Feijóo ya es presidente del PP, pero ¿qué pasará con la Xunta de Galicia?
¿Quién será el elegido? ¿Cómo y cuándo se producirá la sucesión?
La elección el fin de semana de Alberto Núñez Feijóo como nuevo líder del PP supone un paso más en el calendario establecido para que también abandone la Presidencia de la Xunta tras trece años de mayorías absolutas.
A diferencia del cargo en el PP gallego, que dejó de modo efectivo el pasado viernes 1 de abril, por ser incompatible por estatutos con la dirección del PP en Génova, Núñez Feijóo abandonará la Xunta de forma voluntaria y será el primer caso en la historia autonómica.
Dueño de sus tiempos, ha confirmado que será este mes a partir del cual empiecen a sucederse los acontecimientos, primero con su elección al frente del PP y posteriormente con su sucesión en la Xunta y en el partido en Galicia.
Sin fechas específicas, más allá de que este mes se activa el proceso, el Estatuto de Autonomía establece que una vez presentada oficialmente la renuncia a la Presidencia, el Parlamento gallego deberá celebrar en un máximo de 30 días un debate de investidura.
Antes, formalmente, el presidente de la Cámara escuchará a los grupos, si bien la mayoría absoluta del PP garantiza que será uno de sus diputados el nuevo presidente.
Los favoritos para la sucesión
Para ese puesto se perfila a priori con más posibilidades el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, mano derecha en los gobiernos de Núñez Feijóo desde 2009, puesto que también ocupó en el partido durante diez años, hasta 2016, y actual presidente provincial en Pontevedra.
En una segunda línea, que también encajaría con la previsibilidad anunciada por el todavía presidente, se situaría el vicepresidente segundo, Francisco Conde; asesor de Núñez Feijóo que entró en el gobierno gallego en 2012 y junto con Rueda es el único diputado -condición indispensable para ser elegido presidente en la Cámara autonómica- del gabinete actual.
Si bien es cierto que ser parlamentario es la única condición que establece el Estatuto, esto abriría la puerta a otras posibilidades dentro del grupo, que parecen contar con pocas o ninguna opción; ya sean la de Pedro Puy o la de Diego Calvo, principalmente.
Pedro Puy es portavoz parlamentario e ideólogo y coordinador de los programas electorales de las cuatro mayorías absolutas y otro de los principales colaboradores del presidente; mientras que Diego Calvo es presidente del PP de A Coruña, vicepresidente primero del Parlamento y ha sido elegido presidente del comité electoral nacional del PP en el congreso de Sevilla.
El acento gallego en el nuevo organigrama popular
Precisamente, el congreso de la ciudad andaluza ha servido para que Núñez Feijóo reparta juego entre sus principales cargos orgánicos, de modo que los cuatro presidentes provinciales -Diego Calvo (A Coruña), Alfonso Rueda (Pontevedra), Elena Candia (Lugo) y Manuel Baltar (Ourense)- figuran en el comité ejecutivo, con especial relevancia para el puesto de Calvo. Para este órgano, además, Núñez Feijóo ha nombrado también al vicepresidente segundo, Francisco Conde.
Pero sin duda, el principal nombramiento para la nueva dirección del PP ha sido el de su principal colaborador en el partido en Galicia desde 2016; el secretario general, Miguel Tellado, que desempeña también las funciones de presidente del partido por tiempo indeterminado de modo interino desde la renuncia de Feijóo la pasada semana.
Tellado ha sido nombrado vicesecretario general de Organización Territorial y formará parte del comité de dirección, que este lunes celebra su primera reunión en Madrid, con lo que su puesto en Galicia parece tener también un límite temporal cercano.
Y es que la sucesión en el partido es el segundo melón que ha abierto la Presidencia de Núñez Feijóo en el PP. El ourensano sucedió a Manuel Fraga en 2006 y fue reelegido para un quinto mandato en el congreso celebrado en julio de 2021.
El congreso y los plazos ante las citas electorales
El calendario electoral, con municipales dentro de un año y la incógnita de unas generales -cuya celebración no será más allá de finales del próximo año- alimenta las dudas sobre cómo resolver el relevo de Núñez Feijóo en el partido.
Ya sea a corto o medio plazo tiene que haber un congreso, dado que ese es el mecanismo en el que se elige al candidato a la Xunta para las elecciones autonómicas, cuya fecha no debería ir más allá del verano de 2024.
Las aspiraciones legítimas de los barones tras el híperliderazgo de Núñez Feijóo estos años y su hermetismo sobre una sucesión sobrevenida, cuando ya nadie contaba con ella, al menos en esta legislatura, llenan de dudas el proceso del relevo.
Todos los implicados, incluido el presidente, insisten en que saldrá bien, que la estabilidad de Galicia está asegurada y que se hará de modo previsible. La única certeza, como reconoció Núñez Feijóo este fin de semana, es que le queda un día menos para ser presidente de la Xunta.