Héctor Alterio, el icónico actor que no puede dejar de trabajar a los 91 por razones económicas
Debutó en 1948 y la pensión no le permitiría "seguir manteniendo un tren de vida sin lujos".
Un icono de la interpretación que inculcó en sus hijos, Ernesto y Malena Alterio, la pasión por las artes escénicas, pese a que en un principio se negó a que siguieran sus pasos. Nadie que haya seguido la carrera de Héctor Alterio pone en duda que ya es una figura legendaria. Sin embargo, a pocos días de cumplir 92 años, el actor argentino sigue al pie del cañón. Y no por vocación, que la sigue teniendo, sino por necesidad.
No, los grandes actores con recorridos relevantes no llevan vida de reyes. ”¡Es un mito totalmente falso! Al que te diga eso pásamelo, que yo le voy a contar la verdad. No me quejo, pero con mis 92 años tengo que seguir trabajando para poder pagar las facturas. Por suerte, estoy bien de salud y me llegan ofertas”, ha confesado en una entrevista en PAPEL.
Debutó en 1948 y, aun así, el intérprete con un Cóndor de Plata de honor y un Goya también en reconocimiento a su trayectoria ha afirmado que, si estuviese jubilado, la pensión que le corresponde no le permitiría “seguir manteniendo un tren de vida sin grandes lujos”: “Hay que pagar el gas, el teléfono, la comida, la luz, que sube cada día”.
Aunque eso no le impide mantener “el entusiasmo” en el trabajo. “Practico mi profesión con la misma inquietud, pero con más años. Lo único que cambia es que se va achicando el espacio de lo que puedo y lo que me queda”, ha relatado el intérprete de El hijo de la novia (2001).
Siete años sin pisar Argentino, de la que huyó en 1975
De Argentina, ha añadido, ya no le llegan ofertas. Entre “la pandemia” y la escasez de proyectos lleva sin pisar su país natal siete años. Héctor Alterio lo abandonó en 1975, huyendo con su familia tras recibir amenazas de muerte, “por las que pagó un precio personal muy alto”, de la ultraderechista Triple A, responsable de la desaparición y muerte de casi 2.000 personas. Tras aquel exilio, encontró nuevas oportunidades en España, Italia y Francia.
Sabe bien lo que son los extremos políticos, por eso ve con inquietud su resurgir: “Me preocupa porque cualquier crecimiento de la extrema derecha es negativo y peligroso, pero aquí en España aún no asoma tanto como para alarmarse. Aunque está muy cerca”.
De momento, le toca seguir trabajando. Este viernes llega con Lo que vendrá al Festival de Úbeda (Jaén), un homenaje al maestro del tango Astor Piazzolla. Una vuelta a sus raíces.