El euríbor sube al 1,06% de media hasta la primera mitad de agosto
Las cuotas a pagar por un préstamo hipotecario de 150.000 euros podría encarecerse con estas subidas hasta 108,6 euros mensuales, 1.303,2 más al año.
El euríbor a un año, el indicador más utilizado para el cálculo de los créditos hipotecarios a tipo variable en España, continúa su ascenso en la primera mitad de agosto y en promedio ya supera el 1%, según datos del mercado.
Esta cota no la alcanzaba en media mensual desde el mes de julio de 2012, lo que implicará un encarecimiento de las cuotas hipotecarias a revisar. En concreto, la media de este indicador del mercado interbancario europeo en el transcurso de la primera mitad de agosto se estableció en el 1,064 %.
El dato de este lunes, cuando el euríbor a doce meses se situaba en el 1,158%, implica que ese índice ha superado el porcentaje del 1% en ocho de los once días hábiles de agosto transcurridos hasta esta jornada.
El euríbor a doce meses lleva creciendo desde enero de este año, ya que en diciembre de 2021 se había situado en el -0,502 % y en abril se situó en terreno positivo al ser fijado en el 0,013 %.
El mes pasado la tasa media mensual del euríbor quedó en el 0,992 %, la más alta en diez años. De continuar el repunte en agosto, supondrá un nuevo incremento en las cuotas de las hipotecas.
Quien tuviera que revisar anualmente una hipoteca en agosto y si se toma como referencia un préstamo de 150.000 euros 25 años, con este índice subiría el monto a pagar en torno a 108,6 euros mensuales, con lo que serían 1.303,2 euros al año.
En el supuesto de que hubiera contratado la hipoteca con la referencia del euríbor de diciembre pasado, cuando estaba en el -0,502% y si se mantuviera el resto de condiciones anteriores, el préstamo subiría a partir de este mes en algo más de 100 euros al mes, ya que la obligación hipotecaria con cargo a diciembre pasado le habría supuesto poco más de 536 euros mensuales.
Esto se produce después de que el Banco Central Europeo (BCE) aumentara el precio de dinero en medio punto el pasado 21 de julio y lo situara en el 0,5 % para intentar frenar la elevada inflación en la zona euro, que se situó el mes pasado en el 8,9 %, la cifra más elevada desde que se calcula ese parámetro en esta área económica.
El BCE seguía la estela de otros bancos centrales y adoptaba esa medida antes de que la Reserva Federal (banco central estadounidense) incrementara el pasado 27 de julio los tipos de interés en tres cuartos de punto, hasta una horquilla de entre el 2,25 % y el 2,75 %.
La autoridad monetaria estadounidense actuaba así también con la intención de contener los elevados precios en ese país, ya que, a pesar de bajar seis décimas, el mes pasado se situó en el 8,5 %.
El endurecimiento de la política monetaria por todo el planeta para contener el alza de la inflación ha sido consecuencia del incremento de los precios de la energía y de los alimentos tras la guerra emprendida por Rusia en Ucrania.
Además, han influido los problemas de suministros, debidos en parte a la política de “covid 0” en China y a los confinamientos decididos en ese país para frenar la expansión del coronavirus.