Estas son las ciudades españolas con mayor calidad de vida
Las localidades pequeñas son las que destacan a niveles de salud para sus habitantes.
Las dos grandes ciudades españolas, Madrid y Barcelona, ocupan las primeras posiciones en un ranking de calidad de vida, aunque algunas áreas urbanas más pequeñas, como Ibiza, Toledo o Guadalajara destacan en los primeros puestos cuando solo se tienen en cuenta ciertas condiciones socioeconómicas o de salud para sus habitantes.
Así se desprende de un estudio elaborado por las investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) Francisco J. Goerlich y Ernest Reig, en colaboración con los técnicos Carlos Albert y Juan Carlos Robledo, y presentado por la Fundación BBVA, que analiza hasta 73 Áreas Urbanas Funcionales (AUF) presentes en el país y formadas por aglomeraciones urbanas y localidades limítrofes con una población de más de 1.500 habitantes por kilómetro cuadrado, con un mínimo de 50.000 residentes.
En concreto, únicamente cinco de estas AUF superan el millón de habitantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao) al agregar, como es en el caso de Madrid, hasta 166 municipios presentes alrededor, frente a los casos de Lorca o Algeciras que tan solo agregan dos municipios. La AUF más pequeña es Cuenca, que apenas rebasa los 60.000 habitantes.
Esta concentración de la población en grandes núcleos urbanos se explica por el contraste que ha experimentado los movimientos demográficos en el país durante el último siglo en el que la población se ha multiplicado por 2,5, al mismo tiempo que un 70% de los municipios han perdido residentes.
En este mismo lapso de tiempo, un gran número de personas se han desplazado del mundo rural al urbano, que ha pasado de agrupar un 50% de la población al 87%, mientras que en las zonas rurales solo ha permanecido el 13% restante. Alrededor de un tercio de los habitantes del país vive ahora en las 52 capitales de provincia, que han multiplicado por casi 5 veces su población desde principios del siglo pasado.
Si bien Madrid y Barcelona ocupan los primeros puestos en el conjunto de los factores que mide la calidad de vida, el estudio ha desagregado el ranking en tres indicadores principales de calidad de vida: el de condiciones socioeconómicas, el de las condiciones de medio urbano, y las de salud.
El ranking elaborado con los resultados correspondientes al primer grupo sitúa a Ibiza, Barcelona, San Sebastián, Madrid, Girona y Palma de Mallorca a la cabeza del sistema urbano español, seguidas de un grupo de ciudades pertenecientes principalmente al cuadrante Nordeste de la Península, al que se añaden algunos municipios turísticos.
En el segundo grupo, relacionado con las condiciones generales de habitabilidad o confortabilidad del medio urbano, las posiciones más destacadas pertenecen a Barcelona y Madrid, aunque también destacan algunas otras de las ciudades de mayor tamaño del sistema urbano español (San Sebastián, Sevilla, Bilbao y Valencia), más dos importantes destinos turísticos (Benidorm y Palma de Mallorca) y una serie de ciudades de dimensión intermedia del País Vasco, Navarra y Cataluña. También Granada, León, Guadalajara y Salamanca aparecen en buena posición.
Por último, en el tercer grupo, que refleja las condiciones de salud, es más difícil encontrar una pauta geográfica definida que caracterice a las ciudades que obtienen las mejores puntuaciones. Las más destacadas forman un grupo bastante heterogéneo, entre las que aparece en los primeros lugares Toledo, junto con Guadalajara, Madrid, Murcia, Vitoria y Albacete. De las 16 mayores ciudades aparece también en este grupo, además de Madrid y Murcia, la ciudad de Barcelona.
Sin embargo, según el estudio, esta concentración genera efectos positivos en el mercado de trabajo, en la capacidad de innovación, en la productividad y en la atracción de capital humano altamente cualificado, aumentando variables como la renta, el empleo o la solicitud de patentes y registro de diseños o marcas.
Según los cálculos realizados por los investigadores, doblar el tamaño de la población de un área urbana supondría aumentar los ingresos por habitante de sus residentes en un 2,8%. En el caso de las patentes, duplicar la población deriva en un incremento de los registros de patentes del 140%. Del mismo modo, ese incremento de la población en un 100% daría lugar a un incremento del orden del 110% en la población con estudios universitarios.
En términos de empleo, el conjunto de las 73 áreas registró una caída media anual del empleo del 2,2% entre 2009 y 2013 y un crecimiento del 3,1% entre 2013 y 2016, mientras que la media de las 16 AUF más pobladas obtuvieron cifras ligeramente más favorables (caída del 2% y crecimiento de 3,3%). Madrid y Barcelona figuran entre las AUF que mostraron una mayor capacidad de resistencia en la fase recesiva, pero en la etapa de recuperación fueron superadas por áreas más pequeñas en las que generalmente tenía más peso el sector turístico.