La firma de hipotecas se disparó un 24,7% en mayo
Se otorgaron 44.165 préstamos, la cifra más alta en 11 años, tras el desplome registrado en abril, cuando aumentó apenas un 4,5%.
El afán de los españoles por convertirse en propietarios no para de crecer. En mayo se firmaron 44.165 préstamos hipotecarios, un 24,7% más con respecto al mismo mes de 2021, y ya van 15 meses de subidas initerrumpidas.
También se compra más caro, el importe medio de las hipotecas fue de 149.261 euros, un 11,9 % más que el año anterior y el de mayor volumen en quince años. En otras palabras, desde 2007, que se dice pronto. Los bancos han fiado de esta manera 6.592 millones de euros a los compradores, un 39,6 % más.
Los cinco primeros meses de 2022 han marcado un aumento del 50,6% en el número de hipotecas, y el capital prestado para las mismas un 61,7.
En cuanto al interés, casi tres de cada cuatro (72,8%) se firmaron a tipo fijo, situando la media del mismo en el 2,47% para amortizarse en 24 años. De media, el importe medio de las hipotecas ascendió un 4,8% hasta los 159.148 euros.
¿Hasta cuándo se mantendrá esta tendencia al alza?
Los últimos años han demostrado que cualquier predicción que se haga corre el riesgo de morir a los tres días sin posibilidad de resurrección. Por contra, hay algunos factores que lanzan un poco de claridad sobre por dónde podrían ir los tiros en cuanto al mercado de la vivienda. Las señales vienen de Europa.
El Banco Central Europeo (BCE) anunció este jueves una subida de tipos de interés del 0% al 0,5 (0,25 más de lo esperado), y marca una senda que podría traducirse en un enfriamiento del mercado hipotecario a medio plazo.
¿Por qué? Porque el precio del dinero que el BCE presta a las entidades europeas se encarece.
La reacción en cadena está servida. Los bancos, para otorgar una hipoteca, previsiblemente lo harán a un tipo de interés fijo (el preferido hasta el momento) más alto, para así cubrir los intereses que el BCE les exige. Esto se traduce en que los consumidores tendrían que pagar más por comprar una vivienda, y a nadie le gusta pagar más si puede pagar menos.
Otra posibilidad es que los compradores opten por un tipo de interés variable, que basa el interés que se paga al banco por un préstamo hipotecario en el Euribor, que que volvió a superar el 1% por primera vez en casi una década.