Así eran las vacaciones de Fernando Simón en el pueblo donde pasaba los veranos: "Es una gente sin malos humos"

Fernando Simón es el hombre del momento. La pandemia del coronavirus ha sacado del anonimato a este médico aragonés hasta el punto de que, tras una larga carrera en el mundo de la medicina sin llamar la atención mediática, casi no puede pasear por la calle, tal y como él ha reconocido en varias ocasiones.

Poco a poco se ha ido le ha ido conociendo más, incluso se han desvelado algunas de sus aficiones. La moto, con la que llega al ministerio de Sanidad y con la que posó para la portada de El País Semanal, es una de ellas, pero no la única.

A Simón también le gusta el deporte: practica la escalada, como reconoció en una entrevista para la revista especializada Desnivel, y es gran aficionado a los deportes náuticos.

“Soy de Zaragoza y es verdad que la montaña y el Pirineo siempre han estado ahí, pero mis deportes eran otros, acuáticos. Pasábamos el tiempo libre en un pueblo de Aragón que se llama Caspe y que está al lado de un pantano muy grande donde hacíamos windsurf, piraguismo, vela ligera, etc. Siempre con material muy cutre de segunda mano con el que nos buscábamos la vida para reparar”, contó el médico en esa entrevista.

Simón y el resto de su familia acuden a la vivienda que tienen en la urbanización residencial Poblado de Pescadores, situada a un kilómetro de Caspe (Zaragoza), que se encuentra en una de las comarcas del Bajo Aragón que retrocedieron a la fase 2.

Precisamente, esta urbanización, situada junto al mar de Aragón o embalse de Mequinenza y en la que hoy viven alrededor de 200-300 familias, según el Ayuntamiento, fue impulsada en los años 60 por, entre otros, su padre, el prestigioso psiquiatra Antonio Simón.

“Antonio es muy conocido. En esta zona prácticamente lo conoce todo el mundo porque trabajó como director en el antiguo hospital psiquiátrico de Caspe. De ahí creo que le viene el arraigo que tienen con esta localidad”, comenta la alcaldesa socialista Pilar Mustieles, que afirma no conocer personalmente a Simón.

Al embalse, relata, no solo va Simón, su esposa y sus seis hijos. Tampoco sus hermanos. “Viene mucha gente por el tema de deportes náuticos. Es una zona referente muy visitada del territorio, sobre todo, en verano”, concreta.

Las actividades que se pueden hacer en Río Caspe Aventura van desde la banana o el esqui náutico hasta la vela, el windsurf o el kayak. También se pueden realizar otras actividades náuticas como wake board, paddle surf o big paddle.

Desde el restaurante del Club Náutico apuntan que sí que lo han visto estando en la terraza tomando algo y que han tenido siempre un trato agradable: “De lo que he visto es una gente muy normal, muy agradable y sin malos humos”.

La urbanización, a pesar de contar con piscina, restaurante, el club náutico o pista de tenis, no posee los servicios básicos, así que se tienen que desplazar al municipio: “Todas las opiniones que se tienen y se oyen en el pueblo es de una persona con talante y que ha hecho una buena gestión”.

“Es una persona que ha demostrado ser un trabajador incansable y la gente está contenta, incluso muchos han pedido que se le reconozca dicha labor”, reconoce Mustieles, que confiesa que en un futuro y cuando la situación esté más tranquila se pondrán en contacto con Simón.

No han pensado todavía en qué, pero sí que han planteado la posibilidad de reconocer su labor y satisfacer a esa parte de la población del municipio: “Queremos intentar que cuando esté un poco más desahogado de su faena hacerle un homenaje para demostrarle que estamos agradecidos por su trabajo. Hasta donde él nos permita, pero es que se observa sin conocerlo muy bien que es un persona discreta y humilde”.

Apareció una pintada pidiendo su dimisión

En Caspe, como todo lo que rodea a Simón, también hay gente que critica la gestión del médico. El pasado 9 de junio apareció en una de las zonas de acceso a la urbanización Poblado de Pescadores una pintada en la que se pedía su dimisión: “Gobierno asesino. Simón dimisión”.

“Siempre hay detractores de la gestión de estas personas”, indica Mustieles. En cuanto tuvo constancia, la Policía Local borró el mensaje de la pared y se puso a investigar los hechos.

“Condenamos totalmente este tipo de actos vandálicos en nuestra localidad, que no hacen más que costar dinero a las arcas públicas”, declaró la concejal de Bienestar Social de Caspe, Alicia Clavería, en unas declaraciones recogidas en El Heraldo de Aragón.