Hiyab, niqab y burka: cuáles son los distintos tipos de velo en los países de mayoría musulmana
El mundial de Qatar rescata una duda aún común en Occidente y el debate sobre un símbolo sexista que aún se endulza envuelto en lo religioso y lo cultural.
Lo resumimos en dos palabras, velo islámico, pero no todo es igual: burka, niqab, chador, hiyab... En el mundo musulmán, la variedad de maneras de tapar a las mujeres adquiere muchos nombres, formas y límites. El Mundial 2022, que se celebra en un país como Qatar, donde el 77,5% de sus 2,6 millones de habitantes son musulmanes, rescata una duda común en Occidente y, sobre y todo, el debate sobre un símbolo sexista que hay quien defiende por supuestos motivos religiosos, culturales o tradicionales.
Los velos se diferencian, sobre todo, en el largo de la tela y en las zonas del cuerpo de las mujeres que deben tapar. Van desde el pelo a los pies, con términos medios. En general, el término hiyab, de origen árabe y por extensión utilizada en todo el mundo islámico, no se refiere a una prenda concreta, como solemos pensar. Quiere decir literalmente “cobertura” o “prenda que tapa”, por eso se habla de forma genérica de la obligación de “observar o respetar el hiyab”, cuando determinados musulmanes hablan de su vestir. Así que el hiyab no es un tipo de pañuelo, sino una norma. Las distintas formas son las que reciben su propio nombre.
Estos son los más comunes, una guía para entenderlos, viajes o no a la sede del campeonato del mundo de fútbol.
Hiyab: Aunque ahora ya sabemos que se refiere al todo, con esta palabra se entiende que en Occidente hablamos del velo islámico más extendido, un pañuelo ajustado que rodea la cabeza y el cuello, pero no cubre nada del rostro. El menos rigorista de todos. Sus colores y dibujos varían por zonas, modas, combinaciones o necesidad.
Burka: Se trata de una prenda de cuerpo entero que cubre de la cabeza a los pies, incluido el rostro. Los ojos quedan tapados por un enmallado que limita la visión. Saltó a los medios occidentales por Afganistán y su imposición por parte de los talibanes, cuando llegaron al poder en 1996. El año pasado, cuando volvieron a hacerse con el poder 10 años después de la entrada de EEUU en el terreno, lo volvieron a exigir. Esta prenda se introdujo en el país durante el mandato de Habibullah Khan, a comienzos del siglo XX, con el objetivo de impedir que los hombres miraran a las mujeres que formaban parte de su harén. Hoy se utiliza especialmente en Afganistán y Pakistán.
Niqab: Se trata de un velo facial completo, que solo deja al descubierto los ojos, con una abertura mínima. Se ata detrás de la cabeza con un lazo. Proviene de la influencia de la predicación wahhabí (una versión radical del islam difundida desde Arabia Saudí a partir de finales de los años 70 del siglo pasado). Se utiliza en países árabes del golfo Pérsico y también se puede encontrar en Asia occidental y en África, así como en la India. No pocas veces se acompaña de guantes, para que tampoco se puedan vez las manos de la mujer.
Chador: Es una prenda negra que cubre todo el cuerpo, pero deja el rostro al descubierto. Una especie de semicírculo, qe envuelve desde la cabeza, cubre todo el cuerpo y se sostiene sin ganchos, con unos pliegues desde el cuello. Suele ser negro si las mujeres se presentan en público y más colorido si es para el interior de la casa o la mezquita. Puede combinarse con un pañuelo en la cabeza. En Occidente lo conocemos, sobre todo, porque se popularizó en Irán tras la Revolución Islámica iraní, aunque también lo usan las chíes piadosas de Líbano, Irak, Bahréin y Arabia Saudí, entre otras.
Abaya: Es una variante del chador. Las piadosas suníes de Qatar o Arabia Saudí o Faluya (Irak) utilizan este atuendo, al igual que en territorios del norte de África. En las zonas rurales de Túnez y Argelia (que son dos países suníes), las mujeres se cubren una tela similar, pero de color blanco en vez del negro. Bajo esta túnica, también se puede llevar un pañuelo o toca.
Shayla: Es un pañuelo de forma rectangular, similar al hiyab, que cubre la cabeza y los hombros. Hay distintas formas de usarlo, aunque lo normal es enrollarlo en el cuello y engancharlo a la altura de los hombros. A veces se luce suelto, a veces con pasadores. Es popular en la región del Golfo, por lo que también se dejarán ver en Qatar, aunque también se ha extendido a otros países por ser sencillo de llevar.
Al-Amira: Este velo tiene dos piezas: por un lado, una especie de gorro cilíndrico que cubre la cabeza y el pelo, y por el otro, una pieza larga, de forma rectangular, que tapa los hombros. El cuello queda cubierto, pero el rostro es visible. Suele ser usado por mujeres jóvenes, más activas, ya que es más fácil que se mantenga en su lugar.
