Facebook: cuatro mentiras por cada verdad sobre el coronavirus
Un informe de Avaaz revela la identidad y las estrategias de las redes de desinformación médica en Facebook y la peligrosa inacción de la red social para detenerlas.
Cuatro mentiras por cada verdad. Ese es el panorama de las “noticias” sobre el coronavirus en Facebook, donde los esfuerzos por combatir la desinformación parecen estar fracasando de forma estrepitosa. El contenido creado por las redes de intoxicadores tiene cuatro veces más visitas que el de las autoridades sanitarias, los bulos acumulan millones y millones de visitas e interaciones y la compañía de Mark Zuckerberg se limita a mirar cómo los buenos, la ciencia, pierden esta batalla.
Es lo que denuncia la plataforma de activismo Avaaz, que lleva varios años analizando la desinformación en internet. En su último informe, centrado en los últimos 12 meses, señala que Facebook “ha fracasado a la hora de mantener a la sociedad segura e informada durante la pandemia” y aseguran que el algoritmo de la red social se ha convertido en “una amenaza para la salud pública”. Avaaz reconoce que la compañía estadounidense se comprometió a tomar medidas para proteger a la gente de los bulos en cuanto a vacunación y coronavirus, por ejemplo, pero apunta que “incluso las estrategias más ambiciosas de Facebook se están quedando cortas”.
Todo lo contrario ocurre con las mentiras fabricadas por unas cuantas decenas de webs y páginas públicas durante los últimos meses: sus bulos han logrado, en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, cuatro veces más visualizaciones que la información comunicada por las instituciones sanitarias más destacadas, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
No son “locos”, es un ejército
Estas redes de desinformación llegaron a la cifra récord de 460 millones de visitas en abril, durante el pico más duro de la pandemia. Cuando la información veraz sobre el virus, su prevención y las vacunas era necesaria como nunca, millones de usuarios consumieron mentiras y artículos fabricados para ganar dinero y erosionar la confianza en las instituciones. Pero no era nuevo: durante los 12 meses que recoge el informe, los ejércitos del bulo lograron 3.8 billones de visitas.
La palabra “ejército” puede parecer desproporcionada, pero si algo deja claro el informe de Avaaz es que nada es casualidad en la extensión de las noticias falsas en Facebook. Los analistas de la plataforma han identificado varias decenas de páginas web dedicadas al negocio de la mentira sobre la salud y también su estrategia. Cada una republica el contenido de las demás y lo traduce a varias lenguas, para asegurarse de que su impacto es aún mayor.
Las páginas de Facebook son para ellos un vector de expansión de posibilidades prácticamente infinitas: son seguidas ya por más de 28 millones de personas y han generado 800 millones de visitas, el 43% de todas las registradas por ese contenido.
Esta maquinaria es la que está detrás de algunos de los bulos y teorías conspirativas más amplificadas de los últimos tiempos y coreadas en manifestaciones como la de los antimascarillas de Madrid del pasado sábado 16 de agosto. Las fantasías en torno a Bill Gates son la joya de la corona: un artículo que sostenía que las vacunas habían provocado una explosión global de la polio y que un programa de vacunas financiado por el cofundador de Microsoft había causado la parálisis de medio millón de niños en India tuvo, contando original y republicaciones, 4,7 millones de visitas.
Pero hay bulos de todos los colores y para todos los propósitos: piezas sobre supuestas maniobras de los gobiernos para hinchar las cifras de contagiados y aterrorizar así a la población, ataques a las medidas de prevención para evitar la expansión del virus y, por supuesto, el totum revolutum del 5G, las vacunas y los proyectos para dominar a la humanidad.
Estas plataformas no son inocentes desde el punto de vista político. El informe de Avaaz recoge que el 61% de estas páginas no muestra una clara afiliación, según NewsGuard, pero el 25% de ellas están asociadas al campo de la ultraderecha. Esto convierte al extremismo de derechas en la tendencia política más representada entre las web de desinformación médico-sanitaria.
Facebook como peligro para la salud pública
Solo el 16% de las publicaciones puestas en circulación por las redes del bulo fueron marcadas por Facebook como “falsas”, según denuncia Avaaz en su informe. Además, ese 16% mide la afectación a las publicaciones originales, pero no a todas aquellas que la red hizo recircular con republicaciones y traducciones. El agua de la mentira se le escapa a Facebook entre los dedos.
El informe recoge también las declaraciones de varios representantes de la profesión médica, que señalan a la red social de Zuckerberg como un “peligro” para la salud pública. Uno de ellos es el doctor João Miguel Grenho, secretario general de la Unión Europea de Médicos Especialistas, que representa a 1,6 millones de médicos especialistas.
“Facebook está repleto de desinformación médica y esto, en medio de una pandemia, hace de la plataforma un peligro para la salud pública”, asegura. “Los trabajadores sanitarios de todo el mundo, nuestras familias y nuestros pacientes tenemos derecho a que se nos proteja de la desinformación tóxica. Mark Zuckerberg debe tomar medidas inmediatas para ayudarnos a detener esta infodemia. De lo contrario, la cantidad de personas en contra de la aplicación de la vacuna será demasiado elevada como para que podamos vencer a esta pandemia”, añade.
El informe culmina con una propuesta para que Facebook ponga en “cuarentena” la desinformación y a los actores que la generan. Esta pasa por mejorar el sistema de etiquetado de información falsa y añadir un mecanismo de rectificación de la desinformación con correcciones retroactivas mostradas a todos los usuarios que hayan visto este tipo de contenido.
Lo más importante, con todo, está en el algoritmo. Un apartado del informe se pregunta sobre la posibilidad de que haya sido el propio funcionamiento interno de Facebook el que ha provocado los picos de audiencia de los contenidos de desinformación durante la pandemia y por eso resulta urgente que la compañía lo revise para limitar la expansión de esta información nociva.
Solo ese cambio disminuiría su alcance hasta en un 80%.