Francia ve tambalear su reinado del lujo
La guerra comercial entre Estados Unidos y Europa puede ser un elemento distorsionador de este sector en el país vecino.
Si hay un país que es símbolo del lujo con mayúsculas, ese es Francia. Nuestros vecinos cuentan con algunas de las multinacionales más emblemáticas del sector desde hace siglos, y es uno de sus principales sectores del PIB y de marca del país. Tanto los tangibles como los intangibles del sector del lujo son fundamentales para el buen desempeño de la economía francesa. Y las últimas noticias no son buenas. La guerra comercial entre Estados Unidos y Europa puede ser un elemento distorsionador de un sector que, tras la crisis económica vivida en la última década, se ha tenido que reinventar y reposicionar.
Estados Unidos ha anunciado un incremento de tarifas para algunos productos clave franceses: quesos, vinos y marroquinería. Los aranceles pueden suponer una subida del 100% del precio a las importaciones cuyo valor asciende a 2.400 millones de dólares al año.
El órdago de la Administración estadounidense es eliminar la “tasa Google” que incrementa los impuestos a las compañías tecnológicas estadounidenses a cambio de dejar las cosas como están en materia de productos europeos. A la incertidumbre en bolsa, en donde estas compañías no hacen más que perder valor desde que se anunciaran los posibles nuevos aranceles, se le une el parón del consumo en Francia y en el resto de Europa de este tipo de productos a causa de las incertidumbres geopolíticas, como el Brexit, la desaceleración económica en Alemania, y la también guerra comercial entre China y Estados Unidos.
Hong Kong había sido hasta ahora uno de los “paraísos” de las grandes compañías del lujo para paliar los efectos de la crisis en Europa y la subida de los impuestos en China, pero desde que comenzaran las revueltas también se han desplomado no solo los viajes a la excolonia británica, también las ventas. Si Estados Unidos lleva a cabo su amenaza, el primer país consumidor de productos de lujo franceses ralentizará el consumo y empezaríamos a ver profit warnings, es decir, advertencias de las compañías de caída de las ganancias en los próximos meses. Es lo que ya empieza a descontar el mercado.
Según el último informe de Deloitte correspondiente a 2019 sobre el sector, el grupo LVMH, que cuenta con más de 70 marcas, es líder mundial indiscutible con una facturación de 27.900 millones de dólares, seguido por Estée Lauder y el grupo franco-suizo Richemont; y en cuarto lugar, Kering. Chanel, que publicaba resultados por primera vez en 2018 es la sexta compañía del mundo del sector del lujo por facturación.
Para intentar reaccionar, los grandes del sector se están centrando aún más en mercados emergentes y en aquellos en los que están maduros ofreciendo productos con la calidad de siempre y poniendo de manifiesto sus compromisos tanto con el empleo de calidad, como con el medio ambiente gracias a productos más sostenibles.