El Gobierno estudia limitar el precio del gas junto a Portugal ante la falta de consenso europeo
El Ejecutivo estaría barajando un posible pacto entre ambos países, en caso de que la propuesta no sea apoyada por los Veintisiete.
El Gobierno de España ha reclamado en los últimos días a la Unión Europea una reforma del mercado eléctrico con la que permitan a los países comunitarios bajar los precios del gas de forma autónoma. Una medida que dejaría vía libre al Ejecutivo central para cometer una de las medidas que ha propuesto: desvincular el precio del gas del coste de la energía eléctrica
A falta de que los Veintisiete debatan en el Consejo Europeo cuáles serán las medidas que se acordaran desde Bruselas, España ve difícil que salga adelante tal medida y, tal y como ha adelantado este miércoles El Confidencial, desde Moncloa aseguran que se está estudiando la posibilidad de que España y Portugal puedan regular los precios del gas por su cuenta.
El principal escollo del Gobierno es el de la negativa de países como Alemania y Países Bajos y, por ello, plantearían que se pudiese intervenir en el mercado eléctrico, de forma excepcional, pero solo para unos países por separado. Una iniciativa que sería voluntaria y que no se aplicaría al resto de naciones.
“Tenemos que dar una respuesta europea y no 27 respuestas distintas en función de cuál sea el país a un problema común”, señaló el presidente del Gobierno el pasado 18 de marzo, en una rueda de prensa junto a los primeros ministros italiano, portugués y griego, Mario Draghi, António Costa y Kyriakos Mitsotakis
El objetivo de España y Portugal sería el de introducir un límite que fije el máximo de ofertas que se den en el mercado mayorista. Una idea apoyada que apoyan Francia y Bélgica, pero que también podría justificarse con que la Península Ibérica sufre el nivel bajo de interconexión.
El primer ministro portugués, António Costa, defendió el papel que se podría desempeñar entre ambos países e invitó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a montar una alternativa al gas ruso, destacando la capacidad de proveer gas a gran escala a Europa con más interconexiones.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos han insistido a El Confidencial, en que el posible consenso en aumentar la capacidad de almacenaje para garantizar el suministro debería ir acompañado por una reforma del mercado para topar el gas.