Tensión máxima en EEUU al irrumpir los manifestantes pro-Trump en el Capitolio
Alentados por Trump, sus seguidores asaltan el Congreso en un ataque a la democracia que deja al menos cuatro fallecidos. Biden lo tacha de "insurrección".
Todas las miradas puestas en Estados Unidos este 6 de enero en lo que ya se califica de momento “histórico”. Lo que debería haber sido una ceremonia formal para certificar la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales se ha convertido en un escenario de violencia e incertidumbre tras la irrupción de centenares de partidarios de Donald Trump en el Capitolio.
Durante varias horas de la tarde del miércoles, los manifestantes han campado a sus anchas por la sede del poder legislativo. La Guardia Nacional y el FBI se han desplegado hasta el lugar, pero ya era tarde: al menos cuatro personas han muerto en el asalto, según han asegurado a última hora de la jornada las autoridades locales.
Cuatro horas después del asalto, las fuerzas de seguridad han logrado despejar el interior del Capitolio y consideran “seguro” el edificio, después de lanzar gases para dispersar a los cientos de personas congregadas en los alrededores.
La sesión en la que iba a certificarse el triunfo de Biden ha tenido que pararse en seco, y los agentes han evacuado, entre otros, al todavía vicepresidente, Mike Pence, principal objetivo de los manifestantes después de negarse a obstaculizar la victoria de Biden.
Tras horas de concentraciones este miércoles, los seguidores de Trump, que niegan el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, han asaltado el Capitolio, sin que las fuerzas de seguridad hayan podido impedirlo.
Ante unas imágenes de caos y tensión nunca vistas, el presidente saliente, Donald Trump, ha pedido en un mensaje en Twitter a los manifestantes que abandonen el Capitolio, pero ha seguido sin reconocer su derrota. “Sé que estáis dolidos, sé que estáis heridos”, ha dicho a los suyos, “pero tenéis que iros a casa ahora, tenemos que tener paz, ley y orden”.
Trump ha rogado que no haya heridos y que se respete a la Policía, mientras ha seguido hablando de “elecciones fraudulentas”. “Os quiero”, ha comunicado a los manifestantes. El vídeo ha sido eliminado por Facebook, YouTube y Twitter. Esta última red social, además, ha bloqueado la cuenta de todavía presidente durante al menos 12 horas.
Pero esta peculiar llamada al pacifismo llega tarde. Trump lleva todo el día —y meses— azuzando a sus seguidores, y a su vicepresidente, para que no se certifique la victoria de Biden.
El propio Joe Biden se ha dirigido a los estadounidenses en un mensaje mucho más serio que el de Trump. “Nuestra democracia está bajo un ataque sin precedentes”, ha advertido. “Esto no es una protesta, es una insurrección”, ha asegurado Biden al tiempo que ha apelado a Trump para que “cumpla con la Constitución” y pida de una manera contundente a sus fieles que salgan del Capitolio.
Unos momentos antes de que los manifestantes asaltaran el Capitolio, Donald Trump había pedido a sus simpatizantes que no se rindieran, que las elecciones habían sido un “robo”.
Son esos los manifestantes que han entrado a las Cámaras, en unas imágenes insólitas. Los reporteros en el lugar informaban de que los manifestantes estaban por todas partes, golpeando las puertas y gritando “Trump ganó las elecciones”. “Es una locura”, describe Igor Bobic, reportero del HuffPost en el Capitolio.
Las autoridades de Washington han establecido un toque de queda a las seis de la tarde y las fuerzas de seguridad han pedido refuerzos para controlar a los centenares de seguidores de Trump.
Algunos periodistas señalaban que se habían escuchado disparos, y horas después ha llegado la confirmación de que una mujer herida de bala había muerto.
Las concentraciones de seguidores de Trump se celebran desde esta mañana en Washington. “No voy a rendirme”, les ha dicho Trump esta misma tarde, que ha repetido que las elecciones habían sido un fraude y ha echado en cara a Pence que no tuviera la “valentía” de anular los votos de Biden.
Pence, por su parte, ha enviado una carta al Congreso antes de que se produjera el caos, aclarando que él no tiene “autoridad para determinar qué votos electorales se deben contar y cuáles no”, como pedía su jefe.
El todavía vicepresidente ha recurrido a Twitter para exigir a los manifestantes que paren. “La violencia y la destrucción en el Capitolio deben parar, y deben parar ya”, ha escrito, pidiendo a la gente que abandone el edificio.
Nadie entiende bien cómo los manifestantes han logrado entrar al Capitolio, un edificio protegido con la máxima seguridad. Tampoco parece que vayan a cumplir el toque de queda establecido por las autoridades, que ha entrado en vigor a las seis de la tarde hora local, medianoche en España.
Los representantes del Congreso y el Senado han pedido retomar esta noche la certificación de los votos electorales para ratificar la victoria de Biden ‘con normalidad’ cuanto antes. Los congresistas y senadores han vuelto al Capitolio escoltados por policías y militares.
A las 20 horas de Washington, 2 de la madrugada en la península Ibérica, la votación se ha reanudado. “Vamos a cumplir con nuestro deber y lo vamos a hacer este día, esta tarde, para ratificar la decisión del pueblo de EEUU...La violencia nunca gana. Sí nuestra libertad, esta sigue siendo la casa del pueblo”, ha declarado Pence.
Vuelta a la casilla de salida, con un país y una democracia bastante tocados.