Francisco Martínez, el hombre que tiene en jaque al PP
El principal político imputado por Kitchen apunta a Rajoy, Cospedal y Fernández Díaz
“Mi error fue ser leal a miserables como Jorge, Rajoy o Cospedal”. Esta confesión pertenece a Francisco Martínez. El ex secretario de Estado de Seguridad en la época de Mariano Rajoy, el ‘número dos’ de Jorge Fernández Díaz. En el Ministerio del Interior, nada más y nada menos. El lugar que esconde los grandes secretos de Estado, los misterios del Reino pasan por allí.
Pero había otro gran secreto. Se creó una supuesta estructura parapolicial durante aquella época con una misión: espiar a la familia de Luis Bárcenas. Lo que se denomina operación Kitchen, en manos ahora del juez Manuel García Castellón en la Audiencia Nacional. Presuntamente desde “órganos superiores” del Estado se ordenó esta misión para robar documentos al extesorero del PP que pudieran comprometer a altos dirigentes del partido. Para ello se logró un topo: el chófer del matrimonio Bárcenas, al que se le pagaron 48.000 euros de los fondos reservados.
Un entramado oscuro en el Ministerio del Interior, en el que campaban a sus anchas las llamadas cloacas del Estado. Y en esta historia de la España reciente no podía faltar el perejil de todas las salsas ‘negras’ del país: el excomisario Villarejo. Precisamente los investigadores encontraron en un rastreo en su casa un pendrive que contenía audios en los que por primera vez se hablaba de la operación Kitchen o Cocina y se abrió el proceso judicial.
Cuando se lanzó esta operación desde Interior, los populares estaban al borde del abismo político (aunque gobernaban con mayoría absoluta). Su extesorero tenía que declarar ante la Audiencia Nacional por la supuesta financiación irregular del partido y por los sobres con dinero negro para altos cargos. Entonces se puso en marcha presuntamentes desde el palacete del número cinco de la Castellana la captación del chófer.
Y el principal imputado hasta el momento es Francisco Martínez, el ‘número dos’ de Interior. El mismo hombre que puso bajo registro notarial algunos de los mensajes que se intercambiaba con el ministro por lo que pudiera pasar mañana. Ese manaña ha llegado y ahora cerca a Fernández Díaz y a María Dolores de Cospedal, además de al marido de ella, para los que la Fiscalía Anticorrupción pide imputación.
Pero Martínez ya está imputado, y es el político señalado por la Justicia más alto. Un brillante estudiante de Derecho que acabó en la Administración de Mariano Rajoy en uno de los puestos estrella y que luego cayó en desgracia con la llegada de Pablo Casado. Está dispuesto a tirar de la manta, no quiere comerse sólo este escándalo, está atemorizado y además tiene atemorizado a todo el Partido Popular.
Hizo esta declaración de intenciones en una conversación con el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, desvelada por El País: “Esta será la primera declaración de un político, a la que seguirán varias más, pues como sabes muy bien mi grandísimo error en el ministerio fue ser leal a miserables como Jorge [Fernández Díaz], Rajoy o Cospedal”. Añadiendo: “Y de eso, afortunadamente, tengo todo muy claro y muy fácil de probar. Y te aseguro que es lo último que quería hacer”.
Los sms de Martínez han puesto nerviosos a muchos y además revelan ese proceder en las cloacas. Se intercambió algunos con miembros de la cúpula policial como Enrique García Castaño y Eugenio Pino en los que confesaba que se sentía abandonado por los que le habían encargado la operación. Y dejó por escrito también su creencia de que si iba ante el juez, detrás irían Fernández Díaz y Mariasno Rajoy. A Pino le comentó: “Te garantizo que si yo tengo que declarar porque me implique GP (García Castaño), también irán JFD y probablemente MR ”.
En el teléfono de Martínez, según han podido encontrar los fiscales, había una nota titulada “mensajes para trasladar”: su contenido decía que tenía “instrucciones muy concretas” -la primera en julio de 2013- y que recibía presiones “diarias” para “obtener y transmitir información”. Precisamente en la anterior fecha fue cuando recibió por primera vez el nombre del confidente a tocar por parte de Fernández Díaz: “Chófer B. Sergio Javier Rios Esgueva (ahora hace esa función con su mujer)”.
El juez García Castellón está investigando quiénes son los mister X de esta operación y parece que no se va a quedar solo en Martínez. En el auto en el que levantaba el secreto de este caso este lunes el juez apuntaba a cotas altas: “un operativo parapolicial del que serían responsables Órganos Superiores y/o Directivos de la Administración General del Estado y cuya ejecución material se encomienda a los ya investigados en la causa Enrique García Castaño, entonces jefe de la UCAO, y José Manuel Villarejo Pérez”.
Francisco Martínez, con la operación Kitchen, bajo la lupa judicial desde finales de 2018, cada vez se siente más en el precipicio y asustado por su imputación. Además, el PP había vivido un proceso de renovación entonces con la marcha de Rajoy y las primarias en las que ganó Casado. Era momento de renovar las listas electorales y cayó en pánico por no ser incluido por el nuevo líder en la lista al Congreso. Eso significaba perder su aforamiento -que su caso fuera investigado por el Supremo y no por un tribunal ordinario-.
Entonces, según consta en la investigación de la Fiscalía, el propio Martínez intentó volver ir en las listas del PP, un partido en el que no tenía muchas agarraderas internas. Se dirigió directamente al expresidente Rajoy pidiéndole el favor de que intercediera por él para ir en la papeleta de abril de 2019. Le escribió diciéndole que era una injusticia y que le había dejado “tirado”. Buscaba alternativas como ir, por ejemplo, en las elecciones autonómicas en Madrid como forma de pago por su “lealtad y compromiso”.
En ese intento desesperado de quedarse en un puesto público escribió también al actual ‘número dos’ del Partido Popular, Teodoro García Egea, el principal confeccionador de las listas. Martínez le adjuntaba la noticia de El Mundo en la que se decía que ni él ni Fernández Díaz serían candidatos al Congreso. “Soy comprensivo, leal y comprometido, precisamente por eso me he metido en este lío”, le trasladaba a ‘Teo’. Pero Génova 13 hizo caso omiso y no lo incluyó. Toda esta información se conoce tras el registro policial llevado a cabo en casa del investigado un día antes de que se declarara el estado de alarma.
Martínez vive sus peores días, cercado por la Justicia. Precisamente aquel estudiante brillante de Derecho en la elitista y madrileña universidad de ICADE. El hombre que fue ‘número uno’ en su promoción de letrado en las Cortes. No volvió al Congreso como diputado, pero sí como funcionario el año pasado. Y sigue allí en la Carrera de San Jerónimo, según confirman fuentes de la Cámara Baja.
El hombre que pone en jaque al PP.