El helado casero que ayudará a tu perro a combatir el calor
No, el hielo no supone ningún peligro para las mascotas.
El hielo no es perjudicial para los perros. Lo que es peligroso es que beban demasiado rápido. Los cubitos o el agua helada lo único que consiguen es refrescarlos.
Lo único, no; en realidad también sirven para ponerles freno y disminuir la velocidad de ingesta de agua, que es lo que puede producir la temida torsión gástrica. Se trata de una importante dilatación y torsión del estómago, consecuencia de la acumulación de gases, alimentos o líquidos, como explican desde Experto Animal, que apuntan que si no se trata a tiempo puede provocar la muerte.
Queda claro que el hielo es aliado, ahora la cuestión es cómo aprovecharse de sus beneficios. Hay dos fórmulas: echar los cubitos en el bebedero o fabricar helados/juguetes caseros creando bloques de hielo con sorpresa.
Para prepararlo sólo se necesita un molde para helado o un contenedor de plástico, un poco de agua y unos granos de pienso, explican en Fundación Affinity. A partir de ahí lo que hay que hacer es sencillo: se mezcla el pienso con el agua y, una vez que se haya congelado, se saca el bloque de hielo. El helado estaría listo, pero antes de servirlo “hay que pasarlo por debajo del grifo para que la lengua no se le enganche”.
En la web de la revista estadounidense Country Living, especializada en estilo de vida y hogar, proponen como alternativa elaborar este helado con chuches de perros y sugieren mezclar el agua con caldo de pollo para darle más sabor.
También está la opción de congelar uno de sus juguetes favoritos para que se entretenga rescatándolo mientras se refresca.
Lo importante en todo caso es no darle NUNCA hielo para recuperar la temperatura si sufre un golpe de calor. “Puede provocarle vasoconstricción periférica que inhibe la pérdida de calor por convección y radiación, produciéndose además temblores que generan más calor”, explican desde Portal Veterinaria. En casos así hay que administrar los líquidos a temperatura ambiente.