Este será el aspecto físico de los teletrabajadores del futuro
Si el teletrabajo se acaba convirtiendo en la norma, ¿afectará al aspecto físico de los trabajadores?
Gracias al confinamiento, se ha demostrado que trabajar desde casa es cada vez más viable en muchas profesiones. El teletrabajo ha llegado para quedarse y el Gobierno ya se ha puesto manos a la obra para regularlo de forma que no suponga una merma de salario ni de derechos.
Si en el futuro el teletrabajo se acaba convirtiendo en la norma o, al menos, se sigue expandiendo, ¿afectará al aspecto físico de los trabajadores? Esa es la duda que le ha surgido al motor de búsqueda de empleo DirectApply, que se ha puesto en contacto con varios científicos para imaginar cómo será el cuerpo medio de un teletrabajador en el año 2045. El resultado de sus predicciones no es muy halagüeño.
Esta persona imaginaria se llama Susan. No hace ejercicio ni tiene vida social. La mayoría de sus desplazamientos son de la cama al escritorio y viceversa. Padece obesidad y ha desarrollado una mala postura conocida como cifosis cervical. Debido a la presión excesiva que sufre en el cuello, tiene la columna vertebral torcida y cada vez se le agrava más la lumbalgia.
Susan también tiene muchas arrugas, las ojeras muy marcadas y los ojos rojos y secos a causa de las largas horas que pasa frente al ordenador. Debido a la falta de sol, se le ha acelerado la pérdida de cabello.
Según los investigadores, “la vitamina D se absorbe principalmente durante la exposición a la luz del sol, por lo que trabajar bajo techo todo el día puede derivar en carencias nutricionales que aceleran la pérdida de pelo y retrasan el nacimiento de nuevos cabellos”.
Esta versión pesimista de Susan ha recibido muchas críticas en Twitter. Una usuaria comenta: “Las personas que trabajan de forma flexible pueden estar sometidas a una menor presión, ya que están más con sus hijos, no tienen que culpabilizarse por no verlos y les resulta más sencillo encontrar un rato para hacer ejercicio. Desconfiad de la propaganda”.
DirectApply no es la única empresa que ha intentado imaginar a los teletrabajadores del futuro. El año pasado, un maniquí llamado Emma dio que hablar después de que los investigadores la presentaran como “la compañera de trabajo del futuro”. De forma muy parecida a Susan, Emma tenía la espalda torcida, los tobillos hinchados, varices, los ojos secos, la piel en mal estado, la musculatura débil y una tripa abultada.
Hay que entender que la creación de Susan es, ante todo, una operación de marketing del mencionado portal de empleos para llamar la atención y fomentar una evolución positiva del teletrabajo. Junto con esta imagen, DirectApply ha dado varios consejos para mantener una buena salud física y mental, entre los que no faltan hacer ejercicio y vida social.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.