Glòria Serra: "En la tele pasa como en Hollywood. Ellos se acercan a los 70 y ellas siempre tienen 30"
La periodista, al frente de 'Equipo de Investigación' en laSexta durante nueve años, desvela cómo es de verdad la televisión desde dentro.
Nueve años, que se dice pronto. Equipo de Investigación se acerca ya a la década resistiendo en televisión en una franja complicada: la de la noche del viernes. Son ya 11 temporadas en laSexta.
Hoy, la mayoría de programas duran poco. Solo algunos han conseguido convertirse en los más longevos de la televisión en una época en la que las cadenas se enfrentan al rompecabezas que supone recuperar a todos los espectadores que ya son fieles únicamente a las plataformas. El Hormiguero, Sálvame, los realities, Equipo de Investigación o Cuéntame forman ese grupo reducido de los que siempre están en pantalla.
Equipo de Investigación ha llegado a su noveno cumpleaños con un elemento imprescindible: Glòria Serra. Por atípico que parezca, la presentadora ha conseguido crear un personaje para hacer periodismo, y lo ha hecho con tanta dignidad que se ha convertido en uno de los más imitados por los humoristas españoles.
Su papel en Equipo de Investigación le ha convertido también en carne de memes en las redes sociales. “Un personajazo” capaz de parar una vaca con la magia de la televisión y hacer reír a todo Twitter.
Glòria Serra, que a lo largo de su carrera ha trabajado en muchos informativos, fue también parte del equipo que hizo por primera vez en televisión “un programa de gran formato en prime time los fines de semana”, explica a El HuffPost. Se refiere a La Noria. Dejar Telecinco ha sido la decisión más difícil de su vida, asegura, pero “la filosofía de trabajo de Atresmedia” conecta con la suya. “Es exigente, cuidadosa, mima mucho el contenido y no es atropellada”.
No es atropellado, pero hacer Equipo de Investigación durante nueve años sí que es muy intenso. No es fácil “meter las narices en la vida de un estafador”, por ejemplo.
Es tan complicado como tener la fortuna de que contraten a una mujer en televisión por sus valores y no por su aspecto físico. “Otras compañeras no han tenido tanta suerte y han visto su carrera interrumpida por ese elemento tan injusto”, explica. Esa injusticia de la televisión, “especialmente con las mujeres jóvenes”, sí que la vivió hace años.
Glòria Serra comenta todos estos asuntos y algunos más en una entrevista con El HuffPost:
Se habla mucho del público que ha perdido la tele en abierto en los últimos años y de lo poco que duran los programas, pero sois varios los que resistís casi una década en antena. ¿Con cuál de las dos versiones nos quedamos?
La televisión es efímera en sí y no me parece mal. No nos dedicamos a leer lo mismo durante todo el año ni a ver lo mismo. Es normal que en la televisión también cambie, solo perduran los informativos porque es algo estructural de las cadenas.
Entonces, ¿qué hacéis bien los que duráis tanto?
La clave es mantener un estándar de calidad, ser siempre tan exigente como al principio, reinventarse, seguir buscando y seguir conectado a esa gente que te empieza a seguir desde el principio e ir ampliando. Me hace mucha ilusión que me paren chicos de 18 años y me digan que empezaron a vernos con sus padres cuando eran adolescentes. Los padres siguen viéndonos y hemos sabido también conectar con los miedos, las necesidades y las dudas de ese público más joven.
¿Eso es lo más difícil? ¿Atraer al público joven?
Sí, atraer al público joven que ya no ve televisión. Nosotros, como grupo y como programa, estamos haciendo un esfuerzo que está dando muy buenos resultados. Nos hemos incorporado a ATRESplayer Premium, que nos parecía un invento raro. ¿Cómo va a querer la gente estar en una plataforma y pagar por ver un programa que podrá ver en cinco o seis días gratis? Ha sido un éxito y me ha sorprendido, hay un público mayoritariamente muy joven que paga una cantidad para verte.
