Estas artistas quieren fotografiar 1001 culos para fomentar la aceptación personal femenina
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Aunque, gracias a las Kardashian, los culos están de moda —y pese a que en Instagram se haya instaurado una obsesión por ganar culo y por posar de forma que se marque más—, los complejos relacionados con el físico siguen sin desaparecer.
Por mucho protagonismo que tengan los culos en las redes sociales, parece que solo pueden ser de una forma: redondos y respingones. Como consecuencia, muchas de nosotras ya tenemos un complejo más que sumar a la lista.
Pero los culos, al igual que cualquier parte del cuerpo, pueden ser de formas y tamaños muy diferentes.
Por eso, las fotógrafas Frederique Marseille y Emili Mercier se han embarcado en el proyecto 1001 fesses (que significa 1001 culos en francés) para animar a las mujeres a aceptar su físico y su culo.
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Las fotógrafas de Montreal (Canadá) describen el proyecto como una "oda a la belleza de todos los culos".
"Parece que el culo es la parte del cuerpo que más odian las mujeres, pero no entendemos por qué, con lo suave, sensual y bonito que es", explican las artistas al HuffPost Reino Unido.
"Además, fotografiar culos ayuda a mantener a las protagonistas en el anonimato, ya que las fotos siempre se toman de espaldas, lo que les da una estética poética y misteriosa. ¡Y los culos son divertidos! No es igual de agresivo que hacer una foto frontal de otras partes femeninas que son más evidentemente sexuales, ya que el objetivo era desexualizar el cuerpo femenino y realzar la autenticidad sin relacionarla con el aspecto sexual", añaden.
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Desde que comenzaron con el proyecto en 2014 las dos fotógrafas, que son amigas de la infancia, han viajado mucho para fotografiar culos en entornos muy variados: tanto públicos como privados.
"Tenemos que ir a conocer a estas mujeres, a ver su belleza y a transformar las sesiones de fotos en algo más; en rituales humanos, en experiencias únicas", reza su página web.
Las artistas anuncian cuándo van a visitar un país para fotografiar culos nuevos y las mujeres que así lo deseen pueden inscribirse en un grupo privado de Facebook para presentarse como voluntarias (su identidad permanecerá en el anonimato) y aparecer en la sesión de fotos.
El proyecto ha recibido muchas críticas porque la mayoría de las protagonistas de las fotos son mujeres blancas de menos de 30 años, pero Mercier y Marseille insisten en que no se debe a una decisión suya, ya que solo trabajan con las mujeres que se presentan voluntarias. "Ojalá quisieran participar cada vez más mujeres", expresan.
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Según las artistas, después de hacer las fotos, la primera reacción de las modelos suele ser de sorpresa, pero, al final, aprenden a apreciarlas.
"La mayoría de las mujeres que participan suelen sorprenderse cuando ven su cuerpo al recibir las fotos", explican. "Como utilizamos una cámara analógica, tenemos que perfeccionarlo todo antes de enseñar el resultado final, y esa es parte de la magia...".
"Por desgracia, lo primero que piensan la mayoría de las modelos es que son feas. Pero en cualquier caso les encantan las fotos... y, poco a poco, suelen empezar a ver la belleza en ellas. Recibimos un montón de correos electrónicos y llamadas de las modelos que nos dicen, pasado un tiempo, que las hemos ayudado a sentirse bien consigo mismas", cuentan.
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Las artistas denuncian que Instagram y Facebook han censurado las publicaciones relacionadas con su proyecto.
"Es muy difícil crear una comunidad en internet que se centre en temas como el físico, la autoestima, la independencia de la mujer y la desnudez desexualizada. Esperamos que no nos cierren las páginas como nos pasó hace dos años", escriben en una publicación de Instagram del 13 de agosto.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición británica del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.