Guterres, en el 75º aniversario de la ONU: “La pandemia ha dejado al descubierto las fragilidades del mundo”
El rey Felipe interviene en nombre de España y pide "unas naciones más unidas" para afrontar las crisis
La ONU conmemoró este lunes su 75 aniversario con una cumbre internacional muy deslucida por el coronavirus y en un momento de importantes apuros para la organización, debilitada por políticas unilaterales y con dificultades para responder ante la pandemia de coronavirus o la crisis climática.
Lo que iba a ser una gran celebración, con líderes de todo el mundo reunidos en Nueva York, se quedó finalmente en una sucesión de breves discursos en video grabados previamente por algo más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno y varias decenas de ministros.
Entre ellos no estuvo finalmente el presidente estadounidense, Donald Trump, quien iba a abrir las intervenciones en representación del país anfitrión, pero que finalmente no envió su mensaje y delegó en una diplomática de rango menor.
Sí se escuchó, entre otros, al líder chino, Xi Jinping; al turco, Recep Tayyip Erdogan; al francés, Emmanuel Macron; al rey de España, Felipe VI; o a numerosos presidentes latinoamericanos.
El tono general fue un respaldo al multilateralismo que encarna la organización, pero con pocas ideas concretas sobre cómo actuar en un mundo en el que, tal y como ha demostrado la respuesta a la Covid-19, lo que priman siguen siendo las políticas a escala nacional. “La pandemia ha dejado al descubierto las fragilidades del mundo”, ha reconocido el secretario general del organismo, Antonio Guterres.
Esa voluntad de cooperar, pero sin demasiada concreción, se hizo también evidente en la declaración oficial por el 75 aniversario de la ONU adoptada este lunes por los 193 Estados miembros.
Defensa del multilateralismo
”Hoy tenemos un excedente de problemas multilaterales y un déficit de soluciones multilaterales”, advirtió en su discurso el secretario general de la ONU, António Guterres, que defendió que, en un mundo cada vez más interconectado, es fundamental una mayor cooperación entre naciones.
“Nadie quiere un Gobierno global, pero tenemos que trabajar juntos para mejorar la gobernanza mundial”, insistió Guterres en un mensaje para aquellos que ven detrás de Naciones Unidas un intento por imponer políticas globalistas a los países.
El diplomático portugués reivindicó los logros de la ONU en sus 75 años de historia, en los que se ha vivido el periodo más largo de la historia moderna “sin una confrontación militar entre grandes potencias”, pero reconoció también que queda mucho por hacer.
Entre los grandes desafíos de la actualidad señaló la desigualdad de género, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el aumento de la pobreza, el crecimiento del odio, la escalada de las tensiones geopolíticas, la amenaza que siguen suponiendo las armas nucleares o los problemas que plantean algunas nuevas tecnologías.
La pandemia lo marca todo
La pandemia del coronavirus, sin embargo, fue el asunto que marcó la cumbre y no sólo por obligar a un novedoso formato, con un diplomático de cada país en el hemiciclo de la Asamblea General y los líderes hablando en vídeos pregrabados desde sus capitales.
Con el número oficial de fallecidos acercándose al millón a escala global, la Covid-19 dictó también el contenido de muchas intervenciones, que resaltaron cómo la enfermedad va más allá de la emergencia sanitaria y supone toda una crisis para el sistema multilateral.
“El repentino ataque de la Covid-19 es una gran prueba para todo el mundo. La humanidad ha entrado en una nueva era de interconexión, con los países compartiendo intereses entrelazados y con su futuro estrechamente ligado”, señaló el presidente chino, Xi Jinping.
Según Xi, “el mundo está ahora ante un nuevo punto de partida histórico” y los Gobiernos deben apostar por trabajar juntos por el bien común, por lo que -en un evidente ataque a Estados Unidos- arremetió contra la “mentalidad de Guerra Fría” y contra quienes buscan ser “poder hegemónico, el matón o el jefe del mundo”.
Y Macron, en una línea parecida, abogó por menos palabras y más acción, llamando a un “multilateralismo de hechos”.