Hablas del grupo (Atresmedia). ¿Qué diferencia a laSexta de otros canales?
Es un canal que pertenece a un grupo, eso ya es importante. Me siento muy a gusto en Atresmedia, la filosofía de trabajo que tienen conecta con la mía: es exigente, cuidadosa, mima mucho el contenido, no es atropellada, a pesar de lo competitivo que es este mundo. LaSexta ha conseguido no perder su espíritu fundacional. Nació con una personalidad muy propia, muy única, es una tele muy joven, muy gamberra, donde las cosas se hacen distintas, más desenfadas, pero al mismo tiempo es muy exigente. Los servicios informativos se hacían con muy pocos medios al principio, y eso no iba en detrimento de su credibilidad. La ha sabido mantener hasta el punto de que ahora, si pasa algo, pones laSexta. Está más sobre el terreno. Su público aprecia lo que hacemos, y estar aquí también nos ha servido para romper más moldes. Nos ha permitido crecer con un público nuevo.
Y tú eres una de sus presentadoras del prime time. Siempre tenemos a los mismos presentadores en boca y tú le has dado personalidad al programa. ¿Sientes que se te reconoce ese mérito?
Espero que sí. Mi trabajo principal ha sido hacer creíble el programa y haber mantenido una carrera con ciertos estándares de calidad ha ayudado a ello. Hemos sabido crear el sello propio de la marca. La forma en la que hacemos el reportaje es propia y no se parece a otros formatos del presente y del pasado. Hemos sabido convertir cada reportaje en una historia, no solo informan, es una película basada en hechos reales. Intentamos que el espectador se meta dentro de la narración como si le estuviésemos contando un cuento tradicional. Obviamente no lo he hecho sola, me encanta trabajar en equipo. Por eso hago audiovisuales: esto de la página en blanco que tú tienes ahora delante me parece el parto de la burra. Estoy acostumbrada a trabajar con la gente y entre todos hemos conseguido modular eso.
Los presentadores hacéis mil cosas a lo largo de su carrera, pero al final, ¿te reconocen solo por una?
No, por la última. Pero esto forma parte de nuestra profesión. No me molesta especialmente. Va con los tiempos. Soy la suma de todo lo que he hecho y de todos los profesionales con los que he trabajado, de todas las empresas. Me quedo con lo que he aprendido. Que me recuerden por un programa de este prestigio no podría molestarme.
Te reconocen tanto por este programa que los cómicos no dejan de imitarte. ¿Significa eso que eres un personaje?
Totalmente. Es un personaje que salió un poco de esa zona de confort que te da el periodismo. Siempre he estado en los servicios informativos, lo hice también con La Noria en Telecinco. Allí teníamos la dificultad de ser los primeros en hacer un programa de gran formato en prime time los fines de semana. Hacíamos política cuando nuestro público objetivo ni leía un periódico ni escuchaba un informativo.
Por eso nos inventamos un personaje, la narradora, como un personaje omnisciente que lo sabe todo, pero que lo contaba con un tonito que en cualquier otro contexto habría sido insufrible. Decíamos al público: ’Ya sabemos que suena todo a rayos, pero no te preocupes, te traducimos la información política para hacerla cercana’.
La Noria me sirvió mucho para este trabajo, de eso se trata. Es viernes y la gente quiere aprender, ver cosas cercanas, pero también relajarse y se lo tenemos que poner fácil. En realidad, la presentadora de Equipo de Investigación es un personaje. Está tan tranquila en su mundo, parece que no le afecta nada, pasa a través de manifestaciones, le tiran piedras... Es igual, no pasa nada. Obviamente es un personajazo. Ella, no yo.
El tono con el que hablo es para intentar imitar los cuentos, con pausas, con la entonación. Claro que es imitable, es un honor que los mejores humoristas de este país me hayan metido en su repertorio.
