Fue la Warner y no Interior quien pidió ocultar a Piolín del barco de la Policía
'La Vanguardia' desvela que el gigante del cine dio una orden clara a la naviera: o escondía a sus muñecos o la obligaba a llevarse la embarcación del Puerto de Barcelona.
No, no fue el Ministerio del Interior, sino la propia productora cinematográfica Warner Bros quien emplazó el Gobierno central a colocar una lona que tapara a Piolín, a Silvestre y al Demonio de Tasmania del lateral del barco atracado en el Puerto de Barcelona y que se ha dispuesto para albergar a los agentes que refuerzan la vigilancia en Cataluña de cara al 1-O.
Según ha publicado La Vanguardia, la empresa, entre las más importantes del mundo del cine y con derechos de imagen de los tres dibujos animados, reclamó esta semana al Ejecutivo de Mariano Rajoy "que o escondía a sus muñecos u obligaba a la naviera a llevarse la embarcación".
Ya el pasado fin de semana, los responsables del crucero, llamado Moby Dada, decidieron cubrir a los Looney Tunes con unas telas oscuras, de plástico, para poder tapar y resistir el viento a la vez, pero el sistema se movía mucho, era inseguro y no acababa de tapar los dibujos. Según relata la reportera Mayka Navarro, "los policías y guardias civiles que duermen en los camarotes con vistas a los dibujos animados se quejaron, y con razón, porque se habían quedado sin la poca luz y aire que les entraba por las escotillas".
Además de los "diminutos camarotes para cuatro, que tras protestas lograron ocupar sólo dos", la escasez de ventanas, luz o internet y las deficiencias en la comida que desvela este diario, los agentes han tenido que sobrellevar las bromas que ha causado la presencia del pájaro amarillo, el lindo gatito y su compañero el demonio de los mares del sur en su barco y las comparaciones que los tuiteros han hecho con Piolín, el intento de taparlo y la "libertad" de los catalanes ante el refrendo independentista del domingo.
Algunos, como el diputado de ERC Gabriel Rufián, aprovecharon la coyuntura para despedirse de España usando la frase mítica de la Warner.