Gwyneth Paltrow se desnuda y se baña en oro para celebrar sus 50 años
"Acepto las marcas y la piel flácida, las arrugas".
Ganó un Oscar por Shakespeare in love y para su 50º cumpleaños parece haberse inspirado en la famosa estatuilla. La actriz Gwyneth Paltrow se ha desnudado y se ha cubierto el cuerpo y la cara de pintura dorada para conmemorar tan redonda fecha en su cuenta de Instagram.
Como era de esperar, la fotografía ha sido aclamada en esa red social, donde en menos de un día supera los 680.000 likes y los 9.000 comentarios, entre ellos los de numerosas celebrities.
Reese Witherspoon, Naomi Watts, Eva Longoria, Paris Hilton o Michelle Pheiffer son algunas de las que han querido celebrar en sus mensajes tanto el cumpleaños como la belleza de la intérprete.
Paltrow parece seguir la estela iniciada por ella misma en su 48º cumpleaños, cuando también decidió posar sin nada de ropa, pero en esa ocasión en plena naturaleza.
Hace un par de días, también compartió una foto en bikini y un largo post en su blog de Goop —la empresa que fundó y en la que vende productos tan controvertidos como la vela que huele (supuestamente) a su vagina— sobre lo que significa para ella cumplir medio siglo.
En su texto, comienza recordando cuando sus padres llegaron a esa edad, que para ellos parecía “un ajuste de cuentas”: mientras que para su madre supuso “la culminación de lo maravilloso”, para su padre fue “un culmen de penas”. Como cuenta, ella los recibe con calma, sabiendo que ha vivido más días de los que le quedan por delante, pero sin dejar de ver “la dulzura de la vida”.
Su cuerpo es el “mapa de la evidencia de todos los días”, una “colección de marcas e irregularidades”, que van desde una quemadura por el horno a las canas: “Hago lo que puedo para luchar por tener buena salud y longevidad, para evitar el debilitamiento de los músculos y el retroceso de los huesos. Tengo un mantra que inserto en esos pensamientos que intentan hacer que descarrile: acepto. Acepto las marcas y la piel flácida, las arrugas. Acepto mi cuerpo y dejo ir esa necesidad de ser perfecta, de parecer perfecta, de desafiar a la gravedad, a la lógica, a la humanidad. Acepto mi humanidad”.
″¿Qué quiero hacer con el tiempo que me queda?”, se pregunta la actriz. Entre sus deseos figuran “ir más despacio”, “retirarse un poco”, “cocinar más la cena”, “cantar más en la ducha” o seguir compartiendo lo más profundo de ella con su marido. Y, en definitiva, mantenerse en un “nivel más alto de compasión”.