Hablas de lo útil que ha sido tu trabajo en La Noria (Telecinco). ¿Cómo se ve Mediaset desde el lado opuesto?
Mediaset es el segundo —después de nosotros (ríe)— gran grupo de comunicación audiovisual de este país. Los vemos como lo que son, gente profesional, competitiva, maravillosos profesionales y gente con la que nos tenemos que pelear para ser los mejores. He trabajado en Mediaset en dos etapas de mi vida profesional. Cuando me llamaron de Antena 3, dejar Telecinco fue y es la decisión más difícil que he tomado en mi vida. Suponía abandonar un sitio maravilloso para irme a otra sitio maravilloso. Era un programa que me encantaba, en el que estaba muy a gusto. Los veo como unos iguales a los que respetar y contra los que competir duramente.
Ahora vas tras ‘los malos’ en Equipo de Investigación, y dices que tienen un punto exhibicionista...
Todos no, ¿eh? Hay distintos grados de chorizo, para entendernos. El estafador, no. Se enfada muchísimo cuando metes las narices en sus asuntos. Luego sí que hay un tipo de delincuente muy relacionado con el nivel de miseria que sufren algunos barrios de nuestro país. No hay Comunidad que se escape ni gran capital que no tenga ese espacio. Son sitios abandonados, solo van los periodistas en general cuando hay un pollo, cuando se ha quemado algo, cuando hay algún crimen. Nadie habla de ellos nunca. En esos ámbitos que acogen a tipos delincuenciales incluso de ámbito familiar e incluso de generación en generación, que aparezca un programa donde solo salen ‘los mejores malos’ y se interesen por ellos da un punto de orgullo y exhibicionismo. Es como ‘dentro de lo mío, yo soy el mejor’. Es chocante.
Un programa donde solo salen ‘los mejores malos’ y presentado por una mujer ‘real’, de las que no abundan en televisión. ¿Qué importancia tiene tu imagen?
Es importante porque estoy haciendo televisión. No puedo salir desaliñada ni despreciando al espectador. Lo más importante de mi imagen es que soy una persona normal, que ha ido avanzando con los años. La televisión es muy injusta, sobre todo con las mujeres jóvenes, esto sí que lo he vivido hace años. El aspecto físico parece lo único importante y, si te fijas muchos presentadores compañeros se mantienen y van cambiando el accesorio de al lado, con perdón, van cambiando a la compañera. En la tele pasa lo mismo que en Hollywood: los actores se acercan a los 70 y las mujeres siempre tienen 30.
No os escapáis del cliché.
No nos escapamos de esos clichés, pero como a mí no me contratan por ser guapa... Intento dar una imagen limpia y pulida y trabajo con otros profesionales estilistas y peluqueros que consiguen que mi estilo sea muy igual, de hecho no hay mucha personalidad: colores lisos, planos, sin accesorios chillones, porque eso no es lo importante, lo importante es lo que quiero transmitir. También forma parte del diseño profesional, como la voz o la entonación. Tengo la fortuna de que siendo mujer no me contratan por mi aspecto físico, sino por otros valores que priman. Otras compañeras que no han tenido tanta suerte y han visto su carrera interrumpida por ese elemento tan injusto.
¿Haréis un Equipo de Investigación sobre la modelo curvy?
Estamos barajando varios programas sobre esos temas estéticos, porque hicimos uno muy importante sobre las tallas de verdad. Lo que sabemos todas, que una 40 es una 40 en función de a dónde vayas, y puede ser una 36. Me muero de risa cuando Victoria’s Secret dice que ha cogido una modelo un poco más curvy y tiene una 40, ¿qué me estás contando? Hay elementos que se quedaron fuera de ese programa al que le estamos dando vueltas, para enriquecerlo con otros elementos. No es un tema resuelto, este va a ser de los que van a tener, me temo, segunda parte.