Guillermo y Harry entierran, por un día, el hacha de guerra
A pesar de la distancia inicial, se ha visto un acercamiento entre ellos en el funeral de Felipe de Edimburgo.
La familia real británica quería evitar a toda costa que los príncipes Guillermo y Harry se convirtieran en los protagonistas del funeral de Felipe de Edimburgo. Por eso Isabel II ordenó que nadie vistiera uniforme militar para evitar que el duque de Sussex fuera la nota discordante. La monarca también decidió que los hermanos caminaran separados en el cortejo fúnebre, con su primo Peter Philips en medio.
Sin embargo, las cámaras captaron un acercamiento entre los hermanos que puede ser un paso hacia la reconciliación. A pesar de que no se sentaron juntos durante la ceremonia —las normas indicaban la separación por grupos de convivientes—, los hijos de Lady Di salieron de la capilla charlando, acompañados por Kate Middleton.
Guillermo, Harry y Kate volvieron juntos andando al Castillo de Windsor, caminando y conversando de forma distendida. En un momento, la duquesa de Cambridge se apartó para dejarles espacio. Parece un gesto normal entre dos hermanos que acaban de perder a su abuelo, pero la relación los duques en los últimos meses ha sido mucho más que tensa.
El funeral del marido de Isabel II es el primer acto público en el que el príncipe Harry ha participado desde que dejó Reino Unido y la familia real en marzo del año pasado. Era también su vuelta al país y su reaparición tras la entrevista bomba que concedió junto a su mujer, Meghan Markle, a Oprah Winfrey.
Durante la retransmisión, el duque de Sussex confesó que la relación con su hermano era tensa y que ahora mismo cada uno estaba en un camino diferente, aunque también reveló que esperaba que el tiempo pudiera sanar la herida. Según los medios británicos, la relación se había enfriado aún más por las acusaciones de racismo de la pareja y la revelación por parte de Meghan Markle de que Kate Middleton la había hecho llorar.
El príncipe Guillermo no se ha pronunciado sobre en qué punto está con su hermano, y solo se ha referido a la entrevista en una ocasión, para asegurar que no son “una familia racista”. Fue cuatro días después de la emisión y el duque de Cambridge sí confirmó que todavía no había hablado con su hermano.
Los hijos del príncipe Carlos, el más emocionado de la ceremonia, parecen haber aparcado por un día sus diferencias por respeto a su abuelo. Aunque el camino para restaurar la relación entre ellos no parece fácil, Guillermo y Harry han dado un paso para enterrar el hacha de guerra.