Estimulación eléctrica para mejorar la depresión severa
Los resultados de la estimulación tan solo de tres minutos fueron muy prometedores.
La depresión es una enfermedad mental en aumento a nivel mundial. La mayoría de los tratamientos consisten en fármacos, pero en épocas recientes nuevas técnicas para tratar esta enfermedad están en auge. La estimulación eléctrica es una técnica que ofrece buenos resultados en algunos casos.
La depresión no solo se remedia con medicamentos
La depresión es una enfermedad que afecta a un número creciente de personas en el mundo, hasta el punto de que se considera una de las enfermedades que causa mayor número de bajas laborales. Según la OMS, la depresión afecta a unos 300 millones de personas en el mundo.
Esta enfermedad es compleja en su tratamiento. Una de las razones de su complejidad reside en la dificultad para entender cómo se correlaciona la depresión con los distintos tipos de neuronas en el cerebro.
Los factores relacionados con esta enfermedad son de diversa índole, desde sociales, psicológicos o incluso relacionados con la propia fisiología de cada persona.
Si bien existen diversos tipos de tratamientos, de índole psicológica y farmacológica, muchas de estas terapias resultan ineficaces en muchas personas. Por ello, la depresión sigue siendo motivo de una intensa investigación para conseguir diagnósticos y tratamientos más eficaces. Una de las técnicas en desarrollo más novedosas consiste en la estimulación eléctrica.
Estimular el cerebro eléctricamente para mejorar el ánimo
La estimulación cerebral profunda (Deep brain stimulation en inglés o DBS) consiste en estimular una zona del cerebro para mejorar el ánimo en personas con depresión moderada o severa. Concretamente se centra en los circuitos del frontoestriado y límbico, conjunto de conexiones complejo que se indica muy someramente en la figura debajo.
En esta técnica, el especialista implanta electrodos estimuladores en el cerebro para enviar corrientes eléctricas a las áreas del cerebro seleccionadas. ¿Por qué corrientes eléctricas? Como seguramente sabes y comento en mi libro Dale vida a tu cerebro (RocaEditorial), las neuronas se comunican por impulsos eléctricos y químicos, por lo que de esta manera se busca estimular su actividad y también su sincronicidad.
Un nuevo estudio ha analizado lo síntomas de depresión moderada en 25 personas que sufrían de epilepsia. Decidieron estimular en una zona alternativa del cerebro llamada área de la corteza orbitofrontal que se muestra en la figura a continuación.
Esta nueva zona se conoce menos pero se sabe que está implicada en el ánimo, la depresión, la toma de decisiones y las emociones.
Los resultados de la estimulación tan solo de tres minutos fueron muy prometedores. En los días posteriores los pacientes manifestaban sentirse mucho mejor incluso sin ningún tipo de medicación. Lo más curioso es que tan solo se observaban beneficios en aquellos que tenían depresión moderada a severa pero no en los que tenían síntomas de depresión ligera. Tampoco era muy eficaz para la ansiedad.
Los investigadores comentan que la mejora era visible ya que sonreían más, se sentaban más erguidos y eran más charlatanes que antes del tratamiento.
¿La estimulación eléctrica es suficiente?
Esta técnica se está utilizando con éxito en algunos casos de depresión severa o moderada. Los resultados suelen durar una temporada (entre semanas y meses).
Sin embargo, algunos expertos con los que he hablado me comentan que este tratamiento debe venir acompañado de cambios en las pautas de vida que alimentaban la enfermedad. Uno de ellos me dijo: “Si tras el tratamiento te encierras en casa y no pones de tu parte para cambiar algunos aspectos de tu estilo de vida o de aquellas compañías que te eran nocivas (como en el caso de personas maltratadas) al final vuelves otra vez a la casilla de salida. La mejoría eficaz debe venir acompañada por la voluntad de los pacientes a salir del círculo vicioso de la melancolía y el aislamiento”.
La fórmula preventiva
Mantén tus circuitos de recompensa (o de felicidad) activos. No renuncies a conocer nuevas personas, viajar, conocer otras culturas, involucrarte en grupos sociales. Invita amigos a tu casa, y visita a tu familia. Puedes también tener un animal de compañía con el que compartir paseos.
Ilusiónate, sueña despierto, crea nuevos proyectos e ilusiones, haz alguna cosa que siempre habías querido hacer de niño, aprende nuevos idiomas, o a tocar un instrumento o una nueva canción. Cómprate ropa nueva o un sombrero, sal a la calle arreglado, sintiéndote guapo/a. No importa la edad, tu cerebro no tiene límites si no se los pones tú mismo. Dale un cambio de vida a tu cerebro, y haz que se divierta y se esfuerce en algo nuevo. Reducirás el riesgo de recaída.
Para saber más, visita mi blog: www.raquelmarin.net