Gal Gadot planta cara al racismo de su primer ministro, Netanyahu
"Ama a tu vecino como a ti mismo", recomienda al mandatario de Israel.
En periodo prelectoral, los ánimos suben de temperatura en Israel. La última muestra son los reproches que modelos y actrices, entre ellas la protagonista de Wonder Woman, Gal Gadot, han lanzado contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, después de que afirmase que este país no es para todos sus ciudadanos.
El desencadenante de la polémica fue la dura respuesta, a través de un iracundo comentario en Instagram, de la popular modelo, actriz y presentadora de televisión Rotem Sela a unas declaraciones de la ministra de Cultura Miri Reguev, del partido derechista que encabeza Netanyahu, el Likud, en las que alertaba de posibles alianzas políticas con "los árabes".
"¿Qué problema hay con los árabes? Dios, también hay ciudadanos árabes en este país. ¿Cuándo demonios alguien en este Gobierno le dirá al público que Israel es un país de todos sus ciudadanos y todos nacemos iguales, también los árabes? Los árabes, Dios nos ayude, también son seres humanos", dijo Sela.
Netanyahu aprovechó la ocasión para dejar clara su postura y contestó: "Querida Rotem, una corrección importante: Israel no es un Estado de todos sus ciudadanos. De acuerdo con la Ley Básica que hemos aprobado, Israel es el Estado Nación del pueblo judío, y solo suyo". Y añadió: "no hay ningún problema con los ciudadanos árabes de Israel: todos tienen igualdad de derechos y el Gobierno del Likud ha sido el más comprometido con el sector árabe que cualquier otro Gobierno".
Poco después saltó a la palestra Gadot que, ante las críticas a Sela, recordó el mandamiento bíblico de "Ama a tu vecino como a ti mismo" y opinó que esto "no es una cuestión de izquierda o derecha, judío o árabe, religioso o secular", sino una cuestión de "diálogo de paz, igualdad y tolerancia".
Es nuestra responsabilidad, dijo Wonder Woman, "plantar la semilla de la esperanza por un futuro mejor", y aplaudió a su compañera asegurando que Sela "es una inspiración para todos".
Alrededor del 20% de la población israelí son ciudadanos árabes con nacionalidad israelí, en su mayoría palestinos que se quedaron dentro de las fronteras de Israel tras su creación en 1948 y sus descendientes, un grupo que se considera discriminado y que los sectores más extremistas consideran una amenaza para la identidad judía del país.
La tercera en unirse a la disputa fue la actriz Maya Dagan, que también apoyó a Sela en Instagram, tras los ataques que ésta recibió, diciendo que ella "no es valiente. Es normal. Está cuerda. Es una ciudadana del estado que se preocupa por el país", y critica el miedo a expresarse libremente. "Yo me uno a ti (Sela). Reafirmo lo que dices. Bien hecho, Rotem, estoy orgullosa de ti", aseguró.
La modelo Shlomit Malka continuó la saga, informa el diario Haaretz, con un post en Facebook que condena las críticas a Sela y señala que "la decencia está antes de la Torá" (Pentatéuco, los cinco primeros libros del Antiguo Testamento).
La agrupación judía progresista estadounidense J Street también se unió a las críticas el jefe de Gobierno, se declaró "alarmada por la campaña de incitación contra los ciudadanos árabes israelíes que llevan a cabo el primer ministro y otros políticos de derechas", y criticó lo que considera una retórica "desgraciada y racista de Netanyahu y sus aliados que pone en peligro a los árabe israelíes y el compromiso de Israel con la democracia".
El presidente israelí, Reuvén Rivlin, también se pronunció ante la polémica, ayer en la Universidad Hebrea, donde condenó lo que definió como "un discurso inaceptable sobre los ciudadanos árabes de Israel", detalló hoy el diario Maariv.
"Cualquiera que crea en la obligación del Estado de Israel de ser judío y democrático en el pleno sentido de la palabra debe recordar que hay derechos absolutamente iguales para todos los ciudadanos de Israel. No hay ciudadanos de primera, no hay votantes de segunda. Somos todos iguales ante los colegios electorales, judíos y árabes", enfatizó el presidente.