Honoris Causa al pintor Antonio López
Así es el protocolo del acto más solemne de las universidades
El pintor Antonio López será investido hoy doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid. Aunque cada universidad tiene detalles y formas que no todas comparten, el grueso de la ceremonia es muy similar en todas ellas. Unas la incluyen en la celebración de sus Santos Patrones o de Santo Tomás de Aquino; otras la incluyen dentro de los actos preparados por algún motivo de la propia institución. Lo que sí es en todas, es la más solemne.
Y como en todo acto muy solemne, antes de salir a escena, también entre bambalinas hay alguna acción importante. El protocolo tiene en este territorio mucho campo para su aplicación. Los actores se preparan: doctorandos, padrinos, rectores, secretarios generales y miembros de la comitiva han de revestirse con el traje académico. Lo normal es que se habilite alguna sala para ello.
A los nuevos doctores, acompañados de sus padrinos, les recibe -por lo general- el rector y juntos entrarán en la sala donde se les presentará a las autoridades académicas, claustro de profesores y posibles autoridades que vayan a asistir al acto y donde les ayudarán a revestirse.
Para acceder a la sala de la ceremonia, el claustro se ordena en comitiva: por el orden de sus facultades. Si hay escuelas universitarias, éstas van delante. Detrás del claustro se sitúan los directores de Institutos Universitarios y de Escuelas Adscritas; los decanos y directores de Escuelas Universitarias; el consejo de gobierno y la presidencia. El orden de colocación en la comitiva es el inverso al de sus precedencias: el rector ocupa el último lugar. Delante de todos ellos se sitúan los maceros y el maestro de ceremonias que porta el bastón con el que en algunas universidades aun se golpea el suelo cuando se da acceso a la sala al doctorando. Doctorando y padrino esperan a que se les llame para acceder a la sala.
La comitiva entra en ella mientras suena, habitualmente, el himno Veni Creator Spiritus, himno que invoca al Espíritu Santo para rogarle nos llene de gracias; el claustro ocupa sus sitios -se les habrá asignado filas por facultades- y los miembros de la presidencia acceden a ella. Preside la ceremonia el rector a quien acompañan aquellas personas que en cada caso se estimen oportunas. Entre ellas, el secretario general que dará lectura de los acuerdos. El acto se inicia con el habitual:
"Doctores, sentaos y cubríos" o "Doctores, sentaos y descubríos", según si la comitiva ha accedido a la sala con el birrete puesto o con él en la mano. Depende de la costumbre de cada universidad y de factores ajenos que condicionan mucho (el traje no le queda bien a nadie; el calor en algunas ciudades españolas es insufrible...). En todo caso, las intervenciones se deberían hacer con el birrete puesto.
Abierta la sesión, el secretario general leerá el acta de concesión del grado y el rector pedirá a algún miembro del claustro -habitualmente el decano de la facultad que ha propuesto el grado- que vaya a buscar al doctorando. Acompañado de su padrino entrará en la sala, con el birrete en la mano, y ocupará el lugar que se le ha designado para la ceremonia.
Llega entonces el turno de las intervenciones. Primero se leerá la laudatio: un resumen de los méritos por los que se concede el honor máximo al doctorando. Terminada la lectura, el Rector Magnífico se pone en pie, y anuncia la solemne investidura. En mesa aparte, habitualmente delante de la presidencial, se disponen los atributos de Doctor Honoris Causa. Hasta allí se ha acerca el doctorando acompañado por su padrino. Con ligeras variaciones, el Rector le recibirá con las siguientes palabras:
Tras lo cual procederá a entregarle dichos atributos: birrete, anillo, Libro de la Ciencia, medalla y guantes. Cada una de estas entregas va acompañada de la frase ritual que corresponde al objeto simbólico que se entrega.
El birrete:
La medalla:
Y losguantes, como símbolo de pureza y ecuanimidad.
En algunas universidades, el rector también le coloca el anillo que simboliza su compromiso con la universidad y con la ciencia.
Según la universidad, o bien antes o bien después de la entrega de los atributos y de la imposición del birrete, se hace el juramento. La fórmula de este juramento también varía, pero en todas ellas el nuevo doctor contesta afirmativamente, el Rector acepta y le admite en el claustro. El abrazo posterior entre ambos simboliza la fraternidad, su pertenencia al grupo.
El nuevo doctor, entonces pronuncia su discurso.
La ceremonia se cierra con la intervención del Rector y con el himno universitario por excelencia: el "Gaudeamus Igitur" que pone en pie a todos los presentes.