Europa, escucha a tus ciudadanos
Vivimos una gran parte de nuestra vida en el mundo online. Pagamos nuestras facturas, vemos televisión, hablamos con nuestros amigos e incluso, si somos afortunados, encontramos el amor de nuestra vida en la red, y para todas y cada una de esas cosas hay una aplicación móvil que nos lo facilita.
Por eso no es de extrañar que en 2012, la Comisión Europea lanzara una herramienta online destinada a ayudar a los ciudadanos a participar en la Unión Europea. Se suponía que las Iniciativas Ciudadanas Europeas (ICE) nos permitirían pedir a la Comisión Europea la aprobación de leyes. En teoría era una idea genial, pero para lograrlo son necesarios al menos siete ciudadanos adultos de siete estados miembros de la UE diferentes y un millón de firmas procedentes de esos países.
Las barreras que hay que superar para lograr que una ICE llegue a buen puerto son enormes y solo los grupos de la sociedad civil organizada mejor financiados y organizados pueden lograrlo. Hay quien piensa que este mecanismo está pensado para impedir que las personas participen de la política, al igual que ocurre con las ILPs en España. Para muestra, el botón de que solo el 2% de la población ha participado alguna vez en una de estas iniciativas. Otra muestra más: ninguna de las iniciativas ha conseguido convertirse en una propuesta legislativa.
A poco más de dos semanas para que los ciudadanos europeos votemos a quienes nos representarán durante los próximos 5 años, ha llegado el momento de que la Unión Europea y quienes nos representan escuchen a los ciudadanos. Y que lo hagan de verdad. Ya lo pedimos de cara a las elecciones generales hace unas semanas cuando instalamos una oreja de más de 2 metros de altura en el centro de Madrid: a imagen y semejanza de los principales candidatos, diseñamos una oreja con una grabadora dentro en la que los ciudadanos pudieron dejar sus mensajes a los políticos. Ese ejercicio nos demostró dos cosas fundamentales: la primera, que los ciudadanos tienen muchas ganas de hablar y de hacer constar su opinión. La segunda, que no se sienten escuchados.
La participación en las últimas europeas se quedó en un 42,61%. La participación en las generales del 28A, en un 75%. ¿Acaso es que no nos importa lo que se decida más allá de nuestras fronteras? Creo que no. Nos importa y mucho, pero los europeos tienen la sensación de no ser escuchados.
En las últimas semanas hemos preguntado a los usuarios de Change.org de cinco países europeos qué temas les preocupan más: todos comparten la necesidad de proteger el medio ambiente y de construir un sistema económico más justo. En la última legislatura europea miles de españoles firmaron peticiones para reducir los plásticos de un solo uso, para acabar con el desperdicio de alimentos o contra la directiva del copyright, por poner solo tres ejemplos.
Una de las personas que respondió a la encuesta que enviamos entre nuestros usuarios aseguraba que la Unión Europea es la mejor idea que hemos tenido desde hace mucho tiempo, pero tiene que servir a la gente y todos debemos contribuir a esta tarea. Nadie podría haberlo resumido mejor. Ha llegado el momento en que la Unión Europea permita a los ciudadanos contribuir a las políticas de una forma continuada y digital. De verdad, no es tan difícil: las herramientas digitales están preparadas. ¿Lo está la Unión Europea?