Khimar: El khimar es un velo que cubre la cabeza y el cuerpo de la mujer al menos hasta la cintura. Deja el rostro al descubierto pero oculta todo el torso y los brazos. Puede considerarse un intermedio entre los distintos tipos de prendas que se utilizan. Es bastante común en Oriente Medio, en zonas como Palestina, aunque su uso está en retroceso entre las jóvenes porque limita los movimientos.
¿Dónde está escrito?
El uso del velo por las mujeres precede a la cultura musulmana en regiones como el Mediterráneo o Asia central y es compartido en el pasado y en el presente por diversas culturas. En el caso del Islam, se habla de hiyab, de pudor, de esconder, de proteger. Según una investigación de Eva Pascual Llanos, publicada por la revista ’Ilu. de Ciencias de las Religiones de la Universidad Complutense de Madrid en 2015 y citada por la CNN, es en “la sharia o derecho islámico originario”, donde aparecen estos términos.
La sharía o ley islámica es el cuerpo de derecho islámico. Constituye un código detallado de conducta, en el que se incluyen también normas relativas a los modos de llevar a cabo el culto, los criterios de su “moral” y de su vida, aquello que tienen permitido o prohibido y las reglas separadoras entre lo que consideran el bien o el mal. Sin embargo, su identificación con su religión es matizable, según los expertos: aunque está en el islam, no es un dogma ni algo indiscutible, sino objeto de sus interpretaciones. Y como tal se usan de forma más o menos rigoristas.
En el Corán, indica la investigación, la palabra hiyab se refiere a la pantalla que separaba a las esposas del profeta Mahoma de las demás personas. Estas sagradas escrituras que marcan el Islam nunca mencionan la palabra “velo”. “Di a las mujeres creyentes que bajen la mirada y protejan sus partes íntimas y que no muestren sus atractivos, excepto lo que es visible. Y que envuelvan sus chales alrededor del escote, y que revelen sus atractivos solo ante sus maridos...”, señala el verso 24:31.
Hay eruditos han interpretado que chal significa “velo”. Sin embargo, es claro que el texto habla de cubrir el pecho y no la cabeza. Aisha, esposa del profeta Mahoma, transmitió dos tradiciones que parecen dar un margen de maniobra. Una establece que cuando una niña llega a la pubertad debe cubrirse todo el cuerpo excepto las manos, los pies y la cara. La otra tradición dice que debería llevar velo, pero no está obligada. Es un error de base decir que las mujeres musulmanas deben llevar velo porque así lo dice el Corán.
El debate es intenso en el mundo musulmán entre quieren entienden que es una obligación y quienes no. El feminismo en el mundo árabe hace décadas que pelea por ello, porque además los movimientos migratorios han llevado a población árabe a Occidente y presiones como la del movimiento wahabista ha llevado a que se insista en la idea de que el velo es normal, es cultural, es religioso y hasta es libre, cuando hay un intenso movimiento activista que habla de imposición y de machismo blanqueado.
“¿Cómo hacer que un símbolo sexista y misógino sea aceptado en Europa? Lo disfrazamos de cultura y, por tanto, nos obligamos a respetarlo. Y el símbolo se reafirma. El trueque consiste en cambiar una prenda que sí es tradicional, como la pañoleta, por un símbolo religioso. Antiguamente solo las mujeres de clase alta se cubrían, como un símbolo de estatus. Pero el hiyab [el velo que cubre completamente el cabello de la mujer, dejando solo a la vista el óvalo del rostro] no surge del Magreb, sino que vino de Europa en los años 80 y se impuso en el Magreb”, dice por ejemplo la escritora melillense Mimunt Hamido.
Las mujeres en Qatar
“Ser mujer en Qatar es ser un a ciudadana de segunda”, asegura Carlos de las Heras, portavoz de Amnistía Internacional, en un comunicado. La organización ha constatado continuas violaciones de los derechos humano en el país que acoge el Mundial y ellas son de las peores paradas. Todas las mujeres deben utilizar al menos el hiyab, un velo que les cubre la cabeza y el pecho en presencia de personas que no sean de su familia inmediata. Es aún más común la shayla o la abaya. En este país, se cumple con esa visión de obligatoriedad y con la excusa de que es para proteger a las mujeres de la lascivia de los hombres.
Recientemente han logrado avances significativos como el derecho al voto y el poder acceder a cargos políticos, pero queda mucho camino para tener verdadera libertad. Las mujeres, indica AI, pueden elegir a su pareja y necesitan el permiso de su tutor para casarse, viajar al extranjero, estudiar en la universidad, recibir atención sanitaria o coger un taxi. Obtener el divorcio es muy complicado, mientras que ellos, los hombres, pueden casarse hasta con cuatro mujeres y divorciarse fácilmente si lo desean. Si hay hijos, la custodia de ellos es compartida hasta los 13 años, si es hombre, y 15 si es mujer, pero luego ya la tutela es completa del padre, por lo que todas las decisiones sobre ellos deben ser tomadas por él.
Una vez casada, la mujer debe obedecer a su marido y puede perder el apoyo financiero de él si decide trabajar, viajar o se niega a tener relaciones sexuales sin una razón “legítima”. Si estando solteras se quedan embarazadas, las cataríes se enfrentan a un juicio por sexo extramatrimonial que puede acabar en lapidación.