en áreas liberadas de la ciudad septentrional de Mosul desde que la ofensiva para retomar la urbe iraquí comenzase el pasado octubre de 2016.
En un comunicado, HRW documentó la existencia de al menos 26 cadáveres con los ojos vendados y maniatados en zonas de Mosul controladas ahora por el Gobierno de Irak.
"La ausencia de voluntad por parte del Gobierno para investigar estas muertes contradice sus propias declaraciones a favor de la protección de los derechos de los detenidos", afirmó Lama Fakih, subdirectora para Oriente Medio de HRW.
Según la ONG, las fuerzas iraquíes están deteniendo y ocultando a gente que huye de la ciudad, en algunos casos en centros no oficiales y sin revelar información alguna sobre el número de detenidos ni las acusaciones que se ciernen sobre ellos.
¿FÓSFORO BLANCO?
El Ejército iraquí ha negado este lunes, además, el empleo de fósforo blanco, un arma prohibida internacionalmente, en su ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI, ISIS, Daesh) en la ciudad. El ISIS dijo el domingo que aviones de la coalición internacional liderada por Estados Unidos habían lanzado ataques con fósforo blanco en un barrio del oeste de Mosul, una información que también difundieron varios medios locales.
Husam al Abar, diputado del Consejo provincial de Nínive -cuya capital es Mosul-, aseguró a la Agencia Efe que aparatos de la coalición bombardearon con fósforo blanco varias zonas dentro de un complejo médico en la no había civiles, pero sí un gran número de combatientes yihadistas, según su relato. Según Al Abar, el objetivo de dichos ataques fue el hospital Avicena, situado en el barrio Al Zanyili, a la altura del Puente Segundo, que cruza el río Tigris. Sin embargo, el Órgano de Información de Guerra del Ejército iraquí indicó que las informaciones sobre el empleo de fósforo blanco eran "imprecisas".
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Esta portavocía castrense aseguró que el pasado 3 de junio, cerca del hospital Al Yumhuriya, también en la parte occidental de Mosul, el Ejército pidió a la aviación que lanzara bombas de humo para proteger la evacuación de un gran número de civiles de los disparos de francotiradores. El órgano informativo, insistió en que este tipo de medios disuasorios se ha empleado en otras ocasiones durante la batalla de Mosul contra los yihadistas del ISIS.
Un vecino atrapado en los combates en el barrio de Al Shafaa, cerca de donde fueron lanzadas las supuestas bombas de fósforo, aseguró por teléfono a Efe que varias personas sufrieron asfixia tras el lanzamiento de dichos artefactos, especialmente niños y mayores. El habitante de Mosul, que se identificó como Salem Sharif, aseguró que desprendieron un claro olor a fósforo "que se mezclaba con el olor a muerte que desprenden los cadáveres atrapados en los escombros de los edificios destruidos por las bombas".
Este desmentido se produce dos días después de que el mando de las Operaciones Conjuntas advirtiera a todos los medios de información de que únicamente el canal oficial Al Iraquiya tiene permiso para emitir en directo desde el campo de batalla. Las autoridades militares insistieron en que retirarán el permiso a todo canal que se salte esta prohibición.
LOS ÚLTIMOS REDUCTOS
La ofensiva de Mosul contra el Estado Islámico comenzó el pasado octubre, se alargó hasta enero en la mitad este de la ciudad y un mes después las fuerzas iraquíes lanzaron las operaciones en los barrios al oeste del río Tigris, que divide la ciudad en dos.
La ONU advirtió el pasado 30 de mayo que alrededor de 200.000 civiles permanecen todavía atrapados en la ciudad, que fue el principal feudo de los yihadistas en Irak.