Gobernar el tiempo
Los verdaderos solidarios ya existían, los sanitarios ya luchaban sin medios y los políticos no han cambiado.
Solidaridad. La cifra de infectados es menor que la de denuncias por incumplir el estado de alarma. Sabemos que ninguno de estos datos son reales. Lamentablemente el número de infecciones es mayor que los detectados. Tampoco las cifras de las denuncias son de fiar. Por la autenticidad de algunas de ellas, hemos visto algunos vídeos con excesos policiales, y porque sabemos que son muchos más los ciudadanos que se saltan el confinamiento de alguna manera.
Heroísmo. La idea del héroe salvador de víctimas indefensas mola en el cómic. En la vida real es una idea inmadura e irresponsable. Dejando al heroísmo como sustituto del Estado, el cual debe responder con soluciones. Los sanitarios no son héroes, son profesionales y así deberían de ser tratados. Esto significa que se les ha de dar las posibilidades y los instrumentos para desarrollar su profesión con plenas garantías. Ellos tienen dignidad, no superpoderes. Son profesionales que apuestan sus propias vidas para salvar otras. Son humanos que debemos cuidar más, no idolatrándolos sino apoyándolos ahora y sobre todo cuando esto acabe.
No podemos caer en este error, abandonarlos como héroes ante el peligro y esperar que nos salven. Tenemos que exigir al Estado que nos proteja con grandes y prioritarias inversiones en la Sanidad Pública y en la investigación, desarrollo e innovación.
Concentración. Es en los momentos más frágiles de un Estado cuando se asoman las serpientes totalitarias seguidas de culebrillas populistas. Bajo el recorte de nuestras libertades crear un Gobierno de concentración. No se han enterado que el Gobierno se elige por el pueblo, el que ahora está confinado. Cambiarlo es cosa nuestra, de todos nosotros, y no ninguna selección de políticos incompetentes pertenecientes a partidos políticos corruptos o de dudosas ideologías. Una vez más, es el fracaso mayúsculo de toda la clase política de este país.
Los verdaderos solidarios ya existían, los sanitarios ya luchaban sin medios y los políticos no han cambiado.