Guía de seguridad para proteger a los niños con móvil y redes sociales

Guía de seguridad para proteger a los niños con móvil y redes sociales

"El agua también presenta riesgos, pero no mantenemos a nuestros hijos lejos de ella, les enseñamos a nadar".

PIXABAY

Los padres se preocupan cada vez más por el uso que hacen sus hijos de los móviles y las redes sociales. Tampoco es una sorpresa, teniendo en cuenta la cantidad de noticias sobre casos de ciberacoso y delitos que se cometen en internet.

Ahora que los preadolescentes y adolescentes ya han empezado el colegio, muchos de ellos con nuevos móviles y redes sociales, es fundamental que sus padres les ayuden a afrontar los peligros correspondientes.

Matthew Johnson, director de educación de MediaSmarts, el centro canadiense para la alfabetización digital y de medios, hace hincapié en que los padres deberían mostrar interés no solo por la vida de sus hijos en el mundo real, sino también por sus experiencias en internet. La comunicación abierta crea confianza; de este modo, los niños podrán confiar en los padres cuando tengan dudas o preocupaciones.

"El papel de los padres es enseñar a sus hijos a gestionar los riesgos, no escudarlos de ellos. Es importante ser una autoridad en la vida de los hijos. No es lo mismo tener autoridad que ser autoritarios. Los padres tienen que enseñar a sus hijos que las normas conllevan beneficios, ya que establecen unos principios morales que reflejan los valores de la familia", expone Johnson en declaraciones a la edición canadiense del HuffPost.

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"Los niños y adolescentes deben comprender que 'su' teléfono en realidad pertenece a sus padres y que usarlo es un privilegio, no un derecho. Las conversaciones abiertas ayudan a los niños a entender que las normas brotan desde el amor y la preocupación por su seguridad", añade Paul Davis, exinformático convertido en conferenciante sobre seguridad en las redes.

Sin embargo, tanto Johnson como Davis coinciden en que internet y las redes sociales pueden ser divertidos y una fuente de creatividad, siempre que los padres cumplan las siguientes premisas básicas:

1. Aprended e implicaos

Los padres deben estar continuamente aprendiendo, dado que internet es un espacio en continua evolución. Por lo tanto, deben transmitirles esa información a sus hijos de manera adecuada. Los niños deben comprender los riesgos de las redes sociales, cómo afrontarlos y por qué deben hacerlo. Las conversaciones pueden centrarse en los valores de la familia y en cómo pueden verse reflejados (o quebrantados) a través de determinados comportamientos en internet.

2. Controlad la privacidad lo máximo posible

Según CyberSafe BC, el 55% de los adolescentes ha revelado información personal por internet a personas desconocidas, mientras que el 24% ha sufrido la difusión de información privada o embarazosa sin su permiso. Para evitar que suceda esto, mantened tan rígidas como sea posible las opciones de privacidad, inculcad a vuestros hijos la importancia de no compartir información personal en las redes o en las fotos y desactivad la opción de seguimiento y ubicación de todas las aplicaciones que utilicen.

Vuestros hijos solo deberían seguir o aceptar como amigos en las redes a niños que conozcan en persona, a excepción de las cuentas oficiales de famosos con contenido infantil.

3. Estableced normas acorde con su edad

Hay un motivo por el que las redes sociales exigen que sus usuarios tengan como mínimo 13 años para abrirse una cuenta, y esa restricción debería hacerse cumplir. No debería haber dispositivos electrónicos en los dormitorios durante la noche (o en ningún momento), especialmente en el caso de los niños más pequeños.

Muchos padres establecen acuerdos con las normas que deben seguir sus hijos para usar el móvil. Johnson sugiere llevar a cabo una alfabetización digital progresiva consistente en supervisar el uso que hacen los hijos con sus dispositivos, lo que no quiere decir que haya que estar siempre ahí con ellos viéndolo todo. A veces vale con plantearle escenarios como: "¿Qué deberías hacer en un caso como este?". De este modo, comprenderéis mejor el punto de vista de un niño y fomentaréis su independencia en internet.

