La guerra del gas: Von der Leyen advierte de sanciones a los países que acepten el "chantaje" ruso
El Kremlin niega que sea un chantaje a los países "hostiles" y habla de una "necesidad" tras cortarle el grifo a Polonia y Bulgaria y amenazar con hacerlo a más estados.
La guerra dentro de la guerra. La amenaza hecha efectiva por Rusia al cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria este miércoles, ha abierto un nuevo fuego en el enfrentamiento internacional a raíz de la invasión de Ucrania. Y Putin ya ha advertido de que podría haber más ‘víctimas’ si los países no acceden a pagar en rublos.
La UE, en voz de Ursula von der Leyen, ha avisado a los socios comunitarios que ni se les ocurra acceder al “chantaje” del Kremlin de pagar en rublos si en sus contratos originales no aparece esta cláusula. La presidenta de la Comisión Europea no se ha limitado a recomendarlo, sino que ha advertido de que quien ‘trague’ estaría violando las sanciones impuestas por la UE y, por tanto, podría enfrentarse a consecuencias legales. Ya a finales de marzo, los ‘Veintisiete’ y otros aliados occidentales rechazaron la exigencia de Putin de hacer las transacciones en moneda rusa.
“La petición por parte de Rusia de pagar en rublos es una decisión unilateral y no responde a los contratos”, ha incidido Von der Leyen, quien ha indicado que un 97% de estos contratos recogen “explícitamente” el pago de gas en euros o dólares. Aceptar el pago en la moneda rusa tendrá “un alto riesgo para las compañías”, ha apuntado este miércoles Von der Leyen.
La presidenta de la Comisión promete, frente a Moscú, unidad también en la oferta gasística, con una respuesta “inmediata, unida y coordinada” por parte de la UE, que pasaría por varias vías.
El paso dado por Rusia era una jugada con la que la UE contaba, ha hecho saber Von der Leyen. “Hemos estado trabajando para garantizar entregas alternativas y los mejores niveles de almacenamiento posibles en toda la UE. Los Estados miembros han puesto en marcha planes de contingencia para tal escenario y trabajamos con ellos en coordinación y solidaridad”, ha añadido. Entre ellos se contempla que los países menos dependientes compartan parte de su gas con los más afectados.
En esa categoría no se encontraría España, uno de los socios comunitarios menos dependientes del gas ruso, con solo alrededor de un 10% de todo el consumo nacional. Sin embargo, la situación puede ser muy diferente para potencias como Alemania.
Una “necesidad” forzada por los “hostiles”, dice Moscú
El Kremlin, por su parte, muestra su “desacuerdo categórico” con la acusación de “chantaje” y habla de “necesidad” por la actitud de lo que llaman países hostiles (entre ellos Polonia, Bulgaria y el resto de la UE).
El portavoz del Gobierno, Dimitri Peskov, ha afirmado que “esta necesidad fue dictada por el hecho de que nos bloquearon y (...) robaron una cantidad bastante significativa de nuestras reservas. Todo esto requería una transición a un nuevo sistema de pago [...] No se trata de ningún chantaje. Todas estas nuevas modalidades fueron comunicadas con anticipación a (...) los clientes”, ha aseverado.
Peskov también ha incidido en que Rusia “ha sido y sigue siendo un proveedor confiable de recursos energéticos para sus consumidores y Rusia sigue comprometida con sus obligaciones en virtud del contrato”, según ha recogido la agencia de noticias rusa Interfax.
De momento, la amenaza se ha hecho realidad en Polonia y Bulgaria. Ambos países, cercanos geográfica y energéticamente a Moscú, tratan de calmar a su población con la promesa de que tienen “reservas suficientes”, aunque ya han empezado los movimientos dentro de la UE para asegurar su futuro suministro.