“En un momento en el que la pandemia alimenta el miedo al empeoramiento, la narrativa de la impotencia colectiva, yo quiero decir muy claramente: frente a la emergencia sanitaria, frente al desafío climático, frente al deterioro de derechos, es aquí y ahora que hay que actuar”, dijo el jefe del Elíseo.
El problema de la representación
Uno de los discursos más destacados ha sido el de la canciller alemana, Angela Merkel, quien criticó el bloqueo en el Consejo de Seguridad de la ONU ante varios de los principales conflictos de la actualidad y demandó reformas, dejando clara la voluntad de su país de asumir un puesto en caso de que ese órgano se amplíe. “Alemania está lista para seguir asumiendo responsabilidad”, dijo Merkel en su mensaje en video.
Desde hace años, Berlín reclama junto a Brasil, Japón y la India que el Consejo de Seguridad se amplíe con nuevos miembros permanentes, un estatus que ahora solo tienen Estados Unidos, China, Rusia, Francia y el Reino Unido, tras la victoria aliada en la II Guerra Mundial.
Hasta ahora, sin embargo, las propuestas de este y otros grupos de países no han logrado avanzar, ante la falta de interés de varias de las potencias con asiento fijo. Países como India, Filipinas o Canadá se sumaron a esta petición.
La solución: la unidad
El rey de España, Felipe VI, reclamó, por su parte, una mayor unión de sus estados miembros, “más Naciones Unidas y unas naciones más unidas”, para reforzar la cooperación con el objetivo de hacer frente a retos como la crisis que está provocando la pandemia.
Tras elogiar la trayectoria de esta organización durante sus tres cuartos de siglo de existencia, el rey consideró que se ha convertido en el referente del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales así como del desarrollo y protección de los derechos humanos.
“Resulta difícil imaginar cómo sería el mundo hoy sin Naciones Unidas”, subrayó Felipe VI, quien recalcó que, a pesar de todo lo conseguido, existe el convencimiento de que es necesaria una mayor unión. Fue entonces cuando abogó por “más Naciones Unidas y unas naciones más unidas”. Una aspiración que defendió ante retos como la pandemia de coronavirus y la crisis global inédita que, a causa de ella, está viviendo la humanidad.
Esta crisis estimó que pone a prueba tanto a cada uno de los países como al propio sistema de Naciones Unidas, y evidencia la necesidad de la cooperación internacional.
De ahí que concluyera que la respuesta a los desafíos actuales requiere “un multilateralismo reforzado, más inclusivo y mejorado que facilite la colaboración entre actores estatales y la sociedad civil y que redunde en un impacto real, positivo y tangible en la vida de las personas”.
Para colaborar en la consecución de ese objetivo garantizó que España, en el marco de la Unión Europea, seguirá siendo “un miembro leal de Naciones Unidas y un socio fiable de sus estados miembros”.
Al respecto, hizo hincapié en que España mantendrá un compromiso activo para promover acciones concretas en áreas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, la Agenda 2030, la promoción de los derechos humanos, la igualdad de género, la construcción de la paz o la protección del medio ambiente.
También para colaborar en la lucha frente al terrorismo y los delitos graves contra la humanidad para que no queden impunes, o para impulsar la acción humanitaria fundamentada en la protección de los más vulnerables. Las transiciones digital y ecológica fueron otras áreas citadas por el rey como retos destacados que tiene ante sí la ONU.
Felipe VI aseguró que su mensaje ante Naciones Unidas recoge el sentir de los españoles y confió en que sirva para reconocer la labor de una organización que calificó como “la casa común de la humanidad” y a la que animó a perseverar en su misión de hacer posible que mejore la vida de las personas. Asimismo, se refirió a la declaración suscrita este lunes por los líderes internacionales con motivo del 75 aniversario de la ONU en la que se comprometen con los principios de la organización y prometen más cooperación para proteger a todos los ciudadanos, promover la paz y salvar el planeta.
Esa declaración dijo que marca el futuro de lo que desean para sus pueblos respectivos, e instó a hacerla realidad pensando en el conjunto de la sociedad y en el bien común de toda la humanidad. Un empeño ante el que garantizó que Naciones Unidas puede contar con España.