Los entresijos de la 'guerra' García-De la Morena contada por quienes la vivieron
Vivencias personales y profesionales al lado de los dos 'reyes de la noche' que cambiaron la historia del periodismo español con su enfrentamiento.
Cuando Jim Kerr y los escoceses Simple Minds compusieron Love Song ni se imaginaban que acabarían siendo banda sonora de uno de los hitos del periodismo español. El arranque del tema, con ese sonido electrónico tan ochentero, enamoró a José María García, que lo convirtió en la sintonía de su gran obra, Supergarcía. Su némesis fue la guitarra y voz ronca del peculiar Benito Moreno y su no menos singular Ra ra ra (“di que tú eres el mejor / hincha, tú eres el mejor / escuchando el transistor”), la condición sine qua non de José Ramón De la Morena para sonorizar El Larguero. El resto es historia.
Historia del periodismo y de la España de los 80′s y 90′s, porque “aquella radio era el reflejo de aquella sociedad”, recuerdan quienes estuvieron a uno y otro lado. La rivalidad García-De la Morena vuelve a estar de moda gracias a la aparición de la serie Reyes de la Noche (Movistar+) y al documental radiofónico Saludos Cordiales (Radio Marca). Sus estrenos coinciden, sin buscarlo, con el anunciado adiós profesional de José Ramón de la Morena tras 40 años de carrera.
Es “la guerra de las 12”, como llamaban al enfrentamiento mediático y personal entre García (Antena 3 Radio, luego COPE y finalmente Onda Cero) y De la Morena (Cadena SER) cada noche en las ondas. Una contienda en la que todo valía para vencer al rival. “Había un ejército con micrófono azul y otro con micrófono amarillo”, recuerda Juan Antonio Alcalá, por entonces periodista de los ‘amarillos’, la Cadena SER.
Persecuciones en coche, saltos por las cornisas de los hoteles, secuestros telefónicos y muchas “triquiñuelas”, palabra que se repite en todas las conversaciones, para conseguir la noticia. “Valía cualquier cosa para clavársela a la competencia”, recuerda Antonio Romero, actual voz del Real Madrid y la selección española en Carrusel Deportivo. ”Lo bueno, matiza, es que todos entendíamos las reglas del juego”.
En esa línea se mueve Siro López, quien estuvo con García entre 1982 y 1992 en Antena 3 Radio: “En las guerras todas las armas son posibles y si había que hacer una jugarreta, se hacía. Todos lo hacían, no solo él”.
Ficción vs realidad
Reyes de la Noche no ha gustado demasiado en la profesión, explican varios de los entrevistados a El HuffPost. Tampoco a los dos supuestos protagonistas. En la ficción de Movistar+ se enfrentan Paco ‘el Cóndor’ (alter ego de García muy bien caracterizado por Javier Gutiérrez) y Jota Montes (con Miki Esparbé reconvertido en un joven De la Morena). Capítulo aparte, la aparición estelar de Jesús Gil (Manuel Gancedo). Actores y productores se defienden de los ataques con el mantra de que esto es ficción.
Más atado a la realidad, el programa de Pablo Juanarena en Radio Marca tira de testimonios de los protagonistas y recupera audios de la época. No hay ‘guerra’ entre formatos, confiesa el periodista, porque “son complementarios, para nada rivales”. Su Saludos Cordiales, que sigue en emisión, habla con sus equipos, pero no cuenta con García ni con De la Morena. “Juntarlos ya lo hizo Évole y no añadiría nada, pero claro que hablar con ellos molaría”.
″No he visto la serie ni he oído el programa de radio. Básicamente, porque yo he vivido una historia, la mía. Soy el único que la ha vivido en los dos lados y a mí ahora no me va a contar nadie otra, no me importa nada lo que la gente cuenta”, apunta Roberto Gómez.
Este periodista es —lo recalca— el único que ha sido parte de la batalla en los dos bandos. No le gusta ser protagonista (“los periodistas no tienen que hablar” suele repetir), pero rompe su silencio en esta ocasión: “De García lo aprendí todo, le estoy eternamente agradecido. Imagínate, un chaval de 18 años que entra con él... Todo. Ha sido el mejor periodista de la historia, sobre todo en el reporterismo, esa integridad, ese ritmo”. ¿Y de José Ramón? “Es el que mejor ha hecho radio a nivel deportivo y y le estoy eternamente agradecido por la enseñanza. He aprendido muchísimo y te diría que es mi mejor amigo”, apunta emocionado sobre su aún jefe en El Transistor de Onda Cero.
La vida con García y De la Morena
“Esa guerra te formaba como ninguna otra, pero era duro para quienes estábamos ahí. Te tenías que pegar con gente amiga y era difícil gestionarlo psicológicamente. En informativos también había rivalidad, pero no era esa guerra”, confiesa Romero, echando la vista atrás a su entrada en el equipo de deportes de la SER.