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Si necesitan utilizar internet para hacer un trabajo, Davis recomienda que los padres reserven un tiempo predeterminado para utilizar wifi en las zonas comunes de la casa o, al menos, en dormitorios con las puertas abiertas. También recomienda invertir tiempo en cambiar las contraseñas del wifi, utilizar aplicaciones para bloquearle de forma remota el wifi a los pequeños, instalar una extensión de seguridad en el navegador o comprobar rápidamente qué uso hacen de las redes sociales. De este modo, velarás por su seguridad y desarrollarás confianza en su actividad digital.

Los niños aprenden de lo que ven, de modo que los padres deben predicar con el ejemplo y apartar el teléfono a la hora de comer, durante los momentos familiares y antes de ir a la cama.

4. Enseñad a vuestros hijos a pensar de forma crítica

Los niños que empiezan a utilizar internet no comprenden que lo que ven o leen en internet no es siempre cierto o exacto, recuerda Johnson. Aprender a contrastar información en diversas fuentes de confianza es algo que también los adultos deberían hacer. Davis indica que les suele preguntar a los niños si de verdad son o quieren ser el tipo de persona que publica mensajes inapropiados en internet. También les dice: "Si os preocupa que lo vean vuestros padres, debería preocuparos que lo vea el resto de la gente".

5. Empezad a enseñarles desde pequeños, poniendo límites y supervisándolos

Un teléfono básico y sin acceso a wifi es lo más recomendable para los niños preadolescentes, y solo si el objetivo es la comunicación, indica Davis, pero eso no significa que los niños no puedan tener tabletas o videoconsolas desde una edad más temprana.

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Hablad de temas complicados como el sexting (enviar imágenes o vídeos propios o ajenos de contenido provocativo o sexual), los indicios de abuso, de aprovechamiento o de ciberacoso (tanto desde la perspectiva de la víctima como de la del infractor) con un grado de explicitud acorde con su edad. Haz hincapié en que todo permanece en internet, incluso en aplicaciones como SnapChat, pese a lo que muchos piensan de que todo desaparece pasado un tiempo. Nada termina de desaparecer por completo de internet, dado que está la opción de las capturas de pantalla y de compartir esas publicaciones con un contenido inapropiado.

6. Incluid los videojuegos en las conversaciones

Algunos videojuegos permiten que los jugadores interactúen entre ellos por internet, por lo que también hace falta abordar el tema.

"Creamos un listado de normas de seguridad para usar el móvil y jugar a los videojuegos. Si no siguen las normas, adiós teléfono", comenta Jennifer Rathwell, madre de dos niños de 11 y 7 años.

Algunas de las normas de Rathwell son no revelar el nombre completo ni la edad ni la ubicación, conocer el tipo de juego (en algunos, los jugadores tienen que hablar entre ellos a través del micrófono) y comprender que si una persona empieza a acosarlos en internet, no lo deben consentir.

"Deben salir del juego, decírselo a un adulto y denunciar a esa persona, si es necesario", señala.

7. Estad atentos a posibles cambios en la conducta de vuestros hijos

Si vuestros hijos se topan con algún problema en internet, quizás no os lo cuenten. Suele ser especialmente cierto si tienen una cuenta "secreta" en algún sitio, algo que hacen algunos adolescentes al margen de las cuentas a las que tienen acceso los padres. Sin embargo, no representan un peligro si no hacen nada malo.

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Los cambios de comportamiento, de apetito, de humor o del modo de comunicarse son indicadores de que los padres deben empezar a investigar el mundo digital de sus hijos.

Pese a los riesgos, internet y las redes sociales pueden ser seguros y divertidos para los niños bajo la adecuada guía y supervisión.

"El agua también presenta riesgos, pero no mantenemos a nuestros hijos lejos de ella, les enseñamos a nadar", concluye Matthew Johnson.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición canadiense del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.