Todos hablan en términos bélicos. La ‘guerra’ y sus muchas ‘batallas’. Contiendas que no siempre acababan bien. “Llevaba mal la derrota. En este oficio si ganas diez veces pero pierdes a la undécima, cuenta esa última. Lo bueno (o malo), que tocaba levantarse al día siguiente porque solo vale lo de hoy”, añade.
″¿Que cómo gestionaba yo la derrota? Pues como tú, ¿no?”, responde con su habitual toque incisivo Roberto Gómez. “Si un colega de la competencia se me adelantaba en una noticia o con un protagonista me jodía muchísimo, porque soy tremendamente competitivo”.
El actual colaborador de Onda Cero y otros medios huye de la “mitificación” de aquellos tiempos y tira de pragmatismo porque presume de que para él no fue tan duro: “Yo tengo un recuerdo magnífico de todos esos años. Ese trabajo honesto, de tensión, de luchar por ser el mejor, que es lo que he hecho toda mi vida. Trabajar con los dos para mí ha sido un honor, como creo que lo fue para ellos trabajar conmigo”.
Siro López es otro de los que intenta derribar mitos sobre la imagen de su antiguo jefe. “Para mí, García fue el mejor que he tenido. Era muy exigente, te podía dar un corte en antena que parecía que no venía a cuento, pero luego te defendía ante todo y ante todos. Te daba mucha libertad de opinión, contrariamente a lo que se piensa. No estoy de acuerdo con esa sensación de dictador que se le ha dado”.
Por edad, Pablo Juanarena apenas oyó ecos de esas luchas. Ahora, con su documental, se ha empapado de testimonios y anécdotas. Sin embargo, no es ninguna persecución ni ninguna aventura lo que más le ha impresionado. Es, sencillamente, una conclusión: “La diferencia de cómo vieron aquellos años los productores y los reporteros. Muchos de los reporteros, no todos, hablan de ‘nunca más’; en cambio, los productores defienden que ‘hacían un grandísimo periodismo’. Son los mismos hechos pero el productor lo vivía calentito en su estudio y el reportero estaba en la calle”.
El ‘sorpasso’
El reinado de García no podía durar para siempre. Era cuestión de tiempo, confiesan los protagonistas. Después de más de un lustro a palos, De la Morena consiguió que El Larguero adelantase a Supergarcía. Era 1995 y el EGM certificó un ‘sorpasso’ histórico en la radio española.
Son varias las razones que justifican la gran victoria periodística del ‘ejército amarillo’ de la SER. “El cambio de tendencia era obligado. De la Morena encontró una manera de hablarle a la gente como no había y se rodeó de jóvenes muy buenos, con hambre y que comunicaban bien. También era un estilo de programa distinto, García era García y De la Morena era más coral”, recuerda Antonio Romero.
Siro López trata de rebatir la idea de que el ya entonces veterano locutor presentase un modelo más personalista. “Todos teníamos nuestro sitio y con él crecimos mucho no solo a nivel periodístico, sino con nuestro propio nombre”. Para el narrador de baloncesto y comentarista de fútbol, la clave del cambio de tendencia fue otro, relacionado con los que estaban a su lado.
“García perdió mucha fuerza al irse de Antena 3 Radio a la COPE en 1992. Luego me reconocería que su mejor equipo profesional fue el de Antena 3, lo que demostró que el equipo también fue figura clave en su liderazgo”. Para los más modernos, pone un ejemplo futbolístico: “Cuando decidió irse, sentí que perdíamos los dos; él y los que nos quedamos en Antena 3, algo como cuando Ronaldo se fue del Madrid”.
Una radio (y un país) que no volverá
“No”, “no lo creo”, “lo veo imposible”. No hay nadie que se salga de la tónica cuando se les pregunta si en un futuro cercano será posible otra rivalidad como la de aquellos años. “Paco González me decía que la radio se reflejaba en la sociedad de los 80 y 90, salvaje, adolescente, acostumbrada a las locuras en tiempos de Gil, Ruiz Mateos, Mendoza... Tenía toda la razón. Ahora todo es políticamente mucho más correcto. Aunque saliesen dos figuras así, en la radio o en otro medio, sería impensable vivir algo semejante”, confiesa Pablo Juanarena.
Tampoco lo cree Roberto Gómez. “Ahora que se va De la Morena habrá gente que intentará buscar algún tipo de rivalidad, pero será muy diferente. Si te soy sincero, es algo que no me llama demasiado la atención”.
“La radio nocturna tenia un poder en propiedad que ahora tiene que repartir. Se dieron las condiciones de mercado y había dos millones de personas que solo escuchaban a dos personas, ahora hay la misma gente pero con muchos más canales”, añade Antonio Romero.
Todos tiran de recuerdos, igual que los grandes protagonistas de esta historia. El de los dos maestros de la radio deportiva “no fue un buen ejemplo”... “Me gustaría que la gente joven no hiciera eso”, rememoraba años después José Ramón de la Morena, ya en la antesala de su adiós. Uno y otro hicieron cierto propósito de enmienda y con el tiempo pasaron del odio personal a una relación cordial. Dos comidas de confraternización y alguna entrevista en directo de por medio. La guerra había acabado.